Veterinaria Tropical 19: 17-28. 1994

EFICIENCIA DE LA VACUNACIÓN DE Trachinotus spp CON UNA BACTERINA
CONTRA LA VIBRIOSIS

Antonia M. Clavijo*, David Conroy** y Aura Gallardo de López*

*FONAIAP Centro Nacional de Investigaciones Agropecuarias
Instituto de Investigaciones Veterinarias Apdo. 70. Las Delicias. Maracay 2101
Estado Aragua. Venezuela
**Universidad Central de Venezuela Facultad de Ciencias Veterinarias
Apdo. 4563. Maracay 2101. Venezuela

Recibido: Marzo 01, 1994


RESUMEN

Fueron vacunados adultos y juveniles de pámpanos Trachinotus spp. con la bacteriana VAB2 (A.V.L., Salfron, Walden, Inglaterra) contra la vibriosis, observándose que permanecieron Ubres de la enfermedad durante cinco meses. Después de este tiempo se presentó una epizootia de vibriosis en la zona, afectando a los peces. Se observó un porcentaje de sobrevivencia del 71,4% y 9,75% en los adultos y juveniles, respectivamente. Los adultos permanecieron libres de la enfermedad por 10 meses después de la vacunación.

INTRODUCCIÓN

Actualmente una gran variedad de especies de peces, tanto de aguas continentales (truchas) como marinas (Usas, lebranches, pámpanos) son cultivadas obteniéndose importantes utilidades, y con la ventaja adicional de que los centros de cultivo piscícolas pueden abastecer los mercados en forma constante y fácil con productos de alta calidad.

El pámpano Trachinolus spp. comenzó a adquirir impulso en el Estado de Florida y otras áreas del Golfo de México pertenecientes a los Estados Unidos de Norte América durante la década de los 60 (18) y el interés de su cultivo radicó básicamente en su fortaleza, rápido crecimiento, buen precio y aceptación en el mercado.

Uno de los factores, quizás el principal, que dificulta la productividad acuícola son las enfermedades. Dentro de éstas están las de orden bacteriano y en especial las causadas por bacterias pertenecientes al género Víbrio, las cuales ocupan el primer lugar (1, 2, 7, 12, 13).

La vibriosis es una enfermedad infecciosa, sistémica y contagiosa distribuidas mundialmente, de la cual se tienen registros desde el siglo XVII (2). En los peces se caracteriza por la presencia de petequias en la piel del vientre, costado, borde de las aletas, ano y por la existencia de ulceraciones en diversas partes de la piel y masas musculares.

En la necropsia se observa congestión de los músculos cardíacos y aparato digestivo. Existe también congestión y hemorragias del hígado, bazo y riñones.

Un factor importante que podría influir en la aparición de enfermedades como ésta, es el uso de alimentos húmedos a base de sardina fresca o congelada que se utiliza en las experiencias realizadas en jaulas y estanques, los cuales podrían servir del vehículo para la transmisión de vibrios (5, 9, 10).

Algunas de las especies de peces venezolanos en condiciones de cultivo artificial han sido afectadas por la vibriosis (1, 6, 10) por lo tanto la prevención y control de esta enfermedad tiene significación e importancia en las operaciones de piscicultura marina. Sobre este aspecto, el uso de vacunas es ahora una práctica ampliamente establecida en los centros de producción piscícola en Asia, Europa y Norte América.

Al momento de decidir un plan de vacunación deben ser considerados los diferentes factores que influyen en la respuesta inmune, tales como temperatura, especie, ritmo estacional, interacción social, tolerancia, inmunogenicidad y adyuvantes, dosis y ruta de administración, competencia antigénica y edad. Harris (11) indica que estudios de la ontogénesis e inmunidad en salmónidos sugieren que se requiere de peso mínimo de 1,2-2,5 g para que los peces puedan ser protegidos y esto es en función de la talla y no de la edad. En peces de 1 g, la protección dura 120 días y en peces de 4 g llega a un año. Cada especie varía según el desarrollo ontogénico de la inmunocompetencia y debe ser cuidadosamente entendido antes de aplicar vacunas. Es posible vacunar peces menores de esta talla, pero antes hay que considerar que la vacunación temprana puede inducir tolerancia y por ende no dar una protección esperada.

El presente trabajo tuvo como objetivo aplicar una bacteriana para la prevención de la vibriosis en especies de pámpanos cultivados en Venezuela, y analizar la factibilidad de la vacunación preventiva contra esta enfermedad en la práctica acuícula.

MATERIALES Y MÉTODOS

Este ensayo se llevó a cabo en la Estación de investigaciones Marinas de Mochima, de la Fundación para la Ciencia "José G. Hernández" (FUNDACIENCIA), ubicada en el Parque Nacional Mochima, estado Sucre.

Se utilizaron pámpanos (Trachinolus spp.) juveniles y adultos. Los juveniles, en su mayoría (80-90%) de la especie T carolinus, el resto (10-20%) de las especies, T goodei y T. falcalus. La alimentación se basó en sardinas (Sardinella aurita) y engraulidos (Anchoa sp.) ambos congelados y sometidos a descongelación horas antes del suministro.

La vacuna utilizada fue la bacterina VAB2R (A.V.L., Saffron, Walden, Inglaterra) preparada con cepas de Vibrio anguillarum 
(biotipos I y II) tratadas con formalina, y presentada en botellas de polietileno de 1 000 y 3 000 ml. La aplicación se efectuó siguiendo las recomendaciones de la casa productora.

El programa de vacunación fue dividido en tres ensayos.

Ensayo 1: se procedió a vacunar 1 599 pámpanos de un peso promedio inicial de 6,08 ± 3,6 g. La bacterina diluida 1:3 se aplicó por inmersión. Este lote de peces, una semana después de la vacunación, fue llevado a una jaula flotante de 4 x 4 m de superficie donde se comenzó la etapa de engorde y crecimiento. La densidad de población fue de 53,33 ejemplares/m3

Ensayo 2: para esta experiencia se dispuso de 1 456 pámpanos con un peso promedio de 6,44 m ± 5,70 g los cuales no fueron vacunados contra la vibriosis, ya que fueron tomados como grupo control. Estos ejemplares mantenidos en jaulas flotantes de 4 x 4 m con una densidad de población de 48,53 pces/m3.

Ensayo 3: fueron vacunados, contra la vibriosis 70 pámpanos adultos, con un peso promedio de 1 500-2 SM g. La vacuna fue diluida 1: 10 y aplicada por inyección intraperitoneal. Estos peces se encontraban ubicados en jaulas flotantes de 4 x 4 m a razón de un ejemplar/m3. A estos animales por estar en calidad de reproductores se les brinda mayor comodidad. La vacuna fue aplicada en la misma jaula para evitar en lo posible la manipulación, pues estos especímenes son muy susceptibles a sufrir estrés.

Debido al alto costo de los reproductores y la dificultad para obtenerlos no se contó con un grupo similar para ser dejado como testigo.

Las jaulas fueron revisadas diariamente a fin de registrar mortalidad o cambios en la conducta de los peces en estudio.

RESULTADOS Y DISCUSIÓN

Entre los meses de octubre-noviembre se presentó en la Estación de Mochima una epizootia de vibriosis que ocasionó una alta mortalidad de los pámpanos en cultivo, los cuales presentaron los síntomas de la vibriosis (Figuras 1 y 2).

Ensayo 1: en este ensayo murieron 1443 pámpanos, lo que representó un porcentaje de sobrevivencia de 9,75% (Cuadro l). Sobrevivieron los ejemplares de T. falcatus y T. goodei. La Figura 3 muestra la variación de la mortalidad en los meses posteriores a la vacunación.

Ensayo 2: como consecuencia de la epizootia de vibriosis, en esta jaula murieron 1 233 pámpanos obteniéndose un porcentaje de sobrevivencia del 15,31% (Cuadro l).

Ensayo 3: de los 70 pámpanos adultos vacunados, 50 (71,4%) (Cuadro 1) sobrevivieron a la epizootia de vibriosis. Estos peces duplicaron su tamaño, alcanzando un peso de 3 000-3500 g a los 10 meses de comenzado el ensayo, fecha en la cual se suspendió la investigación, no siendo determinado si la vacuna utilizada contra la vibriosis, es capaz, en este medio, de conferir inmunidad por un año, como ha sido señalado en otros países.

Figura1. Lesiones ulcerosas y hemorrágicas a nivel de la línea media en un pámpano.

Figura1. Lesiones ulcerosas y hemorrágicas a nivel de la línea media en un pámpano. Foto: cortesía: Lic. Ramón Manrique - FUNDACIENCIA.

 

Figura2. Presencia de ulceras hemorrágicas que afectan a la piel y la musculatura, con zonas necróticas a nivel de la cabeza de un pámpano con vibriosis. La base de la aleta se aprecia  eritematosa.

Figura2. Presencia de ulceras hemorrágicas que afectan a la piel y la musculatura, con zonas necróticas a nivel de la cabeza de un pámpano con vibriosis. La base de la aleta se aprecia  eritematosa. Foto: cortesía: Lic. Ramón Manrique - FUNDACIENCIA.

 

Figura 3. Relación entre la mortalidad y supervivencia de los pámpanos juveniles vacunados contra la vibriosis con la bacteriana VAB 2 durante los meses junio-noviembre

Figura 3. Relación entre la mortalidad y supervivencia de los pámpanos juveniles vacunados contra la vibriosis con la bacteriana VAB 2 durante los meses junio-noviembre.

 

CUADRO 1. Resultados de la inmunización de pámpanos juveniles y adultos con la bacterina VAB2.

Ensayo

  No. de Animales

Número de Animales
Muertos

Número de Animales
Vivos

Porcentaje de
sobrevivencia

Vacunados

No Vacunados

1

1.599

0

1.443

156

9,75

2

0

1.456

1.233

223

15,31

3

70

0

20

50

71,4

En vista de que el pescado marino constituye un importante vehículo para la transmisión de la vibriosis, el uso de este producto en la alimentación de los peces en cultivo debe efectuarse exclusivamente a base de un producto de probada calidad sanitaria. En Venezuela se ha evidenciado que el alimento suministrado a los pámpanos en cultivo presenta una elevada carga bacteriana, demostrándose a través de los exámenes bacteriológicos realizados que gran parte de dicha carga (90%) pertenecen a la especie V. anguillarum (5). Estos resultados sugieren que la alimentación con piensos húmedos contaminados con V. anguillarum ha tenido parte de responsabilidad en la aparición de la vibriosis en pámpanos. Por otra parte la estrecha relación que se establece entre los vibrios y los peces en contacto con ellos, desde temprana edad, hace que estos presenten tolerancia y, a pesar de que les sea aplicada una vacuna, ésta no pueda producir inmunidad.

Además, los peces bajo condiciones de estrés presentan una mayor susceptibilidad a la invasión de microorganismos facultativamente patógenos, entre los cuales figuran los vibrios. Esto es sumamente importante pues se sabe que peces en cultivo tienden a presentar una mayor carga bacteriana que los que se encuentran libres (1).

  Lo señalado anteriormente, es indicativo de que los peces en sistemas de cultivos están más expuestos a contraer la vibriosis que, otras pues su bacterioflora normal contiene un porcentaje apreciable de vibrios y otras bacterias ictiopatógenas. También hay que tomar en cuenta que en el alimento proporcionado a los pámpanos fue a base de sardinas congeladas y descongeladas, otros investigadores (6) determinaron la presencia de una carga bacteriana de 1 x 106 bacterias/gramo, siendo el 90% de las bacterias clasificadas como V. anguillarum. Se puede deducir con todo esto que a pesar de que los peces fueron vacunados con una bacterina de probada efectividad en otros países, en esta ocasión no se obtuvieron los resultados inicialmente esperados debido a la posible infección permanente con vibrios a través del alimento.

La talla de los ejemplares vacunados en el Ensayo 1 que no es la ideal, (10, 11, 20) pues se necesita revacunación cada 3-4 meses, puede ser otra de las causas por la cual los peces mantuvieron inmunidad sólo por 5 meses, ya que en el Ensayo 3, donde se vacunaron peces adultos con pesos superiores a los 1 500 g se observó una sobrevivencia del 71,4% durante 10 meses.

La edad probablemente crea una resistencia natural si se compara la mortalidad de los grupos etarios. Los juveniles no vacunados 
(Ensayo 2) parecen poder resistir o ser igualmente susceptibles que los vacunados. Lamentablemente, estos experimentos carecieron de controles adultos no vacunados, para poder establecer una discusión o conclusión objetiva. 

A estos factores hay que agregar el hecho de que las jaulas fueron ubicadas en aguas poco profundas, cercanas a la costa para así permitir un mejor manejo, lo cual pudo inducir al estrés en los peces.

Se estima que cuando se utiliza la vía de inoculación intraperitoneal por inmersión directa la duración de la protección es de un año para los salmónidos y aunque esto es motivo de controversias, Schiewe et al. (17) recomiendan revacunar a los seis meses cuando la vacuna se aplica por el método de inmersión.

Las propiedades antigénicas de los vibrios patógenos en peces son altamente variables en función del origen geográfico de las cepas aisladas, las cuales determina la existencia de numerosos serotipos; esto ha sido ampliamente documentado para el caso de V. anguillarum (4, 8, 14, 15, 16, 21).

Todo esto ayuda a entender por que las infecciones por Vibriosis son tan importantes en los cultivos de pámpanos y a la necesidad de establecer los serotipos predominantes en las cepas de un área determinada, para formular vacunas que posean sólo los serotipos necesarios para dar protección en la zona (3, 13).

Por todo lo antes expuesto, se puede afirmar, tal como dijo Smith (19) para que una vacuna en peces sea totalmente efectiva es necesario tomar en cuenta otras medidas profilácticas, tales como: higiene absoluta de la explotación, óptima calidad físico-química y biológica del agua y correcta densidad poblacional.

Como conclusión del ensayo, no se recomienda la revacunación, dada las condiciones inadecuadas de manejo en la mayoría de las explotaciones del país. En segundo término, destaca la necesidad de formular vacunas autóctonas, con serotipos específicos que garanticen la inmunidad deseada.

AGRADECIMIENTO

Los autores damos las gracias al Dr. P. D. Sinith (Aquaculture Vaccines Ltd. Saffron Walden, U. K.) por proveernos de las muestras de vacunas utilizadas en este ensayo y a los Drs. C. B. Munn y J. E. Harris (Dpto. de Ciencias Biológicas de la Universidad de Plymouth, U. K.) por su asesoramiento en la vacunación de peces. También agradecemos la valiosa colaboración del Lic. R. Manrique y de todo el personal de la Estación Biológica de Mochima (FUNDACIENCIA) en el apoyo logística durante el ensayo de campo. Igualmente agradecemos al Consejo Británico por haber hecho posible nuestra visita a Plymouth, U. K., para estudios relacionados con este ensayo.

SUMMARY

Adults and juvenile of the fish species Trachinotus spp. were vaccinated with the bacterin VAB2 (A.V.L., Inglaterra) against vibriosis. The adults and juvenile were observed free from vibriosis during 5 months post vaccination. After that time, a vibriosis epizootie was present in the area affecting the fishes and rendering survival of  71,4% and 9,75% in the case of adults and juvenile respectively. The remaining adults stayed free from diseases until 10 months after vaccination.

BIBLIOGRAFÍA

AGUIRRE, M. Observaciones preliminares acerca de bacterias potencialmente ictiopatógenas en mugilidos objeto de cultivo y del medio natural. Trabajo de grado presentado en la Universidad de Oriente para optar al título de Licenciado en Biología. Mención Biología Marina. Cumaná, Venezuela. 1981. 37 p.

ANDERSON, J. I. and D. A. CONROY. Vibrio disease in marino fishes. In: Simposium on diseases of marine fishes and shellfishes. Editor S. I. Snieeszko. Am. Fish Soe. 266-272.1970.

AUSTIN, B. and A. ALLEN-AUSTIN. Bacterial pathogens of fish: a review. J. Appl. Bact. (53): 483-506.1985.

BRUUN, A. F. and B. HEIBERG. Weitere untesuchugen uber de Torseuchede aales in den danischen gewassern. Z. Fisch (33): 379- 389. 1935.

CAIROLI, A. B. Aportes al conocimiento de la vibriosis en pámpanos cultivados en jaulas flotantes, en el canal de entrada a la Laguna de la Restinga, Isla de Margarita, Venezuela. Tesis de ascenso. Universidad de Oriente. Cumaná, Venezuela. 1985.39 p.

CAIROLI, A. B. y D. A. CONROY. Vibriosis en pámpanos (Trachinolus spp.) cultivados en jaulas flotantes. IV Simposio Latinoamericano de Acuicultura. Panamá. 1987.

CERVIGON, F. La acuicultura en Venezuela. Estado actual y perspectivas. Caracas. 1983. 121 p.

COLORNI, A., I. PAPERNA and H. GORDIN. Bacterial infections in gilthead sea bream (Sparus aurata) cultured at elat. Aquaculture (23):257-267.1981.

EZURA, Y., K. TAJIMA, M. YOSHIMIZO and T. KIMUNA. Studies on the taxonomy and serology of causative organism of fish vibriosis. Fish Pathology, Tokio (14):167-179.1980.         

GÓMEZ, A. Crecimiento del pámpano, Trachinotus carolinus (Linnaeus), vacunados contra la vibriosis en la Isla de Margarita, Venezuela. V. Simposium Latinoamericano de Acuicultura. Valdivia, Chile. 1983.

HARRIS, J. E. The inmuno responsos of fish and disease control in aquaculture. Curso de Post-Grado de la Universidad Central de Venezuela. Venezuela. 1987.6 p.

HASTEIN, T. and J. E. SMITH. A study of V. anguillarum from farmed and wild fish using principal component analysis. J. Fish Biol. (11):69-75.1987.

HORNE, M. T. The pathogenicity of V. anguillarum (Bergman). In: Microbial diseases of fish. Editor R. J. Roberts. Academic Press, Londres. 1982. 171-178.

NOVOTNY, A. Vibriosis and furunculosis in marine cultured salmon in puget sound. Washington. Mar. Fish Rev. (40): 52-55.1978.

NYBELIN, O. Untersuchungen uberden bei fishchkrank-heitser-regern spaltpilz V. anguillarum, medd. Undersokn Anst. Sotvatterfisk, Stockolm. (8): 62.1935.

RUCKER, R. R. Vibrio infections among marine and freswather fish. Prog. Fish Cult. (21):22-25.1959.

SCHIEWE, M. H., A. J. NOVOTNY y L. W. HARRELL. Vibriosis of salmonids. In: Discase diagnosis and control in North American marine aquaculture. 2da. Ed. Amsterdam.. Elsevier Science Pubfishers B. V. 1988.323-327.

SINDERMANN, C. J. Disease diagnosis and control in North American marine aquaculture. Developments in aquaculture and fisheries sciences. Elsevier Scientific Publishing Co. Amsterdam. 1981. 329 p.

SMITH, P. D. Fish vaccines. September 708.1984.5 p.

SMITH, P. D. Fish vaccines. The golden rules. Fish Farmer. Septemher-October. 1987.39 p.

STROUT, R. G., E. S. SAVJYER and B. A. COULTERMARSH. Pathogenic vibrios in confinement-reared and jeral fishes of the Maine-New Hampshire coast. J. Fish. Rev. Canadá (35): 403-498. 1978.