Veterinaria Tropical. 22(2): 171-187. 1997 FAUNA PARASITARIA EN TILAPIAS DEL LAGO DE VALENCIA Walkiria Aragort F.*, Edgar León A.*, Ana T. Guillén*, Maglene Silva** y Carmen Balestrini** *Investigadores. FONAIAP.
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RESUMEN Se realizaron nueve muestreos en horas de la mañana, desde marzo de 1994 hasta febrero de 1995, en la región noreste del Lago, capturando y analizando 82 ejemplares de tilapia, Oreochromis mossamblcus, especie que resultó dominante. Se encontraron dos formas parasitarias: un trematodo monogenésico a nivel de los lamelos branquiales y metacercarias de un trematodo digenésico a nivel del globo ocular, Diplostomum compactum. Estas últimas presentaron una prevalencia del 100% y una abundancia de nueve parásitos por pez. Los resultados del test no-paramétrico de Kruskal-Wallis revelan que los peces de mayor peso y longitud presentaban las mayores cargas parasitarias, no teniendo esto influencia sobre los parámetros hemáticos, los cuales estuvieron dentro de los rangos normales; además, el 50% de las muestras analizadas presentaron contaminación por organoclorados. Palabras Clave: Tilapia; trematodo monogenésico; Diplostomum; peces. INTRODUCCIÓN Los estudios sobre las parasitosis de los peces son esenciales para lograr desarrollar una acuacultura de excelencia. Sin embargo, las investigaciones sobre parásitosis en peces han estado dirigidas principalmente hacia aspectos como la descripción taxonómica de los vermes y no hacia la relación parásito-hospedador, la interpretación epidemiológica de las parasitosis, las alteraciones patológicas y las pérdidas económicas que ocasionan. En Venezuela esta información es de primordial interés para el desarrollo de estrategias de prevención y control de esas enfermedades con el objeto de lograr asi un adecuado desarrollo ictiosanitario de los centros agrícolas que se están iniciando en el país. Por lo anterior, se hace necesario desarrollar investigaciones sobre la fauna parasitaria que pudiera afectar la producción y productividad de los peces de interés comercial, tanto en los cuerpos de agua naturales como en los artificiales ya que desde los año, 70, al identificarse el cultivo de peces en Venezuela, se han originado epizoótias en algunas estaciones de cultivo. El Lago de Valencia es un cuerpo de agua expuesto a un fuerte proceso de contaminación como consecuencia del débi1 recambio de agua y el contacto directo con las actividades humanas e industriales desarrolladas en sus márgenes. A pesar de este proceso y la prohibición por parte de Ministerio de Ambiente se observa que en el Lago de Va1encia se pesca, no obstante, de manera sistemática y se sacan a la venta grandes cantidades de carne de pescado para consumo humano. El objetivo de esta investigación fue conocer las especies de peces que mayormente se capturan en el Lago de Va1encia y la fauna parasitaria que en ellos se encuentra. MATERIALES Y MÉTODOS El Lago de Va1encia se encuentra situado en el centro norte de Venezuela, intercalado intercalado entre el ramal de la costa y el ramal del interior de la cordillera central aproximadamente entre los 67° 36' y 67° 53' de longitud oeste, 10° 06' y 10" 16' de latitud norte y su hoya abarca territorialmente parte de los estados Aragua y Carabobo (LUENGO, 1963; NUÑEZ y WEIBEZAHN,1986). Según PEETERS (1971), el nivel del Lago es de 405 m.s.n.m. y según BOCKH (1956) el are de la cuenca es de 2646 km, excluyendo la superficie del Lago. El área del Lago es de 350 km2; la profundidad media 18,0 m, la profundidad máxima 39,0 m y el volumen 6,3 km3 (WEIZBEZAHN, 1971). El estudio se realizó en la región noreste del Lago en el sitio denominado La Cabrera, dado que allí se facilitó el muestreo. Se efectuaron nueve muestreos, todos en horas de la mañana, utilizando redes. Los muestreos se realizaron en el Lago de Valencia desde marzo 1994 hasta febrero 1995. Se determinó la calidad del agua analizando: temperatura (°C), pH y oxígeno disuelto. Los peces capturados se colocaron en bolsas plásticas aireadas a una densidad baja y fueron tratados con clorhidrato de oxitetraciclina para evitar el ataque bacteriano durante el transporte. Los peces permanecieron en acuarios aireados hasta su procesamiento. Técnica de procesamiento de cada pez Se tomaron medidas de peso y longitud a 82 peces y luego se les extrajo sangre de la vena caudal, con jeringa hepilrinizada para la determinación de valores de hematocrito, hemoglobina y frotis sanguíneo, así como la obtención de la fórmula leucocitaria y detección de hemoparásitos. Fue realizado un cuidadoso examen de la superficie externa de cada pez con el fin de observar y anotar la presencia de cualquier anormalidad visible macroscópicamente. En este sentido, se verificó la coloración del cuerpo, posible presencia de exoftalmia, erizamiento o pérdida de escamas, congestión, hinchamiento y necrosis de las aletas y erosión de los bordes de los opérculos (FAO, FCV -UCV, 1987). Se tomaron muestras de piel con bisturí por medio de raspado, para observarlas al microscopio. Los peces fueron seccionados en la región abdominal para la extracción de los órganos, separando los opérculos para extraer los arcos branquiales; también se seccionó alrededor de los ojos para obtenerlos intactos. Las muestras de cada órgano se colocaron, por separado, en cápsulas de Petri con agua para observarlas bajo lupa estereoscópica. Se observaron muestras de tejido y frotis fresco a través del microscopio para detectar la presencia de vermes de menor tamaño. Adicionalmente se realizó análisis toxicológico (organofosforados y organoclorados) a las vísceras y piel de 12 peces. Preparación del material helmintológico Se efectuó en dos etapas: Colección Los helmintos fueron separados del tejido con un pincel o una aguja de disección y colocados sobre una lámina con una gota de agua obtenida del medio acuático donde se encontraba el pez, cubriéndose luego el material con una laminilla a fin de observarlo como preparado fresco. Se tomaron fotografías de los especímenes hallados. Fijación Se trabajó con parásitos vivos, los cuales fueron extraídos y colocados en agua limpia con la finalidad de eliminar la mucosidad. Luego fueron colocados en láminas porta-objeto con una gota de agua y al estar completamente distendidos se cubrieron con laminilla, fijándolos por aproximadamente dos horas con alcohol al 70%. Los parásitos se desprendieron de las láminas y se almacenaron en frascos con suficiente fijador. Posteriormente fueron dibujados con ayuda de una cámara clara. Valores y comparaciones Se determinaron valores de carga parasitaria total; relación carga parasitaria total con peso y talla de los peces; comparación de los valores de hematócrito y hemoglobina en peces infectados; igualmente, prevalencia y abundancia de acuerdo a las definiciones de MARGOLIS el a/. (1982) y MORALES y PINO DE MORALES (1987). Los datos obtenidos en las diferentes observaciones fueron analizados mediante pruebas estadísticas no paramétricas. Se aplicó la prueba no paramétrica de análisis de varianza de KruskalWallis (SIEGEL, 1982; MORALES y PINO de MORALES, 1987). Exámenes hematológicos La determinación del hematócrito se realizó mediante la técnica de microhematócrito. Adicionalmente, se observó el color del plasma registrándose cualquier variación de su característica tonalidad amarillenta pálida (COLES, 1968; JAIN, N. C, 1993). La hemoglobina fue determinada por el método de cianometa hemoglobina (FAO, 1987). Exámenes toxicológicos Las muestras de piel y vísceras de peces fueron examinadas en el Laboratorio de Control de Productos del Instituto de Investigaciones Veterinarias, donde se realizaron las pruebas para determinar la presencia de organofosforados y organoclorados. RESULTADOS Y DISCUSIÓN Se analizaron 82 peces, colectados durante nueve muestreos, registrando los valores de cargas parasitarias encontrados en tilapia Oreochromis mossambicus, pez exótico, perteneciente a la familia Cichlidae, ya que fue la especie que se capturó durante el período de la investigación. El el año 1959 se importaron las primeras tilapias, procedentes de Trinidad, las cuales fueron sembradas en cuerpos de agua del centro y sur del país, utilizándose principalmente como peces forrajeros para otras especies ictiófagas (CAPECCI, 1994). La introducción de este pez al Lago de Valencia, sin haber tomado en cuenta el impacto ecológico que podía causar, sumado a la creciente contaminación del agua ya la elevada densidad poblacional en sus márgenes, es el que posiblemente ha originado la disminución drástica de la diversidad íctica, que para el año de 1963 era de 37 especies, de las cuales 7 presentaban carácter endémico (LUENGO, 1963). Del análisis físico-químico del agua se obtuvieron los siguientes resultados: la temperatura promedio fue de 27,3 °C, el oxígeno disuelto de 3,5 mg/1 y el pH de 8,6, valores que son adecuados para el establecimiento de especies ícticas. Hallazgos Parasitológicos Trematodo branquial Un trematodo monogenésico fue localizado a nivel de lame los branquiales en sólo uno de los peces capturados (Figura la). En él se destacan, en la región del pro-haptor, cuatro puntos cefálicos, un par anterior poco visible y un par posterior más separado y de mayor tamaño; las glándulas de fijación y el órgano copulador. En la región del opisto-haptor se ubican los ganchos de fijación (Figura la y lb). Su tamaño fue de 394m de largo y 133m de ancho. Los trabajos realizados por BUNKLEY-WILLIAMS y WILLIAMS (1994), señalan que Cichlidogyrus tilapiae es el único parásito branquial detectado en lamelos branquia1es de todas las especies de tilapias de los centros de cultivo de Puerto Rico. Así mismo, THATCHER (1991) indica que dos especies de trematodos C. sclerosus y C. tilapiae son parásitos branquiales de Tilapia mossambica; por último, PAPERNA (1996) refiere que los monogeneos son hospedadores específicos y parecen haber evolucionado con su hospedador. Las mismas especies de parásitos, sin embargo, infestan con frecuencia varias especies de peces del mismo género y los parásitos que infestan a un hospedador de una misma familia de peces usualmente se relacionan taxonómicamente, a nivel de género como es el caso de los Cichlidogyrus y la familia Cichlidae. Sobre lo antes expuesto inferimos que el trematode encontrado pertenece al género Cichlidogyrus. Según FLORES-CRESPO et al. (1992), cuando las parasitosis son elevadas, los peces presentan asfixia, intranquilidad y se agrupan en la entrada de agua, buscando alivio. En Venezuela se ha señalado la presencia de estos trematodos branquiales en la especie Colossoma macropomum (cachama), causando mortalidad en alevines y reproductores sometidos a cultivo (MUJICA Y ARMAS DE CONROY, 1985; ARAGORT Y MORENO 1997). Diplostomum compactum En todos los peces se observaron metacercarias de Diplostomum compactum a nivel del globo ocular; las cuales fueron aisladas, fotografiadas en fresco (Figura 2a) y dibujadas en cámara clara (Figura 2b).
El ciclo de vida de D. compactum (LUTZ, 1928, citado por OSTROWSKY, 1982) fue completamente elucidado en 1970 en el Lago de Valencia. El caracol Biomphalaria prona, endémico en el Lago se demostró que era el primer hospedador intermediario natural. Las cercarias penetran principalmente el ojo de la tilapia del Lago, también se encontró que pueden infestar, aunque por menor tiempo, el ojo del Geophagus sp. Lebisles reticulatus. El hospedador definitivo es el cormoran, Phalacrocorax olivaceus (OSTROWSKI, M. 1982). HOFFMAN y HOYNE, citados por ROBERTS (1989), realizaron trabajos experimentales de neuropatología en los teleósteos, en cuanto a la patogénesis de la lesión causada por el trematodo Diploslomum baerieucaliae en el cerebro de la especie espinoso de arroyo (Eucalia inconslans). Cercarias de este parásito atraviesan la piel y llegan al cerebro a través de los tejidos o la sangre, localizándose en las meninges, específicamente en la sustancia blanca del lóbulo óptico y en el cristalino. Esto produce una gran lesión en el tejido sin afectar las funciones nerviosas, pero cuando la infestación es importante, el curso es fatal debido a las profusas hemorragias que se producen. Los especímenes estudiados no presentaron ninguna lesión externa o cambio en el comportamiento ocasionado por los parásitos a nivel del globo ocular. Sin embargo, en algunas especies de peces producen cataratas bilaterales (ASHTON el al., 1969). En los peces capturados se observaron, a simple vista, metacercarias móviles de D. compactum las cuales le daban alojo una apariencia opaca. Observaciones similares han sido descritas por ASHTON el al. (1969) y THATCHER (1991) en peces de aguas cálidas; ALBERT y CURTIS (1991) y BRASSARD el al. (1982) en la trucha Salvelinus fontinalis . Prevalencia y abundancia En relación a los valores encontrados, las metacercarias de D. compactum es la especie parásita principal debido a que se observaron en todos los los peces muestreados, obteniéndose un 100% de prevalencia. Resultados similares fueron reseñadas por ALBERT Y CURTIS (1991) en la especie S. fonlinalis, con una prevalencia entre 98% y 100%. La abundancia se mantuvo constante durante los meses en que se realizaron las capturas, con valores promedios cercanos a nueve. Estudios realizados en Oreochromis aureus y O. mossambicus, del Lago Amela, en México, indican que el 55% de estos peces son parasitados por metacercarias de D. compactum ubicándose en el humor acuoso y vitreo del ojo; estas metacercarias causaron edema en la córnea, conjuntivitis, neuritis del nervio óptico, eosinofilia del iris y uveítis (GARCIA M. L. et al., 1993). Variación de las cargas parasitarias en el tiempo Los muestreos fueron realizados tanto en época de sequía como en época de lluvia, no encontrándose diferencias significativas en los valores de cargas parasitarias asociados a cambios climáticos, al aplicar pruebas estadísticas no paramétricas, ya que las poblaciones de parásitos se distribuyen siguiendo una binomial negativa; diversos autores han demostrado que ese es el tipo de distribución que generalmente presentan los parásitos en las poblaciones de hospedadores (MORALES y PINO de MORALES, 1987). No obstante, algunos investigadores han observado, en otras latitudes, variaciones estacionales en las cargas parasitarias, encontrando aumento de las mismas entre junio y agosto (ALBERT y CURTIS, 1991). Comparación de carga parasitaria con peso y longitud de los peces Al aplicar el test de Kruskal-Wallis, se observó que los peces de mayor peso y longitud exhibían las mayores cargas parasitarias, encontrando diferencias altamente significativas (P<=O,O5). Los valores oscilaron entre 1 y 17 parásitos por pez (Cuadro 1). Esto posiblemente se deba a que peces más grandes presentan una mayor superficie de tejido propensa a ser parasitada. Resultados similares fueron encontrados en los parásitos Diplectanum aequans, D. laubieri (SILAN y MAILLARD, 1990) y Dactylogynls sp (FLORES-CRESPO et al., 1992), en los que se encontró una asociación positiva entre edad y carga parasitaria para especies de trematodos monogenésicos. Parámetros hemáticos No se observó la presencia dehemoparásitos en las muestras analizadas. Al aplicar el test de Kruskal-Wallis, no se encontraron diferencias significativas entre los valores de hematócrito asociados a las cargas parasitarias en el globo ocular (Cuadro 1) .Muestras de sangre de doce peces fueron sometidas a un contaje diferencial de células blancas (fórmula leucocitaria), observando tres tipos de células: linfocitos (91,6% ), monocitos (7,2%) y segmentados neutrófilos (1,2%) (Cuadro 2). Estos resultados coinciden con los encontrados por SILVEIRA y RIGORES (1989) en la especie de tilapia, O. aureus, en la que apreciaron que las células predominantes eran los linfocitos, siguiendo los monocitos y luego los segmentados. Otros autores (EZZAT et al., 1974, citados por SILVEIRA y RIGORES, 1989) observaron tendencias similares en Tilapia zilli, planteando que los valores porcentuales de las diferentes células no tienen una explicación clara, por no estar definida la función exacta de cada tipo de leucocito en los peces.
En relación con los valores de medianas encontrados para hematocrito y hemoglobina, éstos coinciden con los señalados como normales para 0. aureus bajo cultivo por SILVEIRA y RIGORES (1989) y BADAWI y SAID (1971), citados por SILVEIRA y RIGORES, 1989) (Cuadro 3), pudiéndose inferir que las tilapias del Lago de Valencia (0. mossambicus) poseen parámetros hemáticos normales, a pesar de la hemorragia producida por las cercarias al atravesar la piel así como al proceso de contaminación que tiene dicho cuerpo de agua.
Análisis toxicológicos Se realizó determinación de organofosforados y organoclorados en piel y vísceras de doce peces. En el 50% de las muestras se evidenció contaminación por organoclorados, tanto en piel como en vísceras. Sólo una muestra resultó positiva a organofosforado. Esto se debe a la serie de insecticidas usados para el control de plagas en siembras en las riberas del Lago. Por otra parte, estas sustancias químicas se utilizan como desparasitantes en ciertas especies de peces y como control de plagas en estaciones de cultivo. Esto pudiera explicar la baja diversidad de la fauna parasitaria, ya que dichos agentes tóxicos impiden la sobrevivencia de ciertos agentes patógenos como los parásitos. CONCLUSIONES
AGRADECIMIENTO Al Fondo Nacional de Investigaciones Agropecuarias, Instituto de Investigaciones Veterinarias y a FUNDACITE -Aragua por haber hecho posible la realización de este trabajo. SUMMARY The purpose of this research was to know which species are catched and how parasited are them. Nine sampling were performed, from March 1994 to February 1995 all the sampling were in the moming. 82 tilapias, Oreochromis mossambicus, were captured. Two parasite species were founded. One of them was a monogenetic trematode from gill filament and the other was a digenetic trematode from the the eye (Diplostomum campactum). The prevalence was 100% and the abundance was 9 parasite/fish. The non-parametric test (Kruskal-Wallis) was applied and it was found that fish with high weight and size, butden higher amount of parasites. This had not influence on hematic parameters, which were ot normal levels. The 50% of fish were contaminated with organochlorine. Key Words: Tilapia; monogenetic trematode; Displostomum; fish. BIBLIOGRAFÍA ALBERT, E. and M. A. CURTIS. 1991. Prevalence and abundance of helminth parasites in an intensively fished population of brook trout (Salvelinus fontinalis) at a small subartic lake. Can.J. Zool. 69:691-697. ARAGORT, W. C. y L. G. DE MORENO. 1997. Indices epidemiológicos de trematodos monogenésicos en branquias de Colossoma macropomum, bajo cultivo. Acta Biol. Venez., Vol. (17):1-8 ASHTON, N., N. BROWN and D. EASTY. 1969. Trematode cataract in freswater fish. J. Sm. Animal Pract. 10: 471-478. BOCKH, A. 1956. El desecamiento del Lago de Valencia. Caracas, Fundación Eugenio Mendoza. 246 p. BRASSARD, P., M. A. CURTIS and M. E. RAU. 1982. Seasonality of Diplostomum spathaceum (Trematoda: Strigeidae) transmission to brook trout (Salvelinus fontinalis) in northern Quebec, Canada. Can.J .Zool. 60: 2.258-2263. BUNKLEY-WILLIAMS, L. and E. H. WILLIAMS. 1991. Parasites of Puerto Rican freshwater sport fishes. 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