Veterinaria
Tropical 23(1): 65-79. 1998 EPIDEMIOLOGÍA DE LA ANAPLASMOSIS BOVINA EN EL ESTADO MONAGAS. ASOCIACIÓN CON FACTORES EXTRÍNSECOS E INTRÍNSECOS DEL HOSPEDADOR Coromoto Alfaro*, Manuel Toro Benítez**, Francisco García*** y Alberto Valle**
*Investigador. FONAIAP |
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RESUMEN Con la finalidad de investigar la epidemiología de la anaplasmosis bovina en fincas lecheras del estado Monagas, se seleccionaron al azar 51 explotaciones pertenecientes a los municipios Maturín (40) y Ezequiel Zamora (11), para un total de 1750 muestras séricas (1426 y 294, respectivamente), utilizando la técnica de inmunofluorescencia indirecta (IFI), para determinar su prevalencia (TP) en diferentes zonas agroecológicas y la posible asociación con los caracteres intrínsecos y extrínsecos del hospedador. Los valores de seroprevalencia fueron analizados mediante las pruebas Z, X2 y Kruskal-Wallis. Los resultados para municipios señalan una TP de 51,30% para Maturín y de 40,82% para Ezequiel Zamora (P<0,01). Se obtuvieron tasas de prevalencia de 44,31%,47,82%,55,920/(, y 49,82% para animales de 0 a 5 meses (1), 6 a 11 meses (11),12 a 24 meses (111) y > de 24 meses (IV), respectivamente. El grupo III fue diferente (P < 0,01) a los demás. La asociación del factor raza con la enfermedad mostró una TP de Anaplasma marginale de 48,07%, 48,81 %, 54,65%, 64, 10% y 53% para las razas Holtein, Pardo Suizo, Carora, Cebú y Criolla, respectivamente. La densidad poblacional, expresada en carga animal por unidad de superficie indica diferencias entre 0 a 0,5 UA/ha, con tasa de reactores de 37,50% con respecto a rangos superiores (P < 0,05), y tasas de prevalencia de anaplasmosis de 47,82% y 51,25%. En relación con el control de vectores, se consideraron tres aspectos: frecuencia de aplicación (P<0,05), modo de aplicación y producto utilizado (P < 0,01), más efectivos fueron la aplicación de pretroides cada 21 días. Palabras Clave: Anaplasma marginale; anaplasmosis; epidemiología, factores extrínsecos, factores intrínsecos. INTRODUCCIÓN La anaplasmosis bovina es una enfermedad parasitaria, metaxénica, causada por un organismo rickettsial hemotrópico: Anaplasma marginale (Rickettsiales: Anaplasmatidae ), y caracterizada clínicamente por anemia aguda progresiva, hipertermia, palidez de las mucosas, fatiga, depresión, respiración jadeante, aborto y muerte perinatal. La anaplasmosis es una hemoparasitosis de amplia distribución mundial y reconocida como una enfermedad de gran importancia económica en las regiones tropicales y sub-tropicales (OPS/OMS, 1981). En Venezuela, su presencia ha sido señalada en todas las zonas del país y en las diferentes épocas del año (SCHROEDER et al., 1970; JAMES et al., 1985; TORO, 1994). El estudio de SCHROEDER et al. (1970), utilizando la prueba de aglutinación capilar, revela una alta prevalencia de anaplasmosis bovina en ganado de leche y carne, con un rango de 44,0 a 88,1% en seis zonas ganaderas del país. Para el estado Monagas, con un promedio de 88,1 %, señala variaciones en reactores positivos entre 82,0 y 96,0%, con mayor ocurrencia en la estación lluviosa. Más recientemente, TORO (1990), en un estudio retrospectivo, señalan una seroprevalencia promedio de 51,3% a nivel nacional; con un rango entre 22,2 y 88,1% en las principales zonas ganaderas del país: el estado Zulia, los andes, los llanos y la región centro occidental. A. marginale se encuentra ampliamente diseminado en todas las regiones tropicales y sub-tropicales de los cinco continentes donde sus vectores (garrapatas y dípteros hematófagos) encuentran un hábitat ideal dadas las condiciones edafoclimáticas que garantizan su evolución durante todas las épocas del año (LOSOS, 1986; SOULSBY, 1987). Tanto factores intrínsecos como extrínsecos inciden en la epidemiología de la anaplasmosis; su transmisión está determinado por factores dependientes de la relación hospedador-parásito-vector y su interacción con factores edafoclimáticos. Ocasionalmente, el hombre también contribuye, en su interacción con el ambiente ya través de prácticas ganaderas rutinarias. En este artículo se informa sobre los resultados obtenidos con respecto a la prevalencia de la anaplasmosis bovina en los municipios Maturín y Ezequiel Zamora del estado Monagas, y su asociación con factores extrínsecos del hospedador, tales como tipo de explotación, densidad poblacional, plan sanitario, control de vectores, rotación de potreros y paisajes fisiográficos, en las zonas bajo estudio. Igualmente, se presenta la información referente a los factores intrínsecos del hospedador (edad y sexo) asociados a la anaplasmosis. MATERIALES Y MÉTODOS Área de estudio El estudio se realizó en 51 fincas lecheras y de doble propósito del estado Monagas, región nor. - oriental de Venezuela. Se seleccionaron dos municipios: Maturín y Ezequiel Zamora, con una superficie total de 1.528. 360 ha, en la cual se concentra el 90% de las explotaciones destinadas a la producción lechera del estado. La zona bajo estudio está clasificada como bosque seco tropical (EWEL y MADRIZ, 1968), y comprende diferentes paisajes fisiográficos: Piedemonte, mesa llana y planicie aluvial de desborde, con la sabana y el bosque como sus principales formaciones vegetales. Selección y localización de las fincas Se seleccionaron 40 fincas en el municipio Maturín y 11 en el municipio Zamora (Figura 1), las cuales agruparon aproximadamente de 16. 000 animales y representaron prácticamente la totalidad de las explotaciones dedicadas a la producción de leche y/o doble propósito de la zona, con la presencia de bovinos de diferentes razas: Holstein, Pardo Suizo, Carora, Cebú y sus cruces, de acuerdo a los registros de la Oficina de Fomento Pecuario y Sanidad Animal del Ministerio de Agricultura y Cría del estado Monagas.
Recolección y procesamiento de las muestras La toma de muestras tuvo lugar durante el período mayo -diciembre 1992 con la aplicación simultánea de una encuesta epidemiológica que permitió la recolección de información. La selección del número de animales a examinar fue realizada mediante muestreo aleatorio estratificado, de acuerdo a la siguiente fórmula
donde: =
La población total de cada finca fue discriminada en becerros (as), mautes (as), novillos (as), vacas y toros, y luego agrupada por edades: 0-5 meses (Grupo 1),6-11 meses (Grupo II), 12-24 meses (Grupo III) y mayores de 24 meses (Grupo IV). El tamaño de la muestra por grupo etario se determinó mediante la siguiente fórmula:
donde: Las muestras de sangre se tomaron de la vena yugular de los animales y fueron recolectadas, en tubos al vacío de 5,0 ml de capacidad, sin anticoagulante, utilizando una aguja estéril calibre 18 para cada animal. Los sueros fueron separados en el laboratorio de Sanidad Animal del Centro de Investigaciones Agropecuarias del Estado Monagas, CIAE Monagas, y mantenidos en congelación basta su traslado al laboratorio de Parasitología de la Facultad de Ciencias Veterinarias, Universidad Central de Venezuela, en Maracay, para su procesamiento mediante la técnica indirecta de inmunofluorescencia (IFI) para A. marginale, según método descrito por MONTENEGRO-JAMES et al. (1985). Los resultados se analizaron mediante técnicas descriptivas e inferencial (DANIEL, 1993), utilizando métodos paramétricos (t de Student y Prueba Z) y no paramétricos (tablas de contingencia, X2 y análisis de KRUSKAL WALLIS). RESULTADOS Y DISCUSIÓN El análisis de 1.750 muestras de suero bovino mediante la técnica de IFI mostró una prevalencia global de 49,54% (Figura 2), con valores de 51,30 % y 40,82 % para los municipios Maturín y Zamora, respectivamente, con diferencias significativas (P < 0,01) entre ambos. La diferencia de presentación de la enfermedad entre ambos municipios es atribuible a las características agroecológicas: Maturín comprende paisajes fisiográficos de mesa llana y planicie aluvial de desborde, con condiciones edafoclimáticas favorables para el desarrollo de los vectores involucrados en la transmisión de la enfermedad, tal como lo señalan otros investigadores que trabajaron en latitudes similares (CORRIER et al., 1977; GONZÁLEZ et al., 1978). La prevalencia global encontrada para el estado Monagas, difiere de la señalada por SCHROEDER et al. (1971), quienes utilizando una prueba de aglutinación en tubos capilares señalan una prevalencia de 88,1 %. No obstante, los resultados concuerdan con los estudios de TORO et al. (1981), quienes obtienen una prevalencia promedio de la anaplasmosis, para el mismo estado, de 45,4%. Para evaluar la posible asociación entre la densidad poblacional y la enfermedad, se estableció como criterio de densidad (D) la relación entre la superficie utilizada (ha) y la población bovina de finca (N), resultando cinco rangos: D1 (0 a 0,50); D2 (0,51 a 1,0); D3 (1,01 a 1,5); D4 (1,51 a 2,0) y D5 (más de 2,0), siendo el rango DI el de mayor densidad poblacional. Los resultados obtenidos aparecen en el Cuadro 1, donde se observan tasas de 37,5; 52,05; 54,42; 59,60 y 40,13% para los rangos respectivos, con diferentes significativas de los rangos D1 y D5 (P<0,01); entre los rangos D2, D3 y D4 no se observaron diferencias.
La situación examinada podría estar relacionada con la interacción hospedador-parásito-vector, ya que tanto en fincas con un número bajo de animales en un territorio amplio (D5), y en aquellas fincas con una densidad poblacional alta en un sistema intensivo (D1), con control de vectores, se afecta frecuentemente dicha relación. De acuerdo a ROSALES (1989), en tanto disminuye el tamaño del hato la habilidad de la enfermedad para mantenerse se reduce y, de igual forma, mientras más grande sea la distancia entre individuos en una finca, menor será la probabilidad de contagio. En relación con el plan sanitario, se apreciaron tasas de prevalencia de 47,82% para fincas con un plan sanitario completo, el cual, incluía vacunaciones, desparasitaciones, baños garrapaticidas sistemáticos, prácticas zootécnicas y asistencia veterinaria regular. La prevalencia fue de 51,25% en fincas con plan sanitario incompleto, subdividido éste en dos categorías: Incompleto A (más de 2 baños garrapaticidas al año y asistencia veterinaria esporádica) e Incompleto B (menos de 2 baños por año y sin asistencia veterinaria), con diferencias significativas entre ambos grupos de fincas (P < 0,05). No hubo diferencias entre los sub-grupos A y B de las fincas agrupadas con plan sanitario incompleto (50,82 y 52,63%, respectivamente). El Cuadro 2 muestra la seroprevalencia de la anaplasmosis en fincas sometidas a tres tipos de aplicación de acariciadas: aspersión fija, aspersión manual y aplicación dorsal. La mayor tasa de prevalencia correspondió a la aplicación dorsal (53,93% ), con diferencia significativa (P < 0,05) en relación con la aspersión fija (49,39%) y la aplicación manual (49,16%). Estos resultados guardan relación con la información reseñada por la FAO (1991) en la cual se señala a la aspersión fija como un método más eficaz que la aspersión manual, y esta última más eficiente que la aplicación dorsal ("pour on"/o derrame).
En cuanto a la tasa de prevalencia de anaplasmosis según el producto utilizado y su frecuencia de aplicación, en el Cuadro 3 se observa que para los productos fosforados la tasa disminuye al incrementarse el lapso entre aplicaciones (60,8%; 55,0% y 42,5%); mientras que con los piretroides (44,9%; 56,4% y 52,0%) y combinaciones (48,3%; 44,2% y 65,0%) la situación es a la inversa. De allí que es importante considerar esta observación como pauta para la escogencia de un producto acariciada eficaz y de menor toxicidad, sin descuidar el costo de los tratamientos. Los resultados obtenidos en relación con el factor edad (Cuadro 4), revelan seroprevalencias de 44,31% para bovinos entre 0 y 5 meses de edad (Grupo I); 47,82% para animales entre 6 y 11 meses de edad (Grupo II); 55,52% para el grupo III (12 a 24 meses de edad) y 49,82% en bovinos mayores de 24 meses de edad (Grupo IV), con una diferencia significativa (P < 0,05) entre el grupo III y el resto de los grupos.
Numerosas investigaciones plantean las diferencias en cuanto a la prevalencia y riesgo a la infección por grupos etarios (ORTIZ y QUINTERO, 1989; CORRIER, 1974; GONZÁLEZ et al., 1978; JAMES et al. , 1985; TORO et al., 1983) y, en general, los estudios al nivel de campo muestran la resistencia natural de los becerros frente a la anaplasmosis. La identificación de reactores serológicos por grupos etarios es de primordial importancia para la evaluación del grado de inmunidad del rebaño y la tendencia hacia la estabilidad o inestabilidad endémica. No se observaron diferencias significativas (P < 0,05) al comparar los resultados obtenidos con respecto al sexo de los animales (49, 74% y 49,52% para machos y hembras, respectivamente). No obstante, la condición de hembras en rebaños orientados hacia la producción de la leche, sometidas a condiciones particulares de manejo, con situaciones de "estrés" fisiológico como gestación y lactancia, y una mayor densidad poblacional del rebaño, podrían explicar un gran riesgo de las hembras a la infección por Anaplasma y la presentación de casos clínicos en el rebaño. La influencia de la raza ha sido ampliamente discutida por diversos investigadores (KUTTLER et al., 1970; ROGERS y SHIELDS, 1979; PARKER et al., 1985; OTTE, 1987). En general, la mayoría concuerda en que el ganado Bos indicus sufre en forma más leve la infección con A. marginale que el ganado Bos tauros. Los resultados de la prueba IFI en relación con las razas y/o tipos raciales explotados en la región se muestran en el Cuadro 5, constatándose diferencias significativas entre las razas Holstein (P < 0,01 ), Pardo Suiza (P < 0,05) y el mestizo cebú (B. indicus ), lo cual, concuerda con los resultados de investigadores que sustentan que el ganado E. indicus tiene mayor capacidad de respuesta inmunológica frente al agente causal de la anaplasmosis (OTTE et al., 1987; PARKER et al., 1985) y que explicaría el mayor porcentaje de serorreactores observados en el grupo de bovinos acebuados (64,10% vs. 48,07 y 48,81 % de las razas Holstein y Pardo Suizo). La epidemiología de la anaplasmosis bovina es de naturaleza compleja y depende de la interacción hospedador-parásito-vector, sistema considerado abierto e integrado con el medio ambiente. Los resultados obtenidos sobre la anaplasmosis en fincas de estado Monagas indican una alta prevalencia de la infección (49,54%), mayor para el municipio Maturín (51,30%) y menor para el municipio Ezequiel Zamora (40,82%), con diferencias altamente significativas entre ambos (P < 0,01 ), hecho que puede ser atribuido a las diferencias agroecológicas existentes.
La densidad poblacional, expresada en carga animal por unidad de superficie, presentó una correlación directa con la probabilidad del vector B. microplus de encontrar al hospedador, incidiendo éste sobre la tasa de inoculación, aunque B. microplus no es el único transmisor, ya que los díteros hematófagos y el hombre juega un rol importante en la transmisión de la infección. Por otra parte, la anaplasmosis bovina en Monagas está asociada a factores extrínsecos tales como: plan sanitario y control de vectores (frecuencia, modo de aplicación y producto químico utilizado). La frecuencia de los baños garrapaticidas y el producto utilizado fueron factores altamente asociados con la aparición de la enfermedad; baños frecuentes con piretroides y/o combinaciones generaron tasas bajas de prevalencia. En lo que respecta a la interacción de la anaplasmosis con factores intrínsecos del hospedador, se observó una estrecha relación entre la edad de los animales y las razas bovinas explotadas en la región, no encontrándose diferencias significativas al comparar el sexo de los animales. Los resultados sugirieron que la enfermedad puede encontrarse en los animales, sin diferencias en cuanto a sexo, mientras que el tipo racial mostró estar asociado con la enfermedad, con una tasa de mayor seroprevalencia en las razas acebuadas y sus cruces que en animales de razas europeas. SUMMARY Fifty one dairy farms, at Monagas State (Municipium of Maturín: 40 and of Ezequiel Zamora 11) were chosen at random in order to evaluate the epidemiology of the cattle anaplasmosis. The total of serics samples 1426 and 294, respectivity, were collected using the indirect inmuno-fluorescence technique (IFI), to determine its prevalence (TP) and its possible association with the intrinsical and extrinsical characters of the host. The value of serological prevalence were analyzed using Z, X2 and Kruskal Wallis techniques. The results for the Municipium show a TP of 51.30% and 40.28% for Maturín and Ezequiel Zamora, respectivety. There were obtained prevalence rates of 44.31%; 47.82%; 55.92%; and 49.82% for animals ofo to 5 months of age (I), 6 to 11 months (II), l2 to 24 months (III) and older than 24 months (IV), respectively. It was not observed significant differences between sexs. The association of the breed factor with the disease showed TP toAnaplasma marginale of 48.70%,48.81%,54.65%,64.10% and 52% for the breeds Holstein, Brown Swiss, Carora, Zebu and Criolla, respectively. The stocking density expressed as animal fill for surface unit (AU), showed differences among 0 to 0.5 AU/ha (P<0.01). In relation to the control of vectors, three aspects were taken into consideration: aplication frequency (P<0.05), mode of application and used product (P<0.01). Key Words: Anaplasma marginale; anaplasmosis; epidemiology; extrinsecal factors; intrinsecal factors. BIBLIOGRAFÍA CORRIER, D. 1974. The epidemiology of bovine anaplasmosis and babesiosis in the lowland tropics of Colombia. In: Seminario sobre hemoparásitos. CIA T , Palmira, Colombia. 35 pp. CORRIER, D., E. GONZÁLEZ and A. BETANCOURT. 1977. Current information on the epidemiology of bovine anaplasmosis and babesiosis in Colombia. Proc. Conf. On Tick-Borne Diseases and Their Vectors. Centre forTrop. Vet. Med., Edinburg, Scottland. p.114-l20. DANIEL, W. W.1993. Bioestadística. Base para el análisis de las ciencias de la salud. 38 Edición. Ed. Uteha. 667 pp. EWEL, J. J. y MADRIZ. 1968. 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