Veterinaria Tropical 23(1): 13-24. 1998  

SEROPOSITlVIDAD A Babesia bigemina EN BOVINOS MESTIZOS DE LAS YAGUAS, 
CARORA, ESTADO LARA, VENEZUELA

 Tonny Quijada*, José Contreras** y María Foriano**


*Investigador. FONAIAP
Centro de Investigaciones Agropecuarias
del Estado Lara Apdo.592
Carretera Vía Duaca, km 7
Barquisimeto. Venezuela

**Profesor Jubilado y Profesora, respectivamente
Universidad Centro Occidental Lisandro Alvarado
Decanato de Ciencias Veterinarias
Barquisimeto, estado Lara. Venezuela

Recibido: agosto 08, 1997


RESUMEN

 Con el objeto de determinar la seropositividad a la babesiosis en ganadería bovina de doble propósito en el sector Las Yaguas, Carora, estado Lara, se evaluaron anticuerpos para Babesia bigemina en 264 bovinos utilizando la técnica de inmunofluorescencia indirecta. La prevalencia de B. bigemina fue de 79,55%, lo que sugiere estabilidad enzoótica de la enfermedad en la zona. 

Palabras Clave: Babesia bigemina; seroprevalencia; bovinos. 

INTRODUCCIÓN 

La babesiosis bovina (piroplasmosis, babesielosis, fiebre de Texas, ranilla roja, vejigazo, tristeza y enfermedad de la orina roja) producida en América Latina por un parásito intraeritrocitario (Babesia bovis y/o Babesia bigemina) y transmitida biológicamente por su único vector, la garrapata Boophilus microplus para Sur América (JAMES et al., 1985;TODOROVIC, 1975; TORO et al., 1980; 1983). La babesiosis en los países tropicales y sub tropicales, por su alta mortalidad y morbilidad, constituye uno de los principales obstáculos para el desarrollo y evolución de la agroindustria ganadera (ANIMAL HEALTH YEAR-BOOK, 1981; FAO, 1991). 

La Babesia es un protozoario de hábitat sanguíneo taxonómicamente ubicado en el Sub-Phylum Apicomplexa, Clase Piroplasmasida, Orden Hemosporidia, Sub-Orden Piroplasmidea, Familia Babesidae (LEVINE, 1969).

 La B. bigemina produce un cuadro clínico de babesiosis con anemia, fiebre y hemoglobinuria; bajas en la producción y las parasitemias a nivel periférico pueden llegar a 8-10%. La B. bovis origina también anemia, fiebre y hemoglobinuria, pero la parasitemia en sangre capilar rara vez llega a 1 %. Los animales afectados por esta Babesia, frecuentemente presentan sintomatología nerviosa, cambios de conducta, agresividad y nerviosismo debido a la concentración de eritrocitos infectados con B. bovis en órganos profundos muy irrigados, en particular el cerebro y riñón (MELÉNDEZ, 1996). En los bovinos susceptibles, las babesias evolucionan en los eritrocitos del hospedador provocando daños severos (hemólisis, modificaciones de la química sanguínea, anoxia) que se traducen en un cuadro clínico agudo caracterizado principalmente por hipertermia, anemia severa, disnea, inapetencia, hemoglobinuria y, ocasionalmente, signos encefálicos o nerviosos similares a los de la rabia (TORO, 1994). 

En Venezuela, la babesiosis bovina es causada por dos especies de Babesia: B. bigemina (Smith y Kilbourne, 1893) y E. bovis (Babes, 1888), citado por BAEZ (1947). Estas babesias han sido diagnosticadas en centro y Sudamérica, con una distribución que se extiende desde México hasta Uruguay y el norte de Argentina, coincidiendo su distribución geográfica con la de la garrapata vector B. microplus (y particularmente en México y sus inmediatos vecinos de Centroamérica) la especie B. annulatus; siendo Chile el único país suramericano libre de Boophilus y por ende de babesiosis bovina (MELÉNDEZ, 1996). 

Según estudios realizados por SMITH (1982) describe el término "Inestabilidad Enzoótica" que se emplea para describir la situación donde ciertos animales de un rebaño no se infectan con anaplasma o Babesia, sino hasta un buen tiempo después de su nacimiento, a pesar de haber estado expuesto a garrapatas. TORO et al. (1980) sostiene que la resistencia contra la babesiosis depende de un estado de coinfección conocido como premunición, forma especial de inmunidad en la cual existe una relación de convivencia entre el hospedador y el parásito. Sin embargo, los animales que se infectan muy jóvenes, edad en la cual poseen inmunidad natural contra la infección, desarrollan resistencia y el estado de portador adquirido garantiza hasta cierto punto su protección en la edad adulta (RIEK, 1968).

Por su parte, MAHONEY (1962) indica que la estabilidad o inestabilidad de la infección dependerá del número de portadores sanos presentes en el rebaño, existiendo una relación de probabilidad inversa entre el número de portadores y el riesgo a la infección clínica. En otras investigaciones realizadas por MAHONEY y ROSS (1972), indican que analizando los factores epizootiológicos implicados en el control de la babesiosis bovina, en Australia, sugirieron un modelo matemático de simulación epidemiológica para evaluar la situación de la enfermedad a campo, señalando que en rebaños con un 75% a 100% de bovinos portadores, la infección tiende a ser estable y los casos de babesiosis clínica son muy escasos. 

Estudios realizados en América han determinado seroprevalencia de 20 a 89% en México y en Brasil alrededor del 80% en Santa Lucía, por la técnica de inrnunofluorescencia indirecta los resultados fueron del 56% para B. bigemina y del 20 -41% para B. bovis (HUGH-JONES, 1988). Sin embargo, en México FERNÁNDEZ et al. (1995) revelan prevalencia de anticuerpos específicos en contra de Babesia spp de 91,3%, concluyendo que dada la alta prevalencia de anticuerpos en contra de Babesia spp, la protección que presentan estos bovinos a la enfermedad es muy confiable. 

En Venezuela, en estudios epidemiológicos realizados mediante la técnica de inmunofluorescencia indirecta (IFI), TORO et al. (1980), obtuvieron un índice general de prevalencia de la babesiosis bovina de 45,3%; concluyendo que está ampliamente difundida en el país. TORO et al. (1983) con la técnica IFI, para conocer la prevalencia de la enfermedad demostraron que la babesiosis está ampliamente distribuida en Venezuela, no encontrándose áreas libres. Estas observaciones en 2 240 bovinos adultos demostraron que la presencia de la enfermedad afectaba tanto el ganado de carne como el de leche. 

Trabajos efectuados por JAMES et al. (1985) muestran para la región centro occidental una prevalencia de 78,2%. En el municipio Torres del estado Lara, MELÉNDEZ (1990) indicó valores de incidencia entre 23 al 32% en época de sequía (noviembre, diciembre, enero y febrero), mientras que en el período de lluvia (marzo-octubre) presenta valores bajos de 0 a 2%, por lo que concluyen que la babesiosis tiene una alta incidencia en los meses de sequía, coincidiendo con elevada población de garrapatas. 

Los estudios realizados en la microregión de Las Yaguas por el FONAIAP-Lara a partir de 1991, han señalado una serie de problemas nutricionales (desnutrición) y sanitarios: enfermedades vesiculares, lengua azul, brucelosis, leptospirosis, endo y ectoparasitosis. POWER et al. (1985) también señalan problemas de ectoparásitos con una predominancia del 96% de B. microplus en 11 fincas del estado Lara. FONAIAP-Lara observó una alta incidencia de garrapatas y un elevado uso de productos garrapaticidas, siendo estos dentro de los gastos sanitarios los de mayor proporción, dando idea de la importancia que tiene para el productor la presencia de garrapatas en la finca. Otro perjuicio que ocasiona este insecto, especial- f mente B. microplus es la transmisión de la babesiosis al rebaño, lo cual se  refleja por antecedentes de casos clínicos y muertes. Este trabajo se propone determinar la seroprevalencia de la babesiosis en bovinos a través de la  técnica de IFI. 

 MATERIALES Y MÉTODOS

Para evaluar la prevalencia de babesiosis, en el estudio se utilizaron sueros sanguíneos de bovinos adultos mestizos en 12 fincas. Para estimar la muestra de animales, se tomó un valor de referencia de "n" (tamaño de la muestra); a partir de valores de prevalencia de 78,2% indicados para la región entro occidental de Venezuela por (JAMES et al., 1985).

Para estimar el tamaño de la muestra:

 Se consideró la fórmula 




n
=
 

1 + n
________________
    1 + n0
________________________
N 

n0 = 

   z2a /2s2
_________________
e

n

   (za )2 x pq 
    _____________________  
                e2         

   n

(1,96)2 x 0,782 x 0,0218
___________________ 

    = 264

   (0,05)2

 Donde:

z:  Confianza (1,96).
n:  Tamaño de la muestra.
p:  Expectativa de la probabilidad de la existencia de Babesia.
q : Expectativa de la probabilidad de la ausencia de Babesia.
e: Precisión, porcentaje a ser acertado como riesgo de un error en un estimado del muestreo.

 Se tomó sangre yugular de 264 bovinos adultos mestizos seleccionados al azar, midiendo los reactores serológicos positivos a B. bigemina, a través de la técnica de inmunoflurescencia indirecta para inmunoglobulina G (IgG). Los animales fueron sangrados por medio de punción en la vena yugular, con aguja estéril y tubos con vacío; de cada animal se obtuvieron 7 ml de sangre. Una vez separado el coágulo, el suero así obtenido fue centrifugado por 10 min, para luego envasarse y congelarse a -20 °C hasta su análisis. 

En el diagnóstico serológico se utilizó la prueba de IFI, para determinar anticuerpos anti-B. bigemina, siguiendo el método descrito por ROSS y LOAR (1968), utilizando como antígeno frotis delgado confeccionado con eritrocitos de bovinos infectados con B. bigemina y como indicador un conjugado antibovino comercial preparado con antiglobulinas específicas producida en conejos y marcadas con isotiocianato de fluoroceína. Como indicador de una infección previa o en curso de B. bigemina se consideró a una dilución determinada mayor de 1:80; presentado como positivos. 

Los valores de la prevalencia fueron determinados mediante la presente fórmula: 

P =

np
           __________ x100%
 T

 P = prevalencia de B. bigemina en bovinos mestizos en época de sequía.
np = número de sueros positivos a la infección.
 T = número total de sueros analizados.

RESULTADOS Y Discusión

 Los resultados de la prevalencia de la babesiosis, producto del análisis de las muestras de suecos sanguíneos de bovinos mestizos mediante la técnica de IFI para IgG, procedentes de 12 fincas ubicadas en el sector Las Yaguas (Ver Cuadro) 

CUADRO, Bovinos mestizos reactores positivos mediante la prueba de inmunonuflorescencia indirecta (IFI)-IgG en 12 fincas del sector Las Yaguas en 1995.

Finca

Total Sueros

Positivos

Negativos

Positividad (%)

A

42

32

10

76,19

B

35

28

7

80,00

C

8

6

2

75,00

D

15

13

2

86,70

E

10

6

2

80,00

F

8

6

2

75,00

G

24

18

6

75,00

H

10

9

1

90,00

I

28

26

2

92,00

J

34

27

7

79,41

K

8

6

2

75,00

L

42

31

11

73,81

Total

264

210

54

79,55

En 264 muestras de suecos sanguíneos sometidos a IFI, resultaron 210 positivos y 54 negativos, obteniéndose un porcentaje de positividad del 79,55% a B bigemina. El porcentaje de prevalencia, entre fincas, osciló entre 73,81 a 92,90%, siendo la menor la finca L, la mayor la finca I, y un promedio entre fincas de 79,92%, (Ver Cuadro).

 Los resultados de la prueba IFI, realizada a bovinos de la zona revelan un 79,55 de positividad a B bigemina. La tasa de prevalencia constatada en este trabajo fue alta, y coinciden al compararlo con los estudios realizados por JAMES et al, (1985), 10 años antes, quienes aplicando la técnica de IFI y utilizando sueros bovinos procedentes de rebaños de la región centro occidental (Lara, Falcón, Yaracuy y Portuguesa) encontraron una prevalencia para B. bigemina de 78,2%. Este resultado sugiere que la B. bigemina tiene un alto grado de transmisión entre el hospedador y la alta población de vectores, sobre todo en época seca.

 El incremento en la prevalencia serológica de B. bigemina podría deberse al grado de infectividad del vector B. microplus y subsecuentemente a la alta rata de inoculación en el ganado (MAHONEY y MIRRE, 1971). Ambos factores contribuirían a la estabilidad enzoótica (MAHONEY y ROSS, 1972). 

Las prevalencias encontradas en este trabajo son también distintas de las verificadas en regiones ecológicamente similares de Venezuela, como el Zulia. En ese estado fueron encontrados prevalencias de 53,9 y 51,6%, para B. bigemina y B. bovis, respectivamente (SIMOES et al., 1995).

 Los resultados de esta investigación muestran y confirman los trabajos de otros investigadores como TORO et al. (1980) quienes mencionan que la babesiosis bovina está ampliamente diseminada en el país, debido a la abundante distribución del vector biológico B. microplus

Las diferencias en el número de bovinos seropositivos a B. bigemina, en las diferentes fincas, en la misma región puede ser debida a la tasa de infección para las garrapatas y subsecuentemente a una variación en la tasa de inoculación de los bovinos (FAO, 1991). 

Al igual que en los trabajos de JAMES et al. (1985), los resultados obtenidos en esta investigación sugieren que el sector Las Yaguas es un área endémica para babesiosis bovina. 

Algunos países tropicales presentan bajos índices de prevalencia. En Guyana, APPLEWHAITE et al. (1981) determinaron prevalencia serológica, mediante IFI, arrojando valores de 80% y 61% para B. bigemina y B. bovis, respectivamente. En Cuba, ALONSO et al. (1988), determinaron prevalencia serológica por IFI, encontrando valores de 35% y 29% para B. bigemina y B. bovis, respectivamente. En Santa Lucía, HUGH-JONES (1983) por IFI, revelan valores de prevalencia de 56% para B. bigemina y 20-41% para B. bovis. En Uruguay, NARI y SOLARI (1991) mediante IFI, presentaron valores de prevalencia de 49,3% para S. bovis y 12,9%  B. bigemina.

En Venezuela, TORO et al. (1980) mediante IFI, señalaron un índice general de 45,3% y para el estado Lara, de 42,6% de positividad.

Si se toma como premisa el modelo de MAHONEY y ROSS (1972), el número de focos en Venezuela se ha incrementado (MAC, 1990; 1986), destacándose que para 1980 sólo habían 49 casos de babesiosis, mientras que para 1990 se ubicaban en 220 focos. Esto índica un aparente repunte de la enfermedad, lo que sugiere que es conveniente profundizar y actualizar los estudios para obtener la prevalencia real en el país.

 En otros países, de igual latitud que Venezuela se han venido realizando estudios similares. En Brasil, MADRUGA et al. (1986) aplicando IFI, detectaron 100% de positividad para B. bigemina y 97,9% para B. bovis. En México, FERNÁNDEZ et al. (1995) usando pruebas serológicas, han encontrado prevalencias en diferentes áreas del país con valores de 12,4%,69,2%, 59,9%, 77,6% y 77%; lo cual permite suponer diversidad de índices de prevalencia según la zona de estudio.

 En sus trabajos SMITH (1982) describe el término de inestabilidad enzoótica, en la cual ciertos animales de un rebaño no se infectan con anaplasma o babesia, sino hasta un buen tiempo después de su nacimiento, a pesar de haber estado expuestos a garrapatas. Por su parte, TORO et al. (1980) sostiene que la resistencia contra la babesiosis depende de un estado coinfeccioso conocido como premunición, donde existe una relación de convivencia entre hospedador y parásitos. Así mismo RIEK (1968) considera que los animales que se infectan muy jóvenes, edad en la cual poseen inmunidad natural contra la infección, desarrollan resistencia y el estado de portador adquirido garantiza su protección en edad adulta.

 Mientras que MAHONEY y ROSS (1972) indica que la inestabilidad o estabilidad de la infección dependerá del número de portadores sanos presentes en el rebaño, existiendo una relación de probabilidad inversa entre el número de portadores y el riesgo a la infección clínica. 

Sin embargo, MAHONEY y ROSS (1972) plantean un modelo matemático de simulación epidemiológica basado en el análisis de los factores epizootiológicos implicados en el control de la babesiosis bovina. En Australia dicho modelo señala que es necesario un 75 a 100% de bovinos portadores para lograr la estabilidad, garantizar la protección del rebaño y minimizar los riesgos de brotes y casos clínicos.

Considerando la premisa del modelo de MAHONEY y ROSS (1972) se puede señalar que el estado epizootiológico del rebaño muestreado en Las Yaguas es estable con un 79,55% de bovinos portadores.

 MELÉNDEZ (1990) considera beneficioso que haya una alta prevalencia y transmisibilidad de las babesias entre bovinos mestizos de una región, ya que estos animales quedarán premunidos, es decir, se harán resistentes y no sufrirán la enfermedad en forma aguda. 

Al tomar en cuenta las consideraciones descritas por estos autores y los resultados obtenidos en el presente trabajo, se puede afirmar, que en Las Yaguas existe una relación de equilibrio entre los componentes Babesia spp-bovino-B. microplus y como consecuencia de ese hecho existe estabilidad enzoótica de la babesiosis bovina mencionados por trabajos anteriores para la región centro occidental de Venezuela por JAMES el al. (1985) y comprobado a nivel internacional en los estudios realizados por MAHONEY y ROSS (1972), quienes determinaron que la babesiosis es una enfermedad estable, otorgando un beneficio de resistencia a los bovinos en esta región. 

Finalmente, es de interés indicar que en una región fisiográfica pueden ocurrir diferentes situaciones epidemiológicas, lo cual es importante considerar en la formulación de programas de prevención y control. 

CONCLUSIONES

  •  En el sector Las Yaguas, Carora, estado Lara se detectó una alta prevalencia de babesiosis (79,55%), lo cual coincide con los meses de mayor población de B. microplus, y sugiere una probable estabilidad enzoótica de la enfermedad.

  • Deben tomarse medidas preventivas para la prevalencia, basados en el suficiente conocimiento acerca del estado inmune de todo los rebaños (grupos etarios) y de la dinámica de transmisión de estos protozoarios, pues el eliminar la población de vectores de forma drástica y artificial puede conllevar a la aparición de brotes. 

  • Dada la alta prevalencia de anticuerpos contra de B. bigemina, la protección que presentan estos bovinos a la enfermedad es muy confiable.

SUMMARY 

In order to know the prevalence of bovine babesiosis in Las Yaguas, Carora, Lara State, Venezuela, serum samples were tested by the indirect fluorescent antibody technique (IFA). Out of 264 samples examined, 210 (79.55%) were positive reactors. The general mean of positive reactor observed (79.55%) would appear to demos trate estability of the infeccción. 

Key Words: Babesia bigemina; seroprevalence; bovines. 

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