Veterinaria tropical. 25(2):285-290.2000

NOTA

Cryptosporidium parvum EN BÚFALOS DE UNA FINCA DEL MUNICIPIO 
MARA, ESTADO ZULIA-VENEZUELA

Queyla Surumay-Vílchez* y Yoalis Sandoval**

*Investigadora y
**Técnico Asociado a la Investigación. INIA
Centro de lnvestigaciones Agropecuarias del
Estado Zulia. Laboratotio de Parasitologia
Apdo. 1316, estado Zulia. Venezuela

Recibido: julio 4. 2001


RESUMEN

Es  reseñada por primera vez la presencia del protozoo Cryptosporidum parvum en búfalos (Bubalus bubalis) provenientes de una finca ubicada en municipio Mara del estado Zulia. Se analizó un total de 63 muestras fecales de dos grupos etarios de búfalos: menores de 4 semanas y mayores de 4 semanas de edad. Las muestras fueron procesadas en el laboratorio de Parasitología del Centro de Investigaciones Agropecuarias del Estado Zulia, mediante la tendencia de coloración de Kinyoun. Se reportan 17 animales positivos (23,81%) en el grupo etrario mayor de 4 semanas de edad.

Palabras Clave: Cryptosporidiun parvum; Bubalus bubalis; salud pública.

INTRODUCCION

El búfalo (Bubalus bubalis) es un bóvido multipropósito que proporciona leche, carne y trabajo (Carrero, 1991). La explotación comercial de búfalos en Venezuela presenta amplias perspectivas como aporte de otra fuente de proteina animal, con amplias ventajas frente a la especie bovina, entre las que destaca la resistencia a las enfermedades (Griffiths, 1974) y su poder de adaptación a temperaturas elevadas, alta humedad, terrenos cenagosos y habilidad para aprovechar los forrajes pobres en nutrimentos  (Ferrer et al., 1973; McCool, 1992).

El protozoo Cryptosporidum es considerado un enteropatógeno prevalente en bóvidos y responsable de la criptosporidiosis intestinal. Existen dos especies que afectan a los bóvidos: Cryptosporidium parvum  y Cryptosporidium muris , pero sólo ha sido señalado el C. parvum como responsable de la criptosporidiosis en bóvidos (Current, 1993) y en el hombre (Chacin Bonilla, 1995). Se pensaba el Cryptosporidium spp. era un oportunista y generalmente se le encontraba asociado a otros enteropatógenos; pero en estudios posteriores se ha logrado aislarlo como agente primario en animales con cuadros diarréicos severos (Garber et al., 1994). El primer caso en bóvidos fue reseñado por Panciera et al., (1971), despues han sido realizados numerosos estudios en diferentes países (Reynolds et al., 1986; Aurich et al., 1990).

Otros microorganismos enteropatogenos, bacterias, virus y parásitos, estan asociados a la presencia del Cryptosporidium spp. Se transmite entre las especies animales y el hombre, por contacto directo con heces de animales infectados (Casamore et al., 1985; Chacín-Bonilla, 1995). La excreción de oocitos ha sido observada en bóvidos adultos (Current, 1985;  Scoot et al., 1994) y en humanos inmunode-ficientes e inmunocompetentes (Sther-Green et al., 1987; Ongerth et al., 1989). El mecanismo por el cual C Parvum causa diarrea se desconoce, aunque Sloper et al. (1982) consideran  que podría ser debido a la mala absorción por la atrofia de las vellosidades y consiguiente disminución del Area de absorción y de las enzimas. El daño intestinal está relacionado a la severidad de la infección Genta et al. (1993).

El objetivo de este estudio fue reconocer las prevalencias de esta parasitosis en la zona; ya que representa un grave problema en salud pública y se reseña por primera vez la presencia de Cryptosporidium  parvum en búfalos del municiplo Mara, estado Zulia, Venezuela.

MATERIALES Y MÉTODOS

Se recolectaron 63 muestras fecales de búfalos de raza mestiza Murrah, Nili-Rabi y Mediterránea, divididos en dos grupos etrarios,            < meses y > de 4 meses de edad, provenientes de una finca ubicada en las márgenes del río Limón del sector Colorado, municipio Mara-estado Zulia (10° 03 Latitud Norte y 72° 03 Longitud Oeste), bosque muy seco tropical (12) con temperatura y precipitación promedio anual de 29 °C y 909 mm, respectivamente.

Las muestras fueron recolectadas directamente del recto de los animales y almacenadas a 10°C  hasta el momento de ser procesadas. Para el análisis de las muestras se utilizó la técnica de Kinyoun, específica para Cryptosporidium  (Kinyoun, 1915).

RESULTADOS Y DISCUSIÓN

Los oocistos de C. parvum  fueron observados al microscopio (100x) como corpúsculos esferoidales a redondos, de color rosa intenso con inclusiones citoplasmáticas negruzcas, con un tamaño entre 4,5 y 5,6 µm.

Del total de muestras analizadas, 17 (23,81%) resultaron positivas a C. Parum en animales mayores de cuatro semanas, no se evidenciaron animales positivos en animales < 4 semanas. Los animales presentaban cuadros diarreicos, muchas veces de tipo intermitente, con bajo peso corporal y parasitosis múltiples. Estos resultados concuerdan con los hallados por Anderson et al. (1991), 56% de prevalencia, en Idaho, y 75% en Maryland, por Leek y Fayer (1984), en animales mayores a un mes de edad; pero no así con los resultados de Ongerth et al. (1989) quienes encontraron 51% de prevalencia en bóvidos jóvenes (1-3 semanas), en Washington State, USA.

También se han reseñado infecciones subclínicas en animales adultos, entre 12 y 18 meses de edad, por lo que se consideran portadores permanentes dentro del rebaño y fuente potencial para infectar a animales jóvenes  (Garber et al., 1994). Algunos estudios, por lo contrario indican que no existen diferencias en la frecuencia de infección entre los grupos etarios de animales (Taminelli et al., 1989).

En Venezuela, Surumay y Alfaro (2000) señalan prevalencias en el estado Monagas de 29,3% para el  C.parvum, por lo que se estima que este patógeno es frecuente en los rebaños del país, y es causante de morbilidad y mortalidad. Se sugiere realizar estudios más amplios acerca de este protozoo en Venezuela ya que es un parásito cosmopolita que afecta gran variedad de animales vertebrados y al hombre, especialmente individuos tanto inmunocompetentes como inmunosuprimidos o inmunodeficientes, constituyendo un grave problema de salud pública.

SUMMARY

The presence og the protozoan Cryptospotidium  parvum  is reported for the first time in buffaloes (Blibalus bubalus) of a farm located in Mara municipium of Zulia State. A total of 63 of faecal samples belonging to two different age groups, younger than four weeks of age older than four weeks of age, were analyzed. Samples were processed at the Parasitology Laboratory of the Centro de Investigaciones Agropecuarias  del Estado Zulia, using Kinyoun coloring technique. Results indicated 17 (23,81%) positive animals in the age group older than four weeks.

Key Words: Cryptosporidium spp.; Bubalus bubalus; Zulia State.

BIBLIOGRAFÍA

ANDERSON, B. and M. BULGIN. 1981. Enteritis caused by Criptosporidium in calves. Met. Med. Small Animal Clin. 76: 865-868.

AURICH, J. E., I. DOBRINSKI and E. GRUNET. 1990. Intestinal cryptosporidiosis in calves in dairy farm. Vet. Rec. 127:380-381. 

CARRERO, P. C. J. 1991. Búfalo de agua "El oro negro" de las zonas marginales venezolanas. Maracaibo, Ven. II Jornadas de Investigación en la reproducción Animal. 29-30 de noviembre. p. 1-27.

CASAMORE, D., R. SANAS and CURRY. 1985 Criptosporidium species a new human pathogen. J. Clin. Pathol. 38:1 321-1 336.

CHACÍN-BONILLA, L. 1995. Criptosporidiosis en humanos. Revisión Investigaciones Clínicas 36(4):207-250.

CURRENT, W. L. 1983. Criptosporidiosis. J. Vet. Med. Assoc. 187:1 334-1 338.

GARBER, L. P., M. D. SALMAN, H. S. HURD, T. KEEFE and J. L. SHALATER. 1994. Potential risk factors for Crystosporidium infection in dairy calves. J. Am. Vet. Assoc. 25(l):

GENTA, R. M., C. L. CHAPPELL, A. C. WHITE Jr., K. T. KIMBALL and R. W. GOODGAMER. 1993. Duodenal morphology and intensity of infection in AIDS- related intestinal criptosporidiosis. Gastroenterology 105:1 769-1 775.

GRIFFITHS, R. B. 1974. Paarasites and parasitic disease. In: Cockrill, W. R. The husbandry and health of the domestic bufalo. Roma. FAO 995 p.

HEAT, S. E. 1992. Neonatal diarrea in calves diagnosis and investigations in problems herds. Compend. Contin. Edu. Pract. Vet. 14: 995-1002.

LEEK, N. G. and R. FAYER. 1984. Prevalence of  Criptosporidium  infections and their relations to diarrhea in calves on dairy farms in Meryland. Proc. Helminthol. Soc. Wash. 51:360-361

McCOOL, C. 1992. Bufalo and Bali cattle exploration their reproductive behavior and fhysiology. Trop. Animal Health Prod. 24:165-172.

ONGERTH, J. E. and H. H. STIBSS. 1989. Prevalence of Cryptosporidium infection in dairy calves in Western Washington. Am. J. Vet. Res. 50:1 069 -1 070.

PANCIERA, R. J., R. W. THOMASSEN and F. M. GARNER. 1971. Cryptosporidial infection in dairy calves in a calf. Vet. Pathol. 8:479-484.

REYNOLDS, D. J., J. H. MORGAN, N. CHANTER, P. W. JONES, J. C. BRIDGER, T. G. DEBNEY and K. BUNCH. 1986. Microbiology of calf diarrhoea in Southern Britain. Vet. Rec. 119:34-39.

SCOOT, C. A., V. SMITH and H. A. GIBSS. 1994. Excretion of Cryptosporidium parvum oocyst bay herd of beef suckler cows. The Veterinary Record. 134:172.

SLOPER, K. S., R. R. DOURMASHKIN, R. B. BIRD and A. D. B. WEBSTER. 1982. Chronic malabsorption due to criptosporidiosis in a child inmunoglobun deficency gut. 23:80-82.

STHER-GREEN, J. K., L. McCAIG, H. M. REMSEN, C. RAINS, M. FOX and D. D. JURANKEN. 1987. Shedding of oocyst inmocompetent individuos  infeted with Cryptosporidium. Am. J. Trop. Med. Hyg. 36:338-342.

SURUMAY, Q. y L. POTE. 1999. Concurrent infections of' Criptosporidium y Giardia in dairy farms Mississippi State, USA. Revista Científica. IX, (5):519-523.

SURUMAY, Q. y C. ALFARO. 2000. Criptosporidium spp. en bovinos jovenes de fincas de la región oriental de Venezuela. Revista de Investigación Clínica. 41(4):245-250.