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Veterinaria
Trop. 27(1): 5-15. 2002 Luz
A. Pino* y Gustavo Morales C. * Recibido: abril 05, 2002 |
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RESUMEN Un
total de 67 ovinos criados en condiciones de estabulaci�n, fueron
examinados mediante la t�cnica coprosc�pica cuantitativa de McMaster,
usando soluci�n de NaCl sobresaturada como l�quido de flotaci�n. Se
detectaron altas prevalencias de estr�ngilos digestivos y de Eimeria
spp. (58,2% y 74,6%, respectivamente). Los valores de la prevalencia
resultaron siempre altos independientemente del sexo o la edad de los
ovinos estudiados. S�lo se encontraron diferencias estad�sticamente
significativas para los recuentos de ooquistes por gramo de heces de Eimeria
spp., en relaci�n a la edad de los ovinos (P<0,05). El
coeficiente de agregaci�n K, result� con valores muy bajos, inferiores
al, para ambos grupos de par�sitos, lo que es indicativo de la elevada
sobredispersi�n tanto de los huevos de estr�ngilos digestivos (K:
0,05) como de los ooquistes de Eimeria spp. (K:O,1) en las heces
de los animales estudiados. Esta alta agregaci�n (K<3) concuerda con
los bajos porcentajes de animales con elevadas cargas (25% para estr�ngilos
digestivos y 6% para Eimeria spp.), indicando el efecto de la
heterogeneidad de la susceptibilidad al interior del reba�o. Palabras
Clave:
Estr�ngilos digestivos; Eimeria spp.; distribuci�n estad�stica;
abundancia; ovinos; condiciones de estabulaci�n. INTRODUCCI�N El
parasitismo gastrointestinal constituye uno de los factores limitantes
de la explotaci�n de rumiantes en el tr�pico (Fabiyi, 1987), debido a
que disminuyen
la producci�n, pueden ocasionar la muerte de los animales infectados,
aunado al alto costo de los antihelm�nticos (Baker, 1999). La
determinaci�n de la distribuci�n de frecuencias de las cargas
parasitarias al interior de la poblaci�n de hospedadores es de gran
inter�s debido a su efecto sobre la regulaci�n de par�sitos en la
poblaci�n de hospedadores (Anderson, 1982) y a su importancia en la
formulaci�n de estrategias de control de los par�sitos que afectan a
los peque�os rumiantes (Morales et al., 1998). En
condiciones naturales es muy frecuente encontrar infecciones mixtas por
nematodos y coccidias. Las formas de diseminaci�n de estos dos grupos
de par�sitos (huevos y ooquistes) presentan una distribuci�n
contagiosa o sobredispersada en las heces de los hospedadores;
indicativo de que s�lo algunos animales concentran las m�s altas
cargas y por lo tanto es recomendable para el control qu�mico la
aplicaci�n del quimioter�pico en el sector de la poblaci�n donde los
par�sitos est�n concentrados (Morales et al., 1998). Morales
(1988) plantea la importancia de incluir en las encuestas epidemiol�gicas,
la informaci�n concerniente a la prevalencia y la frecuencia de los par�sitos
presentes, aunado al valor de los coeficientes de agregaci�n; con el
fin de orientar de manera m�s precisa la utilizaci�n del antihelm�ntico
y la selecci�n de animales a tratar. Basados en esas premisas, se
plante� como objetivo del presente trabajo determinar la distribuci�n
estad�stica de los huevos de estr�ngilos digestivos y de los ooquistes
de Eimeria spp., en las heces de ovinos alimentados con pasto
cortado en un potrero en el cual se alimentaban otros ovino s sometidos
a tratamientos antihelm�nticos frecuentes. MATERIALES
Y M�TODOS �rea
de estudio El
trabajo fue llevado a cabo en la estaci�n ganadera de Centeno,
perteneciente al Ministerio de Agricultura, Tierra y Recursos Mar�timos
de Trinidad y Tobago. El clima en la zona es tropical, con una
temperatura diaria promedio de 29 �C y una distribuci�n
bimodal de las lluvias en dos estaciones: seca, desde enero hasta mayo y
lluviosa desde junio a diciembre: La vegetaci�n est� compuesta por Acacia
margium, Digitaria spp., Pennisetum purpureum y Brachiaria erecta. M�todos
Parasitol�gicos Debido
a su bajo costo, f�cil aplicaci�n y capacidad diagn�stica, la
coproscop�a cuantitativa ha sido ampliamente usada en estudios
epidemiol�gicos de helmintosis gastrointestinales de ovinos, caprinos
(McKenna, 1985) y de bovinos (Morales et al., 1995). En este
estudio se utiliz� la t�cnica coprosc�pica cuantitativa de McMaster
con soluci�n de NaCl sobresaturada como l�quido de flotaci�n (d:
1,18-1,20). Los
recuentos de huevos y de ooquistes, fueron expresados como n�mero de
huevos por gramo de heces (hpg) y n�mero de ooquistes por gramo de
heces (opg) seg�n Urquhart et al., 1999. En el presente trabajo
se emplearon 67 ovinos de la raza Barbados Barriga Negra criados bajo
condiciones de estabulaci�n y alimentados con pasto de corte
proveniente de potreros donde pastoreaban otros rumiantes,
principalmente ovinos. An�lisis
de los datos Los
t�rminos de prevalencia (porcentaje de animales infectados) y
abundancia (media aritm�tica del recuento de hpg y de los opg) fueron
utilizados de acuerdo a la definici�n de Margolis et al. (1982). El
fen�meno de la sobredispersi�n de los individuos fue descrita por
Bliss y Fisher (1953) y en este estudio se refiere a la distribuci�n de
frecuencias de los hpg y los opg en las heces de los animales
estudiados, en los cuales s�lo algunos de ellos concentraban los
niveles m�s elevados de las mencionadas formas de diseminaci�n de los
par�sitos. La sobredispersi�n fue medida mediante el par�metro de
contagio de la binomial negativa, el cual es una medida inversa del
grado de agregaci�n de los par�sitos o de sus formas de diseminaci�n
en las heces (Morales y Pino, 1995). Se
definieron como animales con altas cargas, aquellos que resultaron con
recuentos superiores a los 1000 hpg de estr�ngilos digestivos o con m�s
de 3 000 opg de Eimeria spp. (Morales et al., 1998). An�lisis
estad�stico Considerando
que los datos obtenidos no presentaban una distribuci�n normal, se
utilizaron s�lo m�todos estad�sticos no param�tricos como el U de
Mann y Whitney y el an�lisis de varianza de Kruskal- Wallis (Morales y
Pino, 1995) a un nivel de probabilidad de P< 0,05. RESULTADOS
Y DISCUSI�N En
el Cuadro 1 se observa la elevada prevalencia tanto para los par�sitos
del orden Strongylida (estr�ngilos digestivos) como para Eimeria
spp., en los animales estudiados, con porcentajes de 58,2% y 74,6%,
respectivamente; mientras que los valores de la abundancia fueron bajos.
En el mismo cuadro se presentan los valores del coeficiente K muy bajos
para ambos grupos de par�sitos, indicativos de una disposici�n
espacial sobredispersada en las heces de los animales estudiados; esto
se ve reflejado en los a su vez bajos porcentajes de animales con altas
cargas, 25,4% y 6% para los estr�ngilos digestivos y Eimeria spp.,
respectivamente.
Cuando
los animales estudiados fueron clasificados en funci�n del sexo (Cuadro
2) no se observaron diferencias estad�sticamente significativas en los
recuentos de hpg de estr�ngilos digestivos. Los valores de la
prevalencia resultaron para ambos grupos bastante pr�ximos 53,3% y
68,2% para hembras y machos, respectivamente. Los porcentajes de
animales con altas cargas y bajos valores del coeficiente K, para los
huevos de estr�ngilos digestivos, tambi�n estuvieron bastante pr�ximos
para ambos lotes, indicativos de elevada sobredispersi�n y
concentraci�n de las cargas m�s elevadas en muy pocos animales. En
el Cuadro 3 se presentan los valores promedios de los recuentos de hpg
de estr�ngilos digestivos en los animales estudiados, clasificados en
tres grupos de edad (<1 a�o, 1 a 3 a�os y >3 a�os), los cuales
no arrojaron diferencias estad�sticamente significativas. En el mismo
cuadro se ve el porcentaje de animales infectados por los mencionados
par�sitos, resultando superior en el grupo de menos edad (70%). Los
valores del coeficiente K y los porcentajes de animales con altas cargas
para los tres grupos de edad resultaron bajos y bastante pr�ximos para
los tres grupos de hospedadores mencionados.
En
lo que respecta a Eimeria spp., en el Cuadro 4 se presentan los
valores promedios de los opg en funci�n del sexo, los cuales a pesar de
la diferencia marcada de sus valores promedios, no arrojaron diferencias
estad�sticamente significativas, al ser comparados por la prueba U de
Mann- Whitney, sin embargo, se nota una tendencia a mayores cargas en
los machos que en las hembras, esto se compagina con los porcentajes de
animales con altas cargas, los cuales fueron de 18,8% y 0,
respectivamente. Los valores del coeficiente K fueron bajos e
indicativos de sobredispersi�n para ambos sexos. Al clasificar a los hospedadores en tres grupos de edad (Cuadro 5), el an�lisis de varianza de Kruskal- Wallis arroj� diferencias altamente significativas para los recuentos de opg de Eimeria spp. Los valores de la prevalencia resultaron muy elevados, sobre todo para los menores de 1 a�o (90%) y para los mayores de 3 a�os (77,1%). Los valores del Coeficiente K y los porcentajes de animales con altas cargas resultaron bastante bajos, reflejando la disposici�n en agregados de las cargas parasitarias en el seno de la poblaci�n de hospedadores.
La
coproscop�a cuantitativa contin�a siendo la metodolog�a que com�nmente
se emplea en el laboratorio (Morales et al., 1995; Urquhart et
al., 1999). Dicha t�cnica, adem�s de ser usada con fines diagn�sticos,
es el m�todo de elecci�n para estudios epidemiol�gicos, evaluaci�n
de programas de control de helmintos par�sitos y por �ltimo en los
planes de mejoramiento gen�tico; esta metodolog�a se ha incorporado
como criterio de la resistencia al parasitismo gastrointestinal (Baker,
1998), debido a su bajo costo, facilidad de aplicaci�n, rapidez y
capacidad diagn�stica (Morales et al., 2001). En
esta investigaci�n a pesar de que no se obtuvieron diferencias estad�sticamente
significativas a nivel del sexo de los ovinos estudiados, se observ�
una notable tendencia en los machos a presentar prevalencias m�s
elevadas y mayores niveles de parasitismo, sobre todo en el caso de Eimeria
spp. Esta diferencia entre las cargas parasitarias de machos y
hembras fue observada en bovinos por otros autores (Herd et al.,
1992, Morales et al., 2001). Seg�n Ansar et al. (1985) es
probable que la mayor resistencia de las hembras al parasitismo se deba
a que los estr�genos producen ciertos cambios bioqu�micos que conducen
a un incremento en la inmunidad humoral, mientras que las hormonas
masculinas tienden a suprimir la respuesta humoral y celular (Ansar et
al., 1985) y por ende incrementa en los machos la susceptibilidad y
la patogenicidad de las parasitosis. El
efecto de las parasitosis gastrointestinales sobre la productividad del
reba�o est� estrechamente relacionado con el nivel de infecci�n y con
el patr�n de disposici�n espacial de los par�sitos en los
hospedadores. Cuando la patogenicidad del par�sito es elevada, su acci�n
delet�rea sobre la poblaci�n hospedadora se ve minimizada por la
sobredispersi�n de la carga parasitaria (Barger, 1985). En efecto, en
el presente estudio se evidenci� que a pesar de la elevada prevalencia
de los estr�ngilos digestivos y de Eimeria spp., s�lo algunos
animales en el reba�o mostraron altos niveles de infecci�n. Adem�s
se observ� que aunque los animales se manten�an en estabulaci�n y
eran alimentados con pasto de corte, la mencionada sobre dispersi�n de
los par�sitos en el reba�o se mantuvo, reflejando la heterogeneidad en
la susceptibilidad y en la resistencia de los ovinos con respecto a la
infecci�n parasitaria (Morales et al., 1998). Estos resultados
sugieren que es el comportamiento de los animales en el potrero lo que
determina la heterogeneidad en los niveles de infecci�n al interior del
reba�o, ya que los ovinos estaban estabulados todo el tiempo y se les
suministraba el pasto de corte, imposibilitando cualquier tipo de
escogencia por parte del animal. Los
resultados revelan la importancia de hacer el seguimiento de la situaci�n
del parasitismo en las explotaciones mediante estudios coprol�gicos
cuantitativos, ya que adem�s de facilitar la obtenci�n de informaci�n
concerniente a prevalencia y abundancia, permiten realizar el c�lculo
del coeficiente de agregaci�n, a fin de tener informaci�n precisa del
grado de agregaci�n de los par�sitos presentes en la poblaci�n
hospedadora. Dicho seguimiento es �til como criterio para el
tratamiento selectivo de los animales acumuladores de par�sitos o
animales con altas cargas (wormy animals) y de gran importancia en la
din�mica de la transmisi�n de las parasitosis, ya que constituyen la
mayor fuente de contaminaci�n ambiental y por ende de infecci�n para
otros animales del reba�o (Morales et al., 1998; Barger, 1985;
Morales et al., 2001). El
hecho de que la sobredispersi�n de las cargas parasitarias en los
animales estabulados sea similar a la observada en los animales criados
a pastoreo (Morales, 1989; Morales et al., 1998), destaca la
importancia de la realizaci�n de programas de selecci�n, considerando
la resistencia a la infecci�n parasitaria, como v�a para minimizar los
costos de producci�n al limitar al m�ximo la frecuencia de los
tratamientos antihelm�nticos. SUMMARY A
total of 67 sheep reared under pen conditions, were coprologically
examined using McMaster counting slide and a saturated sodium chloride
solution as flotation liquid. Strongyle eggs and Eimeria spp.,
oocysts showed a high prevalence, 58.2% and 74.6% respectively. The
values of the prevalence were always high, independently of sex or age
of sheep. Statistical differences were only found in oocyst counts when
the age groups of sheep were considered (P<0.05). Distribution ofboth
Strongyle egg and Eimeria spp., oocyst counts were overdispersed
(K= 0.05 and K= 0.1 respectively). Therefore, only few animal s were
c1assified with high level of infection. Thus, targeting drug treatment
and selection of resistant sheep to the Strongylid infection is
recommended. Key
Words:
Strongyle; Eimeria spp.; overdispersion; pen conditions; sheep;
statistical distribution; abundance. BIBLIOGRAF�A ANDERSON,
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