Veterinaria Tropical, 6: 9-22. 1981 LA ESPECIE CAPRINA Y EL ECOSISTEMA PASTIZAL ESPINAR EN EL VALLE DE BARAGUA- ESTADO LARA GILBERTO DURAN* e ISRAEL GARCÍA M.* *Universidad Centro Occidental Lisandro Alvarado. Recibido: junio 11, 1982. |
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RESUMEN El Valle de Baragua, situado al Norte del Estado Lara, Venezuela, está enmarcado dentro del bosque muy seco tropical y el bosque espinoso premontano. La precipitación anual oscila entre los 500 y 800 m m y la temperatura promedio es de 27°C. La vegetación comprende tres estratos: inferior, medio o arbustivo y superior o arbóreo. Se describen 24 especies y las partes de las mismas más aceptadas por el animal. Las especies son: Altemanthera ficoidea, Agave cocui, Opuntia wentiana, Cactus caesius, Cordia curassavica, Wedelia caracasana, Sporobolus pyramidatus, Trichachne insularis, Aloe vera, Ipomea carnea, Acacia tamarindifolia, Malpighia glabra, Cassia tora, Cassia occidentalis, Lippia origanoides, Bulnesia arborea, Pithecollobium ungis-gati, Tabebuia bilbergii, Prosopis juliflora, Caesalpinia coriaria, Acacia macrocantha, Cercidium praecox, Ritterocereus griseus y Rhodocactus guamacho. El análisis químico determinó que estas especies forrajeras tienen un alto contenido proteico; 43 % de las especies tienen más del 15 % de P .C.; 67 % tienen un 10 % de P .C. Únicamente el Agave cocui, la Opuntia wentiana, el Cactus caesius y el Sporobolus pyramidatus tienen un porcentaje insuficiente para cubrir las necesidades de proteína para mantenimiento de los caprinos de la zona. Las cenizas y el extracto etéreo revelan igualmente valores muy altos en algunas plantas lo cual lleva a presumir que los animales cubren sus necesidades de minerales y energía con el solo consumo de los forrajes. Para la fibra cruda los valores indican que el 75 % de las especies analizadas poseen menos del 30 %, indicando la posibilidad de una alta digestibilidad Los resultados demuestran que las especies estudiadas poseen alta cantidad de nutrientes, casi completamente diferente a la región de los llanos donde el problema de los forrajes es la baja concentración de energía y proteína.
A pesar de la importancia que en Latinoamérica y
específicamente para Venezuela tienen los ovinos y caprinos, su
explotación es muy baja rentabilidad y sólo en los Últimos quince años
han sido considerad en la política agropecuaria de las zonas áridas,
dentro de planes que involucran fomento e investigación de estas
especies, Cuyos logros se traducirían en una mayor rentabilidad
de la cría Como negocio a corto y mediano plazo1
En Venezuela CASTILLO5 señala que más del 85 % d las cabezas caprinas del país están ubicadas en las zonas áridas. Según informaciones de la FAO7, se observa
que la contribución de los caprinos en carne y leche, a los totales
producidos por los ovinos y bovinos, de 2,93% y 1,70%,
respectivamente. Cuando esta observa ión se limita a los Estudios realizados en la Zona Árida de Venezuela por CARRASO3, indican que la cría de caprinos está dirigida al autoconsumo siendo muy pocos aquellos casos que presentan características de explotación productiva, caracterizándose más bien por su condición de marginalidad y baja rentabilidad. La situación en otros países del mundo no debe ser referente ya que esta especie se ha mantenido marginada desde tiempos inmemoriales, y ocupando aquellas áreas de pastoreo donde otras especies domésticas apenas podrían subsistir. La irregularidad de la tenencia de la tierra, la
desorganización de los criadores que inciden en forma negativa en la
productividad de esta explotación en nuestro país, según lo señalan
GALEO y LEAL8 LE HOVEROU12 afirma que es innegable que el sobrepastoreo realizado en zonas áridas y semiáridas conduce a la pérdida del área en cuestión como fuente alimenticia: esto ocurre con las especies perennes o nativas que no pueden reestablecerse una vez que han sido destruidas y por lo tanto son sustituidas por plantas anuales muchas veces no palatables. Este cambio va acompañado por supuesto de un proceso erosivo en el suelo, el cual con la ayuda de factores climáticos y la ausencia de lluvias, conducen al fenómeno llamado desertización. Al estudiar el problema de la desertización en el Norte de M rica, concluye que la degradación de la vegetación es debido a la acción del hombre a través de sus actividades de sustentación. CASTILLO6, al analizar los resultados de la campaña de erradicación de caprinos, desarrollada en el plano costanero del Estado Nueva Esparta- Venezuela, en la década de 1950, concluye que el daño ocasionado a la cobertura vegetal por el corte diario de madera era superior al causado por el ramoneo de los caprinos. El mismo autor escribe que la alimentación de los caprinos en las zonas áridas se basa en lo que puedan consumir en su constante ramoneo en las áreas naturales de pastoreo. Se ha comprobado que es un animal omnívoro que consume prácticamente todas las plantas disponibles en un área determinada, exceptuando lógicamente aquellas tóxicas o venenosas. Sin embargo, se puede afirmar igualmente que las principales comunidades señaladas como típicas del pastoreo de caprinos en los trópicos secos lo constituyen-el matorral caducifolio y el espinar. El matorral caducifolio presenta una masa vegetal más o menos densa con caracteres vegetativos equiparables a los del bosque en cuanto a perennidad y caducidad del follaje. Está constituido típicamente por arbolitos, arbustos y herbáceas leñosas, donde las características determinantes son la escasa talla de los individuos y la no existencia de un estrato definido. La mayoría de los individuos pierden su follaje durante determinada época del año. El espinar es una comunidad natural xerofítica que guarda relación con el matorral. La población característica está constituida por individuos dispersos y de áspera apariencia, de hojas generalmente dispersas, pequeñas o acuciformes y de follaje perenne. Por lo general, los individuos correspondientes a especies armadas son capaces de almacenar humedad en tejidos dispuestos para tal fin, otros profundizan sus raíces en busca de humedad, característica, que entre otras, los capacitan para sobrevivir en las difíciles condiciones del medio desértico o semidesértico en que generalmente habita. Según HORNST 9 el espacio vegetativo explotado por la cabra varía desde la superficie del suelo hasta la altura de la cabeza y en algunos casos por encima de ella. La gran capacidad de aprovechamiento de aquellos alimentos que no pueden ser utilizados efectivamente por otros rumiantes, la han convertido en la especie doméstica que utiliza las áreas marginales de pastoreo en los trópicos secos y donde ya otras especies, especialmente la vacuna y ovina, han agotado los mejores recursos. CARRERA4, al estudiar las plantas que consume el ganado caprino en las zonas áridas de México, concluye que la cabra tiene una tendencia a consumir especies arbustivas y retoños tiernos de plantas y que las gramíneas son consumidas en cantidades limitadas aunque existan en suficiente cantidad. Contrariamente, en Venezuela, MARTÍNEZ et al.13, trabajando con caprinos del Campo Experimental de Loma de León, en una zona semiárida del país, observan que las gramíneas fueron las plantas mayormente apetecidas. KNIGHT11 también observó en la zona árida de Kenya, África, una alta preferencia por las gramíneas tanto en la época seca como en la lluviosa. Otros autores como JORDAN10, STAPLES y HORNBY15 y WILSON16, indican que el consumo de gramíneas por parte de las cabras es mínimo y que no las utilizan en su dieta mientras existan arbustos palatables en el área. El estudio de la bibliografía sobre el comportamiento de la cabra en cuanto a hábitos alimenticios lleva a concluir lo controversial que resulta el estudio en lo que a gramíneas se refiere.
La investigación se llevó a cabo en el valle de Baragua, región comprendida en el Municipio Xaguas del Distrito Urdaneta del Estado Lara. La zona en estudio está enmarcada entre el bosque muy seco tropical y el bosque espinoso premontano cuya ubicación dentro del país es tanto en la zona costanera como en el interior del mismo. Los valores de precipitación más usuales van de los 250 a los 600 mm/año y donde la E.T.P. es de 2 a 4 veces la precipitación. La vegetación predominante en la zona está comprendida en tres estratos, inferior, medio o arbustivo y estrato superior o arbóreo, con mezcla de plantas espinosas y de árboles y arbustos usualmente deciduos. En la región ha ocurrido bastante deforestación para leña, carbón y cultivo de hortalizas. Se manejaron dos variables a saber:
2) Comportamiento, en libre pastoreo, de los caprinos en la mencionada zona. Con respecto ala primera variable, se recolectaron las especies forrajeras existentes al momento en la zona, haciendo la identificación respectiva de las mismas. La planta o parte de la misma consumida por los caprinos se llevó al Laboratorio de Nutrición de la Escuela de Ciencias Veterinarias de la Universidad Centroccidental Lisandro Alvarado, para su análisis bromatológico (proximal). Los análisis de laboratorio fueron efectuados según las Normas Oficiales de la A.O.A.C.2 Las determinaciones de materia seca, cenizas, proteína cruda y extracto etéreo se hicieron por duplicado. La recolección de las muestras se realizó previa consideración de una pequeña entrevista hecha a los criadores de las diferentes zonas del Municipio, para conocer la aceptabilidad, por parte de los animales, de las plantas o parte de ellas consumidas, su posible toxicidad, etc. La toma de muestras para los análisis bromatológicos
se llevó a cabo en diferentes zonas del área para, de esta forma, tener
una información general y significativa de las especies más apetecidas
por los caprinos en toda el área en estudio. La identificación botánica del material fue hecha por los autores y en caso de duda, se recurrió al Departamento de Botánica de la Escuela de Agronomía de la Universidad Centroccidental Lisandro Alvarado. Con respecto al comportamiento de los animales en libre pastoreo, el método utilizado fue el de la observación directa en las primeras horas de la mañana (6 am-11 am) durante un tiempo de 30 minutos. Los rebaños se observaron con y sin binóculos
examinándolos al azar, es decir, en cada zona. se seleccionó el rebaño
de un criador y se siguió al azar y por separado a diferentes animales a
una distancia próxima de 50 m, y se determinó su preferencia por las
especies de la zona, la forma y las partes ingeridas. Se observaron 50
animales aproximadamente.
En el tiempo en que se llevó a cabo el estudio, se detectaron 24 especies apetecidas por los caprinos en mayor o menor grado sin marcadas diferencias. A continuación se describen las principales plantas forrajeras y las partes de las mismas más consumidas por los caprinos en la zona. Para su clasificación las plantas se dividieron, según su porte, en tres estratos a saber: inferior o sotobosque, medio o arbustivo y superior o arbóreo. ESTRATO INFERIOR (SOTOBOSQUE) Nombre común: TARERO Nombre común: COCUY Nombre común: TUNA DE CABRA Nombre común: BUCHE Nombre común:
BUBA NEGRA Nombre común: BUBA AMARILLA Nombre común: PAJA DE CONEJO Nombre común: PAJA DE ZORRO Nombre común: ZABILA Nombre común: CAMPANUELA
Nombre común: SIERRA Nombre común: SEMERUCO Nombre común: CHIQUICHIQUE Nombre común: BRUSCA Nombre común: OREGANO ESTRATO SUPERIOR (ARBOREO) Nombre común: VERA Nombre común: PLATANICO Nombre común: CURARI Nombre común: CUJI Nombre común: DIVIDIVE Nombre común: UVEDA Nombre común: YABO Nombre común: CARDON DE LEF ARIA Nombre común: SUPIRE
Es importante señalar el alto porcentaje de proteína que tienen algunas de esas plantas: por encima de 20% se encuentran la Vera y el Cují. Entre 15 y 20% de proteína se incluyen el Curarí, la Brusca, la Uveda, la Sierra, la Buba Amarilla y el Tarero. Según el National Reserarch Council14 los requerimientos de proteína cruda para mantenimiento de un caprino de 40 kg de P.V. en zonas semiáridas son de 93 g/día, o sea de 7,70% de P.C. En las mismas condiciones, para producir 50 g de ganancia diaria, los requerimientos de proteína cruda son de 107 g diarios o sea 8,8% con un Consumo de 1,21 kg de M.S. Según estos requerimientos todas las plantas, excepto el Agave cocui, la Opuntia wentiana, el Cactus caesius y el Sporobolus piramidatus, tienen una concentración suficientemente alta de proteína para asegurar que desde el punto de vista de concentración de proteína, los caprinos en la zona, no necesitan suplementación adicional. Igualmente es importante resaltar loS valores de extracto etéreo que presentaron algunas plantas: la Uveda, 4,90% el Yabo, 5,90%; el Semeruco, 4,48%; la Buba Amarilla, 4,33 % y la Vera, 3,94%, valores que señalan la posibilidad de un alto contenido de energía. En cuanto a la fibra cruda, únicamente el Orégano, la
Buba Negra, el Platanico, y la Paja de Conejo, señalan valores superiores
al 30% de fibra cruda, indicando la alta digestibilidad de las otras
plantas con valores de fibra cruda inferiores al 30 %.
De igual manera, las cenizas revelan valores muy altos en algunas plantas lo que indicaría que los animales cubren sus necesidades minerales Con el solo Consumo de los forrajes de la Zona. Considerando los porcentajes de nutrientes señalados, se puede afirmar que la deficiencia nutricional de los caprinos de la Zona es de cantidad de materia seca y nutrientes y no de concentración de nutrientes, como sucede en los Llanos Venezolanos y en gran parte del resto del país, donde el problema alimenticio es la baja concentración de proteína y energía de los forrajes. Para solucionar este problema se recomienda la propagación de las mejores especies forrajeras autóctonas y de crecimiento rápido, así como la formulación de leyes que regularicen la tenencia de la tierra Con acotamientos cercados donde se puedan mejorar, aparte del pastizal, otros aspectos como reproducción y manejo de caprinos.
The Baragua Vallery , located in the extreme north
of the State of Lara, Venezuela, has 500 to 800 mm of anual
rainfall and 27°C average temperature with little monghly variation. The
vegetation is composed of disperse tall to low
1.- ANUARIO ESTADÍSTICO AGROPECUARIO. Dirección de Planificación y Estadística. Ministerio de Agricultura y Cría. Caracas. 1975. 2.- A. O. A. C. Official Methods & Analysis. 10th ed. Association of Agricultural Chemist . Washington, D. C. 1965. Coro, Venezuela. 1976. 4.- CARRERA, C. Utilización de la vegetación de zonas áridas con ganado caprino. Monterrey, México. 1968. p.219-224. 5.- CASTILLO, J. Alimentaci6n del ganado caprino. Programa Nacional de Investigación en Ovinos y Caprinos. Ministerio de Agricultura y Cría. Caracas. Boletín Informativo No.5: 34-42. 1974. 6.- CASTILLO, J. Estudio del sector Sur-Oriental de la Isla de Margarita, Estado Nueva Esparta. Vegetación y Ganadería. Ministerio de Agricultura y Cría. Caracas. 1966. 130p. 7.- F.A.O. Anuario de Producción. Vol.29. 1975. 8.- GALEO, F. y LEAL, D. Diagnóstico Socioeconómico de 83 Criadores de Caprinos del Distrito Toros, Estado Lara. Escuela de Ciencias Veterinarias, Universidad Centro-occidental. Barquisimeto. 1974. 103 p. 9.- HORNST, P. La importancia Económica del Ganado Caprino en los Trópicos y Sub-Trópicos. Animal Research Developed. 4: 70-86. 1976. 10.- JORDAN, S. M. Reclamation and pasture management in the semiarids areas of Kilui, District Kenya. East fric. Agric.J. 2: 84-88.1957. 11.- KNIGNT, J. Some observations on the feeding habits of goats in the south Baringo, District of Kenya. East Afric. Agric. and Forest. 30 (3): 182-188. 1965. 12.- LE HOVEROU, H. N. Deterioration of the ecological equilibrium in the arids zones of North Africa. Org. of the rech. Agron, Centre Volcani. Bet-Dagan. Israel. 1975. 13.- MARTINEZ, el at. Preferencia y análisis proximal en plantas consumidas por el ganado caprino en el campo experimental y de producción de caprinos Loma de León. Programa Nacional de Investigación en Ovinos y Caprinos. Ministerio de Agricultura y Cría. Caracas. Boletín Informativo No.2. p. 24-32..1972. 14.- NATIONAL RESEARCH COUNCIL. Nutrient Requirements of Goats: Angora, Dairyn and Meat Goats in Temperature and Tropical Countries. National Academy of Sciencies. Washington, D. C. 1981. 15.- STAPLES, R. y HORNBY, H. E. A study of comparative effects of goats and catlle on a mixed grass-hus pasture. East Afric. Agric J. 8: 62-70. 1962. 16.- WILSON, P. N. Studies of the browsing and reproductive behaviour of the East African Dwarf Goat. East. Afric.J. 28 (2): 138-147. 1957. |
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