Veterinaria Trop. 09: 47 - 56 1984 RESPUESTA
INMUNITARIA EN BOVINOS A LA VACUNACI�N NORIS PLAZA MORALES*, SARA PAPO VULKELIC** y ERASMO CUBILLAN R ** * Ministerio de
Sanidad y Asistencia Social, Sub-Regi�n Aragua, |
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RESUMEN Con la finalidad de cuantificar la respuesta inmunitaria inducida por dos vacunas antirr�bicas inactivadas, una simple y otra asociada con fiebre aftosa, se experiment� con dos grupos de bovinos primovacunados, pertenecientes a un Centro de Recr�a Nacional y en una zona considerada libre de rabia. A estos animales se les determin� el incremento, persistencia y decremento de sus niveles de anticuerpos antirr�bicos durante un a�o de trabajo. Los resultados obtenidos en esta experiencia demuestran que ambas vacunas inducen una buena respuesta inmunitaria al estar los niveles de anticuerpos antirr�bicos post-vacunaci�n por encima del valor m�nimo estimado de protecci�n hasta el final del experimento, resultando el hecho de que la vacuna asociada present� un valor antig�nico mayor que la vacuna simple y, por lo tanto, indujo altos niveles de anticuerpos contra la rabia. INTRODUCCI�N En Venezuela, desde hace muchos a�os, la producci�n ganadera se ha visto seriamente afectada por dos enfermedades virales como son la rabia y la fiebre aftosa. Una de las medidas para controlar estas enfermedades consiste en la inmunizaci�n activa de los reba�os expuestos. Es as� como se vienen aplicando vacunas antirr�bica y antiaftosa en forma separada, desde 1939 y 1951, respectivamente, despu�s de la confirmaci6n de estas enfermedades en el laboratorio (6,8); sin embargo, a pesar de ello, el avance de las mismas no ha sido a�n controlado. Hoy d�a se cuenta con diferentes tipos de vacunas, tanto a virus vivo como inactivadas (2,5); existen t�cnicas especificas para evaluar la respuesta inmunol�gica de estas vacunas en los animales vacunados (3,47) y se han realizado investigaciones en las cuales se ha logrado prolongar la acci�n inmunogen�tica de las vacunas inactivadas con la adici�n de sustancias adyuvantes, que producen una liberaci�n lenta del antigeno inducido (2,4,10). La epidemiolog�a de estas enfermedades (1,11) revela que en su propagaci�n est�n involucrados otros aspectos de origen ecol�gico, clim�tico, de manejo, etc., los cuales influyen negativamente en los intentos para alcanzar una amplia cobertura de control. De todos estos aspectos, el que representa un mayor problema es el de manejo de los reba�os, lo que provoca una baja en la cobertura de vacunaci�n, en especial en las explotaciones extensivas, hecho que se refleja en el mantenimiento constante de focos de estas enfermedades en grandes �reas del pa�s, por no disponerse muchas veces de productos biol�gicos que induzcan inmunidad por periodos razonables de tiempo. Esta situaci�n implica tener que movilizar los reba�os frecuentemente para su inmunizaci�n, raz�n por la que hoy d�a en algunos pa�ses se est�n produciendo vacunas asociadas, las cuales en una sola inyecci�n inducen inmunidad contra las enfermedades para las cuales fueron producidas, evit�ndose de esta forma la movilizaci�n peri�dica de los reba�os. El uso de una vacuna asociada aftosa-rabia, aplicada con las normas de un programa sanitario especial en las zonas o regiones geogr�ficas donde las dos enfermedades constituyen un problema econ�mico importante, constituir�a una alternativa para el control de estas enfermedades y disminuci�n de costos de operatividad por concepto de vacunaciones. Con esta finalidad, en la Secci�n de Rabia del Instituto de Investigaciones Veterinarias (CENIAP - FONAIAP) se llev� a cabo esta investigaci�n utilizando un peque�o lote de animales ubicados en un Centro de Recr�a Nacional, a los cuales se les estableci� la respuesta inmunitaria inducida por una vacuna antirr�bica simple y otra asociada (Rabia + Aftosa) durante un a�o de experimentaci�n. MATERIALES Y M�TODOS Se utiliz� un grupo de 61 mautas Nellore primovacunadas, pertenecientes al Centro de Recr�a San Carlos, estado Cojedes, propiedad del MAC-ACER. Este Centro de Recr�a est� ubicado en un �rea geogr�fica considerada libre de rabia. Los animales en referencia fueron divididos en dos grupos compuestos de 30 y 31 mautas. El primer grupo (RA) recibi� una vacuna antirr�bica de origen franc�s (Instituto Merieux), producida en cultivos de tejidos y asociada en la misma dosis con una vacuna antiaftosa bivalente (A-O), inactivada con betapropiolactona, coadyuvada con saponina y absorbida con hidr�xido de aluminio. El segundo grupo (RS) recibi� una vacuna antirr�bica simple, de igual origen que la asociada, producida en cultivo de tejido, inactivada con betapropiolactona y absorbida con hidr�xido de aluminio, ambos grupos fueron inyectados con la dosis y v�a de inoculaci�n que recomienda el laboratorio productor, en este caso, 5 ml para la vacuna asociada y 1 ml para la simple, por v�a subcut�nea. A los dos tipos de vacuna utilizados se les realiz� los controles de esterilidad, inocuidad y potencia de acuerdo al m�todo NIH (9). Una muestra de sangre de los dos grupos de animales fue tomada previo a la vacunaci�n y a los 14, 28, 60, 90, 180 y 360 d�as postvacunaci�n, a fin de descartar, al inicio de la actividad, cualquier animal que, sin haber sido vacunado, presentara anticuerpos antirr�bicos seroneutralizantes. Del primer grupo fueron reinoculados 17 animales con la vacuna asociada (RA) para comprobar la efectividad de la misma en casos de necesidad de aplicar refuerzos del componente aftosa y as� observar los resultados inducidos por la revacunaci�n en los niveles de anticuerpos antirr�bicos. Esto se realiz� el d�a 120 despu�s de iniciada la experiencia y a este grupo se les tom� muestras de sangre a los 0, 30, 60, 120 y 240 d�as post-revacunaci�n. A las muestras les fue practicada, a nivel de laboratorio, la prueba de seroneutralizacion en ratones para la detecci�n y cuantificaci�n de anticuerpos antirr�bicos, determin�ndose la dosis efectiva 50% por el m�todo de Reed y Muench (4,9). RESULTADOS En la evaluaci�n para la fracci�n Rabia, a nivel de laboratorio, ambas vacunas presentaron una esterilidad e inocuidad satisfactoria y una marcada diferencia en cuanto a la potencia, obteni�ndose en la vacuna asociada (RA) un valor antig�nico de 16 UI y en la vacuna simple (RS) de 1,75 UI. En relaci�n a la evaluaci�n a campo, se detect� que ninguno de los animales present� anticuerpos seroneutralizantes antirr�bicos al momento de iniciar la experiencia. La formaci�n de anticuerpos se hizo detectable a los 14 d�as post-vacunaci�n en ambos casos (Cuadro y Figura 1 ).
Con la vacuna simple (RS), los niveles de anticuerpos en el respectivo grupo de animales se presentaron m�s altos a los 28 d�as post-vacunaci�n, disminuyendo a los 60 d�as y manteni�ndose en ese mismo nivel hasta los 360 d�as en que finaliz� la experiencia. En los animales inoculados con la vacuna asociada (RA) hubo un decremento a los 90 d�as post-vacunaci�n, manteni�ndose los mismos hasta la �ltima titulaci�n. Los 17 animales de este grupo revacunados a los 120 d�as de iniciado el experimento, respondieron con una hiperinmunizaci�n a los 30 y 60 d�as post-revacunaci�n observ�ndose una baja de estos niveles de anticuerpos a los 240 d�as. El porcentaje de animales reaccionantes positivamente a la producci�n de anticuerpos como respuesta a estas vacunas aplicadas, se aprecia en el Cuadro 2. Con la vacuna asociada el porcentaje de respuesta fue de 100% en todas las sangr�as, mientras que con la vacuna simple la reacci�n disminuy� a los 60 d�as post-vacunaci�n, cuando este grupo present� su m�s bajo nivel de anticuerpos.
DISCUSI�N El objetivo de esta investigaci�n fue comprobar, durante un a�o de experimentaci�n, la capacidad inductora de anticuerpos seroneutralizantes de dos vacunas antirr�bicas, ambas inactivadas, una simple y otra con fiebre aftosa, aplicadas a bovinos primovacunados. Si se toma en cuenta que el valor m�nimo de potencia, de acuerdo al m�todo NIH es de 0,3 UI, los resultados demuestran que las dos vacunas tienen buena capacidad inductora de anticuerpos, pero mucho m�s lo tiene la vacuna asociada con 16 UI. A ello se suman los efectos de la revacunaci�n, cuatro meses despu�s de iniciada la experiencia, a 17 animales que recibieron la vacuna asociada, la cual produjo en este grupo de mautas niveles altos de anticuerpos (1:202; 1:392; 1:151 y 1:85), siendo la proporci�n m�nima estimada de protecci�n en los bovinos de 1:5. Sin embargo, la vacuna simple se puede considerar tambi�n buena inductora de anticuerpos por estar sus niveles por encima del valor m�nimo de protecci�n (4). Ser�a importante que en Venezuela, donde la ganader�a en su mayor�a es de tipo extensivo y el manejo sanitario de los animales se ejecuta de acuerdo a un patr�n climatol�gico establecido (entrada y salida de las estaciones lluviosas), se utilizara una vacuna que asocie a estas dos enfermedades que producen tantas p�rdidas econ�micas, sobre todo en aquellas regiones donde las condiciones epidemiol�gicas de las dos enfermedades se requiera. Con este trabajo se dispone de informaci�n de campo para una futura producci�n de este tipo de biol�gicos en el pa�s, y as� contribuir con el sector ganadero en la obtenci�n de un producto que abarate los gastos que el manejo frecuente de sus reba�os pueda ocasionar. AGRADECIMIENTO Al Dr. Javier Moreno, por los valiosos conocimientos aportados en la planificaci�n y ejecuci�n de este experimento. Al Dr. Justo Buitriago, a los t�cnicos y obreros del Centro de Recr�a de San Carlos, estado Cojedes, por su colaboraci�n durante el desarrollo del mismo. SUMMARY In order to quantify the immunitary response induced by two inactivated antirabic vaccins, one simple and the other one associated with fouth-and-mouth disease, it was experimented with two first vaccinated bovine groups, those in a National Breeding Center of a rabie free zone. Increase, persistency and decrease of antibody levels was determined to all the animals through out a year. The results obtained from this experience indicate that both vaccines induce a good inmunity with high levels of rabies antibodies, until the end of the experiment. The associated vaccine showed a higher antigenic value than the simple one, that is why the associated vaccine induced higher levels of antibodies against rabies. BIBLIOGRAF�A 1. ACHA, P. Epidemiolog�a de la rabia bovina paral�tica transmitida por los quir�pteros. Bol.0fic. Sanitar. Panamericana 64(1) :411-426. 1968. 2. ANDRAL. L. y J. BLANCO V. La rabia, nuevos desarrollos en materia de vacunaci�n. Bull.Sci. Tech.Off. Int.Epiz. (4) :895-930. 1982. 3. ATANASIO, F., E. FUENZALIDA, P. ACHA y B. SZYFRES. Inmunidad antirr�bica en bovinos vacunados. Bol. Ofic. Sanit.Panamericana 64(1) :431-438. 1968. 4. BAER, G. y col. Historia natural de la rabia. M�xico, La Prensa Mexicana S.A. 1982. pp. 222-237. 5. COMITE DE EXPERTOS DE OMS EN RABIA. 6to. Informe. Organizaci�n Mundial de la Salud. Ginebra. 1973. pp. 125-132. 6. DIVO, A., C. PALACIOS y A. LUGO. La fiebre aftosa en Venezuela. Bol.Inst.Inv.Vet., Caracas 4(17) : 579-597. 1950. 7. FABREGA, F., E. FUENZALIDA y R. RODRIGUEZ. Estudio de anticuerpos neutralizantes en el suero sangu�neo de bovinos tratados con vacuna antirr�bica. Zoiatr�a G :1-4. 1965. 8. GALLO, P. y J. ITURBE. Primeros estudios sobre la rabia paral�tica del ganado en Venezuela. Rev.Med.Vet. y Parasitol., Caracas. 1(2) :91-101. 1939. 9.KAPLAN, M. y H. KOPROWSKI. La rabia, T�cnicas de laboratorio, OMS, 3a. ed. Ginebra, 1976. pp. 294- -307. 10. PETERMAN, H., J. SOULEBOT, R. LANG y R. BRANCHE. Saponin as an adjuvant for vaccination of cattle against rabies. Vet.Bull 40(6) :234-236. 1970. 11.SUREAU, P. y C. ARELLANO. Epizootiolog�a de la rabia paral�tica bovina. Tec.Pec. M�xico 18:16-21. 1971. |
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