FONAIAP DIVULGA > Colección > Número 18 Mayo-Julio  1985

  FONAIAP   DIVULGA  No.  18                                                                                                       Mayo-Julio    1985


Producción  de Tomate en los Valles del Estado Monagas

*Juan C. Ohep Gruny., ** Jesús E. Macadán

*Ing. Agr. M.Sc. Estación Experimental Lara -Barquisimeto 
 **Técnico Asociado a la Investigación. Estación Experimental Maturín.


 
La economía del Estado Monagas ha dependido siempre de la industria petrolera. Durante la década del 70 se inició la expansión de la agricultura con la incorporación de los suelos de sabana a las siembras de maní y sorgo, y más recientemente a las de caña y maíz. Esto ha permitido un aumento del efecto de la agricultura en la economía local.

 

 

Dentro del sector agrícola, la producción de hortalizas ocupa un lugar de menor importancia con respecto a los otros rubros; sin embargos en el Estado Monagas se desarrollan siembras que mantienen un flujo interno de hortalizas y hacia los mercados cercanos, tales como la zona del hierro en el Estado Bolívar y la Isla de Margarita. 

El tomate ocupa el primer lugar como especie hortícola más sembrada, y la mayor parte de la producción se destina al mercado fresco. La producción de tomate para el procesamiento industrial (fabricación de pastas, puré, salsas y jugo) es poca, debido a lo distante que se encuentran las fábricas del centro del país. Desde el año 1980 se iniciaron las diligencias para instalar una planta procesadora de tomate en Caicara de Maturín, la cual, al iniciar sus actividades generará un mercado amplio para el tomate de uso industrial.

En el Estado Monagas existe una experiencia acumulada durante muchos años por algunos agricultores que siembran tomate para las fábricas del Centro. Además de ello, la Universidad de Oriente y el FONAIAP han llevado a cabo una serie de investigaciones en el cultivo, que aportan muchos componentes tecnológicos que pueden utilizarse en el momento de expandir la producción de tomate para el mercado industrial. En este artículo se incluyen algunas de esas experiencias, adquiridas por la práctica ya través de la investigación. 

LOS SISTEMAS DE PRODUCCIÓN 

Existen dos sistemas de producción de tomate en los Valles del Estado, caracterizados principalmente por el destino de la cosecha. En primer lugar está el tomate producido para el mercado fresco en los Valles de los ríos Aragua, Colorado, Guarapiche y Punceres, y en las cercanías de los poblados de Guanaguana y Río Chiquito, aquí los agricultores utilizan el empalado y se siembra durante todo el año en extensiones menores de 2 hectáreas. 

En segundo lugar, están las siembras a lo largo del Río Guarapiche que se realizan durante el período de noviembre a abril, sin empalar y en extensiones entre 5 y 30 hectáreas, para destinar el producto a las fábricas. 

En ambos sistemas se utiliza la siembra mediante transplante, riego por gravedad, y mano de obra en todas las labores del cultivo. De desarrollo reciente está la producción de tomate en los suelos de sabana, con una modalidad de siembra totalmente diferente a la utilizada en los Valles. Se usa la siembra directa, el riego por aspersión o goteo, algunas veces coberturas de plástico y poca mano de obra concentrada en las labores de cosecha. Las áreas llegan a superar las utilizadas en los Valles y el uso de maquinarias es intensivo. Al ampliarse el mercado industrial de tomate, este último sector de producción podrá llegar a ser el más importante. 

LA SIEMBRA 

El agricultor que produce tomate en los Valles para el mercado industrial, establece sus siembras mediante el transplante de "semilla " obtenida de semilleros elevados de tierra, con anchos de 0,80 a 1,50 metros y largo variable hasta de 20 metros. No utilizan desinfección y la distribución de semillas es al voleo, generalmente en densidades muy altas. La semilla la cubren con cascarilla de arroz, efectúan riegos diarios y durante el crecimiento de las plántulas aplican insecticidas y fungicidas cuando son necesarios. Algunas prácticas se pueden incorporar a los semilleros para obtener mejores plántulas. Son ellas la desinfección con Basamid en dosis de 40 a 50 grs/m2, el uso de 2 a 3 granos de semilla por metro cuadrado o las siembras en hileras separadas a 7-10 cm. Estas prácticas aunque requieren de mayor dedicación en la preparación de semilleros, permiten obtener plántulas más vigorosas y de mejor estado fitosanitario que aseguran un mayor "pegue" en el trasplante. La edad de los trasplantes no debe estar sobre los 25 a 30 días, cuan- do posean entre 2 y 3 pares de hojas verdaderas, o se corre el riesgo de que se pierdan muchas en el trasplante al doblarse y ponerse en contacto con el suelo.

Las distancias utilizadas varían entre 1,60 y 1,80 metros, dependiendo de la utilización del tractor en otras labores de cultivo que se use en la preparación de tierra, desyerbe y el aporque. Sobre la hilera se colocan las plantas separadas a 0,20 - 0,30 metros. Estas distancias dan como resultado unas poblaciones máximas por hectárea de 20 a 28 mil plantas, las cuales resultan adecuadas, pero debe procurarse usar las densidades mayores ya que los cultivares de uso actual y los que muestran buenos rendimientos experimentales, son del tipo de crecimiento determinado compacto que no se desarrollan exuberantemente. 

CULTIVARES 

El uso de cultivares de crecimiento determinado es general en las siembras que destinan sus cosechas al mercado industrial. En la actualidad los más utilizados son: Napoli VF. Roma 2.000, VF-198, VF-134 y Río Grande. Todos producen frutos tipo pera, ya excepción del primero, poseen dureza o firmeza que les permite soportar bien el transporte a las fábricas lejanas. 

Durante los años 1981 al 83 fueron introducidas y estudiadas en el Estado Monagas 272 cultivares de tomate. De estos e167% eran del tipo industrial con crecimiento compacto, frutos tipo pera o redondeados pequeños, de altos contenidos de materia seca y valores aceptables de sólidos solubles y pH en el jugo. De ese grupo se destacaron por su alto potencial de rendimiento y buena calidad de frutos, los indicados en el cuadro a continuación. 

Cultivares de tomate para uso industrial con altos rendimientos máximos obtenidos en experimentos efectuados en el estado Monagas

Nombre

Origen

 

Arizona

Tanzi Armando Sementi

Italia

AT 70/24

Tanzi armando Sementi

Italia

CASTLEHY 1017*

castle Seeds

USA

CASTLEHY 1202*

Castle Seeds

USA

CASTLEHY

Castle Seeds

USA

Clinton

Tanzi Armando  sementi

Italia

E- 9208

Campbell Innstitute

USA

E-  9209

Campbell institute

USA

EARLYDORO

Raci Sementi

Italia

GS- 20 F1 *

GoldSmith Seeds

USA

HELLINE

Tézies Fréres

Francia

HESSOLINE

Tézier Fréres

Francia

KS 8664

Keystone

USA

LAURANO 70 

Raci Sementi 

Italia

MARZORO

Raci Sementi

Italia

PACESETTER 694

Asgrow

USA

ROMA GIGANTE

Dessert Seeds

USA

RIÓ GRANDE

Petosed

USA

ROFORTO

Roya Sluis

Holanda

ROMANOVA

Raci Sementi

Italia

ROSSOL

Tézier Féresi

Francia

T 2  IMP VF

Raci Sementi

Italia

TRIUNPH

Keystone

USA

VALOR

Keystone

Usa

* Híbrido f1

De ese grupo mencionado se pueden escoger los cultivares de tomate para ser producidos con fines industriales. Es conveniente que existan varios de ellos en cada período de siembra, para evitar una uniformidad del cultivo que lo haga muy susceptible a nuevos brotes de plagas y enfermedades. 

RIEGO Y FERTILIZACIÓN 

Antes de realizar el trasplante se efectúa el primer riego, y aquel se realiza preferiblemente con el surco lleno. Al día siguiente y posteriormente tres días más tarde, se dan dos riegos de asiento que eviten las pérdidas de las plantas recién trasplantadas. Es necesario resembrar las plantas no "pegadas" para asegurar una población adecuada de plantas que garantice una cosecha buena. Antes de la fertilización se aplica uno o dos riegos. 

Entre los 15 y 20 días posteriores al trasplante se inicia la fertilización con fórmulas completas (12-24-12 ó 15-15-15) en cantidades entre 500 y 800 kg/ha, aplicadas en bandas a lo largo del surco. Posteriormente, se aporca para cubrir el fertilizante y eliminar las malezas que se hayan desarrollado. Esta última labor se efectúa manualmente con escardilla, pero más frecuente es que en siembras grandes se realice con ayuda del tractor y una barra porta implementos con cultivadoras y surcadoras, y posteriormente, de ser necesario en algunas partes, se corrige con escardilla. A continuación se riega nuevamente y luego se repiten cada 5 a 8 días de acuerdo al estado del cultivo. Algunos agricultores reabonan tres semanas después del aporque con Urea o Sulfato de Amonio a razón de 150 a 200 kg/ha, aplicándolos en el surco con agua.

 

 MANEJO DE MALEZAS, PLAGAS Y ENFERMEDADES 

Las malezas que emergen después del aporque son controladas con aplicaciones dirigidas de Gramoxone al 1% (2 litros por tambor de 200 litros). Otra alternativa es aplicar Sencor (1 kg/ha) después del aporque y así se mantienen bajas las poblaciones de malezas hasta la cosecha. 

Las plagas del tomate más frecuentes en el Estado Monagas durante el período de verano, son el minador grande de la hoja (Phthorimaea operculella), llamado por los agricultores palomilla y los perforadores del fruto Spodoptera y Helliothis. El perforador Neoleucinodes elegantalis ocurre muy poco en el período de verano. (Para el control de estas plagas vean los trabajos al respecto en este mismo número de la revista). Los niveles de daño de las plagas no alcanzan los valores de otras zonas productoras del país, y de llegarse a ello deben incorporarse nuevas formas de control dentro de un concepto integrado (uso de feromonas e insectos-parásitos), las cuales han sido beneficiosas en el Estado Lara. 

Las siembras de tomate para la industria son atacadas por la Candelilla Temprana (Alternaria solani) y algunas veces la Candelilla Tardía (Phytophthora infestans). 

El uso de los fungicidas Antracol, Cobox, Cupravit, Daconil, Difolatan y Manzate, en forma alternada y preventiva reduce el daño de las Candelillas. 

En las pruebas de cultivares se ha observado una tolerancia mayor en algunos cultivares con frutos tipo pera Roma 
(AT 70/24, Hessoline, Helline, Romanova, Rossol, Roforto VFN), en comparación con aquellos del tipo pera Río Grande (Clinton, México, Río Grande, Triunph). 

Otras enfermedades como la marchitez por Fusarium y las virosis ocurren, pero en bajos niveles de daño.

COSECHA 

Si el precio del tomate en el mercado fresco es aceptable para el agricultor, la primera cosecha se destina para ese mercado. Para ello se cosechan los frutos pintones y se empacan en huacales de madera, junto con unos pocos verdes y maduros. Cuando toda la cosecha se destina para las fábricas, todo el tomate se recoge rojo en tres cosechas, se empaca en cajas plásticas de 40 kg de capacidad y se transporta a largas distancias en camiones abiertos.

CONSIDERACIONES FINALES 

La producción de tomate para la industria en el Estado Monagas está actualmente limitada por el mercado que es reducido y distante. Durante el período 1981-84, se mantuvo en una cifra cercana a 150 ha/año, y eran siembras de agricultores con cupos en las fábricas distantes ubicadas en el Centro del país. 

Existe una procesadora de tomate que iniciará su funcionamiento en Caicara de Maturín, la cual ampliará el mercado existente, con la ventaja de la cercanía a las áreas de siembra. Esto permitirá una expansión del área de siembra y requerirá de mayor participación de los entes del Sector Agrícola, en los aspectos de financiamiento, generación y transferencia de tecnología, que junto con la capacidad empresarial de los productores logrará crear un importante desarrollo hortícola del Estado Monagas.