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FONAIAP DIVULGA > Colección > Número 19 Septiembre-Diciembre 1985 | |||||
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FONAIAP DIVULGA No. 19 Septiembre-Diciembre 1985 |
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Méd. Vet. Manuel Toro Benítez |
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En general, los animales nativos mantienen con la infección una relación de estabilidad "enzoótica", la cual, previene hasta cierto grado la aparición de síntomas clínicos en los rebaños. Sin embargo, en condiciones de "stress", pueden presentarse casos y lo brotes de la enfermedad y, en particular, cuando animales provenientes de zonas libres (bovinos importados por ejemplo) son introducidos al país o cuando animales nativos criados en confinamiento y sin exposición previa, son expuestos a la picada de garrapatas infectadas. Así, la babesiosis es responsable de un alto porcentaje de muerte en bovinos importados; como también, de animales nativos susceptibles, siendo las pérdidas estimadas por dicho concepto del orden de los CIEN MILLONES DE BOLÍVARES anuales. Los agentes causales de la babesiosis son protozoarios que se alojan en los eritrocitos o glóbulos rojos: la Babesia bigemina y Babesia bovis. Ambos hemoparásitos son conocidos en Venezuela desde principios de siglo; así como también, su vector la garrapata Boophillus microplus. Babesia bigemina es una de las llamadas grandes babesias, con tamaño igual o mayor al radio de eritrocito, pudiendo presentar diferentes formas durante su fase de división binaria en los glóbulos rojos: Piriforme, redondeada, ameboide, en bastón, etc. Las formas piriformes se disponen generalmente formando un ángulo agudo dentro del eritrocito, lo cual, es característico de la especie. En la infección por B. bigemina, el período prepatente (tiempo entre la inoculación y la primera parasitemia detectable en frotis) oscila entre 8 y 10 días, produciéndose altas parasitemias (10 a 20% de eritrocitos parasitados), con un cuadro agudo de la enfermedad (48 a 72 horas) y con síntomas como fiebre, anemia, inapetencia, debilidad y hemoglobinuria (orina roja). Eabesia bovis (conocida anteriormente con los nombres de B. argentina, Eabesiella y Microbabesia) pertenece al grupo de pequeñas babesias, con un tamaño menor al radio del eritrocito. Las formas más frecuentes encontradas en un animal infectado son anilladas, aunque además, pueden observarse elementos piriformes, ameboides, etc. Cuando lo elementos aparecen en pares, generalmente forman un ángulo obtuso (forma de anteojos). En la infección por B. bovis, el período prepatente oscila entre 12 y 15 días, con bajas parasitemias (entre 1 a 5 % de eritrocitos parasitados), con curso entre 8 y 12 días; no siendo frecuente la hemoglobinuria y pudiendo presentar el animal, en algunos casos, síntomas nerviosos similares a los de la rabia como consecuencia de la congestión causada por la acumulación de parásitos en los capilares del cerebro. Los procesos patológicos en la babesiosis están relacionados con la invasión, crecimiento y multiplicación de las babesias, con la consiguiente destrucción intravascular de los eritrocitos y con la liberación en el plasma sanguíneo de subproductos derivados del parásito y de los globulos rojos parasitados (sustancias proteolíticas actuantes en procesos tales como aumento de la fragilidad de los eritrocitos, schock hipotensivo y coagulación intravascular).
La babesiosis puede manifestarse en forma de infección aguda, con presencia de los parásitos en sangre y síntomas manifiestos de la enfermedad o en forma de infección crónica o subclínica, en la cual, no se observan parásitos en sangre ni hay signos clínicos de la enfermedad (portador sano). En la babesiosis aguda, el diagnóstico se hace fundamentalmente en base al examen de frotis de sangre teñidos, en los cuales, se puede determinar la presencia e identidad de la especie de hemoparásito; así como, las variaciones del cuadro hemático y la reacción del organismo como respuesta a la invasión parasitaria. En las infecciones por B. bovis, es posible además, efectuar el diagnóstico post-morten mediante el examen de frotis de órganos tales como cerebro, riñón, corazón, hígado, etc., en cuyos capilares esta especie de Babesia tiende a concentrarse. En la babesiosis crónica, es muy difícil detectar la presencia de los hemoparasitos sangre y el diagnóstico debe hacerse mediante métodos indirectos o serológicos. Diferentes técnicas serológicas han sido aplicadas, las cuales, son de utilidad tanto para la investigación como para los estudios epizootológicos de la babesiosis y anaplasmosis; siendo la base para la decisión en cuanto a la conveniencia o no de la aplicación de programas de vacunación en los rebaños. La técnica de inmunofluorescencia indirecta (IFA) es, actualmente, la más utilizada, siendo el método diagnóstico de rutina en el Laboratorio de Hematozoarios del Departamento de Parasitología del IIV para las experiencias de laboratorio y campo que se realizan. Hasta el presente, la única forma de inmunizar contra la babesiosis es mediante la inoculación de organismos vivos, seguido de un control terapéutico adecuado con drogas específicas que permita minimizar la acción del parásito y el establecimiento de la infección crónica (animales portadores), con el consiguiente desarrollo de resistencia o inmunidad. Este procedimiento, conocido tradiciona4nente como método de "premunición", es una técnica arriesgada, costosa y que requiere, además, un lapso de tiempo relativamente largo. Las perspectivas de una vacuna inocua y eficiente para el control de la babesiosis bovina han mejorado sustancialmente con el desarrollo de una técnica in virto para el cultivo y propagación de la Babesia en condiciones de laboratorio. Esta técnica, desarrollada por investigadores de la Universidad de Illinois, Urbana, III. E.U.A., ha sido adaptada por el Laboratorio de Hemoparásitos del Departamento de Parasitología del IIV, Maracay; donde se ha logrado el cultivo de diferentes cepas de Babesia bovis y B. bigemia y efectuando experimentos in vivo para la evaluación de los exoantígenos provenientes de dichos cultivos como agentes introductores de la formación de anticuerpos específicos, protectores contra la acción patógena de los agentes etiológicos de la babesiosis. Las investigaciones se realizan a través de un Convenio de Cooperación suscrito entre FONAIAP y la UNIVERSIDAD DE ILLINOIS, el cual, tiene entre sus objetivos: - Transferir nuevas y modernas tecnologías aplicables al diagnóstico y prevención de la babesiosis y anaplasmosis. - Evaluar la eficiencia de las posibles vacunas derivadas de cultivo en la protección de bovinos susceptibles, en condiciones de campo y laboratorio. - Mejorar y/o desarrollar métodos sensibles, eficientes y seguros para el diagnóstico de las hemoparasitosis. - Entrar personal en la moderna tecnología; asegurando así, una futura e independiente investigación en el campo de las enfermedades hemoparasitarias. Desde el inicio del Convenio, en 1982, se han realizado cinco (5) experimentos de vacunación en condiciones controladas de laboratorio, en los cuales se trató de conocer la capacidad protectiva de los exoantígenos contenidos en los cultivos de diferentes cepas de Babesia bovis y Babesia bigemina, provenientes de varias regiones de Latinoamérica y de Venezuela. Los resultados han sido satisfactorios, demostrándose una protección adecuada en los animales vacunados, con diferencias significativas al comparar con bovinos controles no vacunados; observándose además, mayor ganancia de peso y una sintomatología clínica muy benigna en los animales vacunados después del desafío con cepas virulentas autóctonas de Babesia bovis y B. bigemina. Estos resultados han servido de base para experiencias que, actualmente, se conducen en condiciones de campo utilizando una vacuna bivalente elaborada a partir del cultivo de cepas venezolanas. El producto, finalmente elaborado y actualmente bajo estudio a campo, es una vacuna inactivada, bivalente (exoantígenos de B. bovis y B. bigemina), adicionada de un adyuvante (saponina) y de muy fácil manejo y aplicación. Se conserva en refrigeración (4-7°C) y se aplica en 2 dosis, a intervalo de 21 días, por vía subcutánea. La vacunación con este tipo de vacuna constituye un avance notable en el campo de las hemoparasitosis ya que es una forma más sencilla e inocua de lograr protección contra la babesiosis bovina, enfermedad que causa estragos en la ganadería nacional.
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