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FONAIAP DIVULGA > Colección > Número 24 Abril-Junio 1987 | |
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FONAIAP DIVULGA No. 24 Abril-Junio 1987 |
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Biol. Brunilda Heredia |
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Los peces, al ingerir los alimentos, obtienen la energía necesaria para realizar las funciones vitales y el excedente es aprovechado para el crecimiento. Estos, al igual que otros animales, tienen requerimientos nutricionales específicos, que pueden variar entre las distintas especies. Por ejemplo, las especies depredadoras como las truchas (aguas frías) y la pavona (aguas cálidas) deben ser alimentadas con concentrados artificiales de alto contenido proteico, a diferencia de la cachama y otras especies omnívoras, las cuales no requieren de grandes cantidades de proteína en su alimentación. Además de las proteínas, esenciales en el crecimiento para la formación de nuevos tejidos, las grasas y carbohidratos cumplen también una función no menos importante en el funcionamiento metabólico de estos animales. Por tales razones el alimento debe tener un balance adecuado de estos tres componentes. Si bien la calidad del alimento es importante, también hay que tener presente la cantidad de alimento suministrado; si proporcionamos demasiado alimento, aquél que no es consumido podría descomponerse, disminuyendo los niveles de oxígeno del estanque, al propiciar el crecimiento de bacterias y hongos no deseados. Si por el contrario, no se proporciona suficiente alimento, se limitará el crecimiento de los peces. Una regla puesta en práctica generalmente, es la de añadir el alimento en forma proporcional al peso de los ejemplares; La ración varía de 6% en los peces pequeños (alevines) a 3% del peso en adultos, por día. En nuestro país, dado lo reciente del desarrollo de la piscicultura de aguas cálidas, el conocimiento que existe sobre los requerimientos nutricionales de nuestras especies de cultivo es escaso, y si bien no se consiguen alimentos específicos para peces de aguas cálidas, muchos productores han solucionado este problema suministrando alimentos concentrados formulados para otros animales, de los cuales existe una gran diversidad en el mercado, con diferentes balances de compuestos nutritivos. Experiencias realizadas en la
Sub-Estación Experimental Guanapito, han permitido demostrar que la cachama (Colossoma macropomum), crece de manera similar con un alimento
concentrado para perros, de contenido proteico de 23 0/0 y con un concentrado para vacas de contenido
proteico de 20 0/0. También se han realizado experiencias con el híbrido entre la cachama (C.
macropomum) y el morocoto (Piaracturs brachypomum), cuyos resultados han demostrado un mejor aprovechamiento del alimento
concentrado, lo cual permite aumentar las tasas de crecimiento y reducir los
costos de alimentación.
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