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FONAIAP DIVULGA > Colección > Número 24 Abril-Junio 1987 | ||||||
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FONAIAP DIVULGA No. 24 Abril-Junio 1987 |
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Biol. Diana Zaera (PRODETEC) |
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Estos recursos, al igual que los renovables, pueden agotarse cuando se someten a régimen de explotación irracional; entendiendo el término agotamiento no sólo en términos absolutos desaparición de una especie de un lugar sino también desde el punto de vista económico cuando el recurso bajo explotación ha sufrido una disminución tal de ocurrencia que el rendimiento comercial de dicha explotación no justifica comercialmente la inversión.
La iniciación del proceso de agotamiento pasa, la mayoría de las veces, desapercibido a los ojos del hombre, pues se tiende a considerar como insignificantes los efectos que la explotación tiene sobre el recurso, atribuyendo estos cambios a fluctuaciones naturales. En base a esto diremos que la acción del hombre sobre los recursos naturales puede clasificarse, de acuerdo al sistema de explotación utilizado, de la siguiente manera: 1) El hombre como depredador: Cuando la explotación es directa. Su intervención reduce la biomasa. Si toma sólo excedente natural, puede lograrse un equilibrio: se habla entonces de explotación racional. 2) El hombre como perturbador: Comprende todas aquellas actividades que determinan un cambio en el carácter de los sistemas naturales. Inciden negativamente sobre las comunidades, pues reducen el potencial reproductivo y el crecimiento e incrementan la mortalidad. 3) El hombre como modificador: Es la
acción del hombre como administrador de los recursos naturales. Su intervención tiene la finalidad de incrementar el
recurso bajo explotación o potencialmente explotable. Esta acción es positiva y es una explotación racional.
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