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FONAIAP DIVULGA > Colección > Número 24 Abril-Junio 1987 | |
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FONAIAP DIVULGA No. 24 Abril-Junio 1987 |
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La vieja o pavona (Astronotus ocellatus SPIX, Pisces: Cichlidae), constituye un componente importante de nuestra ictiofauna y es considerada como una de las especies aptas para el desarrollo de la piscicultura en Venezuela.
María E. Esaa C., José A Solá Y. |
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En las etapas juveniles, las características anteriores tienden a ser más acentuadas, dando al pez una gran belleza y vistosidad. Esta especie ha sido tradicionalmente explotada en esta etapa como pez ornamental, bajo la denominación de "oscar". En su medio ambiente la pavona desempeña el papel de un predador intermedio, pudiendo alimentarse de diversas fuentes. Durante la etapa larvaria su alimento principal lo constituye el zooplacton (animales microscópicos que habitan la columna de agua). Su alimentación se hace más variada a medida que el pez se desarrolla, llegando a consumir pequeños peces, crustáceos e insectos durante la etapa adulta. La pavona se reproduce ovíparamente, llegando a desovar dos o tres veces al año a partir de los doce meses de edad. En general, la reproducción se caracteriza por ser espontánea aún en ambientes cerrados. En la época de reproducción, la hembra se aparea con un solo macho, con el cual permanece durante las primeras etapas de desarrollo de la cría. El desove, caracterizado por una masa de huevos glutinosos, es generalmente depositado sobre superficies limpias, en lugares poco profundos y carentes de fuertes corrientes. Tanto los huevos como las larvas y juveniles son continuamente protegidos por los padres, quienes en ocasiones recurren a alojarlos dentro de sus bocas frente a situaciones de inminente peligro. EL CULTIVO DE LA PAVONA La gran resistencia de la pavona al manejo y su gran facilidad para adaptarse a vivir en ambientes cerrados, hace de este pez un candidato ideal para la piscicultura. El cultivo de la pavona es relativamente sencillo, requiriendo sólo el espacio físico para la construcción de lagunas, o la previa existencia de ellas, y del agua suficiente para asegurar una constante renovación de la misma durante todo el año. De ser necesaria la construcción de lagunas o estanques de cultivo, es recomendable ubicarlos de tal manera que pueda implementarse un flujo de agua por gravedad, para así prescindir del uso de costosos sistemas de bombeo. Asimismo, los estanques o lagunas en los que pueda implementarse un sistema continuo de agua, deben poseer una estructura de drenaje que impida la salida de peces con la corriente. Una vez construidos los estanques o lagunas, se puede proceder a la captura de ejemplares de productores de pavol1a, los cuales, se encuentran en la mayoría de los ríos y embalses que conforman las cuencas de los ríos Portuguesa, Apure y Orinoco. Debido a que hasta el presente no se ha logrado identificar ninguna característica externa, que permita diferenciar ambos sexos con certeza, es recomendable que el futuro agricultor se procure de un número no menor de veinte ejemplares adultos (de aproximadamente 15 cm de largo) para asegurar la existencia de ambos sexos en el grupo. El traslado de los peces desde el lugar de captura hasta las instalaciones de cultivo puede efectuarse en tanques de agua provistos de aireación mediante el uso de un compresor, o en bolsas plásticas en una atmósfera de oxígeno puro. Preferiblemente, el traslado de los peces a larga distancia debe efectuarse durante las horas de menor incidencia solar, para evitar el sobrecalentamiento del agua, y así asegurar un mayor índice de sobre vivencia. El éxito en la propagación de la pavona radica en suministrar una alimentación abundante a los reproductores y en mantener una constante supervisión de los mismos. El inicio de la época de reproducción de la pavona es fácilmente reconocible, por el despliegue de cortejo entre los diferentes miembros del stock, lo cual culmina con la segregación de parejas. En este punto es necesario transferir las parejas a estanques individuales, los cuales han sido previamente fertilizados y disponen de superficies destinadas al desove. La presencia de una masa gelatinosa, de color blanquecino, sobre superficies limpias, es evidencia de la deposición de huevos. Estas masas están compuestas por un promedio de 1.500 huevecillos de aproximadamente 1,5 mm de diámetro. El período de incubación de los huevos varía con la temperatura del agua, habiéndose calculado en 50 horas a 26°C. Las larvas al nacer miden 5 mm de longitud y presentan un voluminoso saco vitelina (reserva alimenticia) del cual se alimentan durante las primeras horas de vida. Una vez re absorbido el saco vitelino (156 horas) las larvas comienzan a ingerir el plancton que se desarrolla en los estanques fertilizados. Al mes de nacidos, los alevines ya presentan características de un pez, y están en condiciones de alimentarse de insectos y alimento artificial pulverizado. Es recomendable en esta etapa, separar la cría de los padres a manera de evitar el canibalismo. A pesar de sus hábitos primordialmente predatorios, la pavona puede habituarse a consumir una gran variedad de alimentos artificiales. En ensayos practicados en la Estación Experimental de Guanapito se ha determinado que suministrando a estos peces alimento para pollos, a razón del 3 % de la masa total de peces por día, se logra un crecimiento de 120 g/pez en un año. Si bien la tasa de crecimiento reportada es algo baja, se estima que el crecimiento sea más acelerado suministrando un alimento con alto contenido de proteína animal (alimento para truchas o perros) y en un medio frecuentemente fertilizado, en el cual el alimento natural sea abundante. A juzgar por lo exquisito de su carne y la facilidad con que puede cultivarse, la pavona puede constituirse en una fuente potencial de proteína animal. A manera de optimizar su
productividad, se han planteado ensayos de cultivos en jaulas y en conjunto con otras especies en lagunas ya existentes, a fin de que eleven la categoría de este pez de un simple objeto de adorno a una de las bases de la dieta del
venezolano.
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