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FONAIAP DIVULGA > Colección > Número 51 35 años de Experiencia 1996 | |||
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FONAIAP DIVULGA No. 51 35 años de Experiencia 1996 |
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Bruno Mazzani |
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Cuando se habla de la investigación
agrícola de Venezuela, sea aquí como en el exterior, la mente
inmediata y espontáneamente asocia esa actividad con la ciudad de
Maracay. Esta capital del estado Aragua, otrora tranquila aldea rural
asentada entre la Cordillera de la Costa y las orillas orientales del
Lago de Tacarigua, tomó el papel de centro nacional de la
investigación agropecuaria cuando el gobierno del general Medina Angarita
decretó en 1942 la creación del Instituto Politécnico de
Agricultura, con el fin de impulsar y modernizar la producción
agrícola y pecuaria del país. El arquitecto Malausena fue el encargado
de realizar ese proyecto audaz y progresista, el cual alojaría en los
predios de la Hacienda La Trinidad, a una distancia no mayor de un
kilómetro de la Catedral de Maracay, un conjunto impresionante de 23
edificios y varios centenares de hectáreas de fértiles tierras
atravesadas por el Río Güey.
Allí se realizarían las actividades de
investigación, experimentación y docencia agropecuarias, todas las
cuales estaban, para la fecha del mencionado decreto presidencial,
bajo la responsabilidad del Ministerio de Agricultura y Cría, a su vez
de reciente creación (1936). La Estación Experimental de Agricultura
y Zootecnia, el Instituto de Investigaciones Veterinarias y la Escuela
Superior de Agricultura, dependencias todas del Ministerio de
Agricultura y Cría, las cuales venían funcionando en la Hacienda Sosa,
en El Valle, en las afueras de la Caracas de entonces, fueron
trasladando sus departamentos a Maracay, donde provisionalmente se
instalaron en inmuebles arrendados en diferentes parajes de la ciudad,
a la espera de que se terminara la construcción y el equipamiento de
las oficinas, laboratorios, depósitos y talleres. del mencionado
Instituto Politécnico. Mientras tanto, para citar algunos ejemplos, el
departamento de Entomología funcionaría en la Calle Santos Michelena,
el de Fitopatología en la calle Boyacá, el de Suelos en la calle
Ricaurte, el de Genética y Semillas en Gonzalito, el de Agronomía en
la vieja casona de la propia Hacienda la Trinidad, el de Maquinaria Agrícola
en Boca de Río, la Biblioteca en la avenida Bolívar Este. En 1949 esas dependencias empezaron
a ocupar sus respectivas sedes definitivas en los edificios, ya dotados
de mueble y equipos traídos de los Estados Unidos, en los cuales la
mayoría de ellas todavía funcionan. Ese mismo año también se mudaron a
Maracay las Facultades de Agronomía y de Veterinaria, herederas de la
Escuela Superior de Agricultura y de reciente incorporación a la
Universidad Central de Venezuela. Este cambio institucional trajo
consigo, junto con la separación de las actividades de docencia y de
investigación, el cambio de nombre original de Instituto Politécnico
de Agricultura, al de Instituto Nacional de Agricultura (INA),
dependiente del Ministerio de Agricultura y Cría y responsable de las
actividades de investigación y experimentación agropecuarias, mientras
que la docencia agropecuaria de nivel superior quedó bajo la
responsabilidad de la Universidad Central de Venezuela, en las dos Facultades nombradas anteriormente. Éstas, de todas maneras, también
quedaban comprometidas desde un comienzo a cumplir paralelamente con la
docencia importantes funciones de investigación agropecuaria. He allí,
pues, en pocas palabras, el origen de la importancia de Maracay como
ciudad pionera de la investigación agrícola en Venezuela. Vale la pena
y es un deber recordar aquí algunos de los nombres ligados a esos
orígenes. El primer director del Instituto Nacional de Agricultura fue
el Dr. Agustín Dupuy, ingeniero agrónomo con estudios de postgrado en
los Estados Unidos en la especialidad de Estadística Experimental. Su permanencia al frente del INA fue
breve, ya que en 1952, víctima de las vicisitudes políticas de la
época, fue sustituido en el cargo de Director por el Dr. Ricardo Araque.
Durante esa nueva gestión la institución pasó a llamarse Centro de Investigaciones
Agronómicas (CIA), denominación que conservó, sin
cambiar sus funciones ni actividades, hasta 1975, cuando pasó a llamarse Centro
Nacional de Investigaciones Agropecuarios (CENIAP), nombre que
conserva hasta la fecha. Los diferentes departamentos estaban, a su vez,
bajo la responsabilidad de un grupo de profesionales, quienes, además,
integran el Consejo Técnico, presididos por el mencionado Dr. Dupuy.
Ese Consejo realizó los primeros esfuerzos hacia la coordinación e
institucionalización de las actividades de investigación agropecuaria,
proyectándolas desde Maracay hacia todas las regiones agrícolas del
país. Los nombres de los pioneros que formaban ese grupo son los
siguientes: Dr. Hernán Oropeza, jefe del Departamento de Fitotecnia,
Dr. Alejandro Rodríguez L., jefe del departamento de Fitopatología,
Dr. Pedro Fenjives, jefe del departamento de Entomología, Dr. George
Casas Briceño, jefe del departamento de Caña de Azúcar, Dr. Luis M.
Eleizalde, jefe del departamento de Sucios, Dr. Genaro Ruiz Larré,
jefe del departamento de Maquinaria Agrícola, Dr. Daniel S. Ortiz,
jefe del departamento de Química Agrícola, Dr. Luis J. Medina,
secretario. La investigación agrícola evolucionó
al paso que el país progresaba y se presentaban nuevas exigencias y
nuevos problemas para una producción agropecuaria en rápida expansión
y diversificación. Más recientemente, el marco institucional del
sector también estableció nuevos lineamientos, como el de la
descentralización, que trajo a Maracay la sede de la Gerencia General
del FONAIAP, que se ubicó primero en la quinta Tierra Blanca (Las
Delicias) y luego en el edificio que se planificó corno nueva sede del
Instituto de Investigaciones Zootécnicas del CENIAP, ante el avance
urbanístico de la Urbanización Caña de Azúcar. Esa evolución se
puede visualizar poniéndonos en el punto de llegada, precisamente este
XXXV aniversario. A fines de 1995, desde el Centro Nacional
de Investigaciones Agropecuarias de Maracay se observa el siguiente
panorama de la investigación agrícola venezolana que daba sus
primeros pasos en el Instituto Politécnico de Agricultura a mediados de
este siglo: * Diez centros de investigación
Agropecuaria regionales, distribuidos en los estados Anzoátegui, Guarico,
Lara, Mérida, Monagas, Portuguesa,
Sucre, Táchira, Yaracuy y Zulia; * Seis estaciones experimentales,
distribuidas en igual número de estados, a saber: Amazonas, Apure, Barinas,
Mirando, Falcón y Trujillo. * Diez campos experimentales localizados
en los estados Mérida, Monagas, Portuguesa, Sucre, Táchira,
Trujillo y Zulia * Diez estaciones locales ubicadas en Anzoátegui,
Guárico, Monagas, Nueva Esparto, Táchira y Zulia; * El Centro Nacional de Maracay, Aragua,
en el cual la organización que existió en los comienzos, según hemos
descrito, a través de sucesivas reestructuraciones ha quedado al
presente como se indica a continuación: * Instituto de Investigaciones
Agronómicas, con los departamentos de Recursos Fitogenéticos,
Protección Vegetal, Cultivos Regionales, Tecnología de Semillas y
Biotecnología; * Instituto de Investigaciones en
Recursos Agroecológicos, con los
departamentos de Evaluación de Tierras y Manejo de Sucios; * Instituto de Investigaciones
Zootécnicas, con los
departamentos de Nutrición y Fisiología y Genética; * Instituto de Investigaciones
Veterinarias, con los
departamentos de Nosología, Producción y Epidemiología. Los cuatro Institutos están dotados de
modernos laboratorios, entre los cuales se destacan los de Química,
Física y Biología de Suelos; de Fitopatología, Entomología y
Biotecnología Vegetal y Animal; de Bacteriología, Parasitología,
Epidemiología, Virología y Patología Animal; de Fisiología,
Nutrición y Control de Productos. Además el Centro Nacional mantiene un
Servicio de Documentación e Información que representa una de las
fuentes más importantes de información agrícola del país. La creación de los Centros Regionales y
de las Estaciones Experimentales ha procedido, paralelamente con la
reorientaci6n de los objetivos y de la programación del Centro
Nacional, en el cual las actividades de apoyo a dichos centros y
estaciones, las investigaciones relacionadas con la recolección, conservación y manejo de los recursos genéticos nacionales, con la
descripción, conservación y manejo de suelos y aguas, con las
aplicaciones de las modernas técnicas biotecnológicas a la selección
de nuevos cultivares adaptados a exigencias específicas de nuestra
producción agropecuaria, representan algunos aspectos de su permanente
dinamismo. Esas actividades están actualmente formalizadas en un total
de 86 proyectos de investigación repartidos así entre los cuatro
Institutos: Investigaciones Agronómicas ..................
43 A su vez, los resultados de esos
proyectos son dados a conocer a través de artículos en revistas
científicas nacionales (tres de ellas nacieron en el Centro Nacional de
Maracay, la primera Agronomía Tropical hace 45 años) e
internacionales, de boletines técnicos y de otras publicaciones que
siguen aportando nuevos conocimientos y solución de problemas en todos
los aspectos de la producción agropecuaria nacional. Éstas son algunas de las razones por las
que cuando se habla de la investigación agrícola venezolana, los
aportes de Maracay siguen mereciendo una consideración especial. Cuando
se analiza la evolución de la producción agropecuaria nacional, en
la segunda mitad de este siglo, se constata que, aun con sus
limitaciones y fallas, la investigación agrícola que hemos someramente
descrito se ha hecho acreedora, por sus contribuciones, al
reconocimiento y a la confianza de Maracay, de Aragua y de Venezuela
toda. vista aérea de las instalaciones
del Centro de investigaciones agronómicas en 1953 |