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FONAIAP DIVULGA > Colección > Número 51 35 años de Experiencia 1.996 |
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FONAIAP DIVULGA No. 51 35 años de Experiencia 1.996 |
Ing. Agr. Andrés Monroy |
El estado Guárico va encaminado a transformarse en eje del desarrollo agrícola del país. Así vemos con asombro la obtención de rendimientos en el orden de los 6 000 Kg./ha de maíz que, hasta hace pocos años, hubieran parecido imposibles de alcanzar; con un sector agrario hasta entonces conformado por unidades de producción sin mayores criterios tecnológicos, ceñidos a discutibles procesos de producción y, consecuentemente, con rendimientos que difícilmente superaban los 2 500 Kg./ha de maíz, cifra que prácticamente llegó a convertirse en un estigma para esta región. Desde hace algunos años, en el estado Guárico, el esfuerzo tenaz y persistente de organismos e instituciones como FONAIAP, PALMAVEN, PEQUIVEN y las universidades, de los productores de semilla, fabricantes de implementos agrícolas, así como agricultores con una desarrollada visión gerencial del negocio agrícola, han echado las bases sobre las cuales se han venido incorporando nuevas tecnologías de producción que señalan un rumbo y, sin dudas, una luz esperanzadora que pone al descubierto las grandes potencialidades agrícolas naturales que tienen buena parte de los 65 000 kilómetros de este estado. En este mismo entorno, hasta hace poco, los factores que apuntalaban el desarrollo óptimo de los cultivos no eran contemplados en toda su magnitud e integralidad; sino de una manera sectorizada y hasta aislada. No se comprendía, por ejemplo, cómo las aplicaciones de grandes dosis de fertilizantes por hectáreas no tendrían mayores repercusiones en los rendimientos de los cultivos si paralelamente a esta actividad, el control de malezas era deficiente, por sólo mencionar uno de los tantos factores que afectan el proceso agrícola. Virtualmente se le atribuía a los fertilizantes propiedades y poderes que hacían rentable cualquier actividad agrícola que se emprendiera, llegándose a utilizar dosis cada vez mayores de los mismos en detrimento no sólo de la actividad desarrollada sino constituyéndose en algunas áreas en potencial factor de perjuicio para los suelos y el ambiente en general. Afortunadamente, hoy muchos agricultores y organizaciones de avanzada, hablan de la integridad de la agricultura, un concepto en el cual se conjugan todos los factores que de una u otra forma intervienen en el proceso productivo, desde la obtención de los recursos económicos indispensables, la utilización de semillas más rendidoras, control oportuno de plagas y enfermedades, preparación de tierras con clara conciencia de preservar este inapreciable recurso, monitoreo de los fenómenos climáticos, uso eficiente de los fertilizantes, entre otros, hasta los aspectos administrativos que apuntan hacia el incremento de la productividad y la rentabilidad. En la actualidad se percibe en el medio agrícola guariqueño una corriente que comprende que el problema básico de la agricultura en Guárico no es de producción sino de productividad. No es en sí la superficie que se está en capacidad de sembrar, sino el manejo de ciertos índices que reflejan el beneficio neto alcanzado, cuánta ganancia reportó la inversión, es decir, la rentabilidad del negocio. Cuando estos índices se revisan, se puede descubrir que no se trata, por ejemplo, de cultivar 2 000 ha de maíz (con un discutible control y manejo de los factores de producción), para obtener rendimientos promedios de 2 500 Kg./ha; sino, de cultivar 500 ha para obtener 6 000 Kg./ha de cosecha lo que representa un ingreso extra para el agricultor de 230 000 Bs./ha y una drástica reducción de los costos de producción. Ésta búsqueda de la productividad, insistimos, está siendo comprendida por un número cada vez mayor de productores y de organizaciones. No menos importante lo constituye el hecho de que el agricultor está considerando esta integralidad, que involucro los índices económicos, dentro de un marco ecológico con miras a la conservación de los recursos naturales y paralelamente a una armonización de la agricultura con el ambiente. Nos estamos refiriendo a un agricultor venezolano que ha colocado en la balanza dos aspectos fundamentales; la consecuencia de una cada vez mayor productividad y rentabilidad del negocio y la preservación de los recursos naturales inherentes a su unidad de producción, para el disfrute de sus hijos y de los hijos de sus hijos, Sobre estas bases se está edificando la moderna agricultura en Guárico: Agricultura que todos queremos y anhelamos y cuya implementación en los años recientes ha traído beneficios que no se han hecho esperar. |