El principal objetivo del FONAIAP , a través de sus actividades de investigación y de transferencia de tecnología, es aumentar la productividad de los agricultores en los diferentes rubros que explotan, así como proteger los recursos naturales en los cuales se basan estas explotaciones. En este sentido este trabajo se concentra en dos cultivos anuales, el arroz y el maíz, rubros de gran importancia en la seguridad alimentaria, pues proporcionan gran parte de las calorías fundamentales a la población de escasos recursos y para los agricultores constituyen una importante fuente de ingresos.

En el año de 1993 se consumieron 1.800.000 t de maíz y 600.000 t de arroz. No se puede obtener aumentos de la productividad en nuestra agricultura tropical solamente a expensas del medio ambiente. Los programas de investigación, mediante el mejoramiento genético y agronómico, juegan una papel fundamental en el logro de sistemas de producción agrícolas sostenibles, lo que se traduce en la seguridad alimentaria de los venezolanos: a medida que la productividad agrícola crece, se crean empleos en todo el sector agrícola y fuera de él; se mejora el nivel de vida de los agricultores y se reduce la presión sobre los recursos naturales. Gracias al mejoramiento gen ético de los cultivos y al mejor manejo agronómico, se ha logrado incrementar la productividad en las regiones donde se han venido cultivando. También se ha reducido la necesidad de cultivar tierras marginales, en general, más vulnerables.

Cultivo del arroz

El mejoramiento de la productividad de este cultivo mediante la investigación es bien acentuada: se han solucionado limitantes en la producción como las enfermedades hoja blanca (causada por el virus y transmitida por un insecto) Helminthosporium y Pyricularia; la falta de uniformidad en la producción, tendencia al volcamiento y deficiente calidad de grano. Hoy se ofertan a los productores variedades de arroz de buenas características agronómicas, buen potencial de rendimiento, resistentes a enfermedades e insectos y de buena calidad tanto molinera como culinaria. Ello permite señalar que actualmente se utiliza más del 50% de la tecnología producida por el FONAIAP dentro de los programas de asistencia técnica, que incluye el mejoramiento genético (30 variedades producidas desde el año 1943), mejoramiento agronómico {manejo de suelos, fertilización, densidades, riego, control de malezas); protección vegetal {control de plagas, enfermedades, vertebrados plagas). En este último aspecto se ha logrado reducir la aplicación de agroquímicos (insecticidas, fungicidas), disminuyendo los costos de producción y su impacto al medio ambiente; aumentándose así la rentabilidad y competitividad del cultivo del arroz. El mejoramiento de la productividad de este cultivo, a través de los años, debido a las tecnologías generadas, nos permite presentar la evolución del rendimiento en la última década (Gráfico I ).

Con el mejoramiento genético y el mejoramiento agronómico se ha logrado mejorar la productividad del maíz obteniéndose un aumento de 37,9%,  en el período 1985-1994, al pasar de 1.861 a 2.567 Kg./ha; en el mismo período hubo una reducción de 4,8% de la superficie cosechada en el territorio nacional, al disminuir desde 466.617 a 444.166 ha. Igualmente hay un aumento de 31,3% en la producción total de granos secos, al subir desde 968.431 hasta 1.140.390 toneladas métricas.

El aumento del rendimiento del maíz en Venezuela, para el período 1973-82, fue de 4 % anual y para el período 1983- 1992 fue de 3,1 %/año, siendo el crecimiento de la producción para este mismo período de 5,8 %/año. La superficie sembrada con maíz mejorado como porcentaje del área total de maíz para el año de 1962 fue de 100%; la superficie sembrada con híbridos como porcentaje del área total de maíz para ese mismo año fue de 95%, siendo cubierta la misma con un 69% de semilla que se originó en el sector público.

El mejoramiento de la productividad del maíz mediante mejoramiento gen ético ha sido fundamental en Venezuela. A partir del año 1942, se han ofertado al productor más de 40 cultivares (variedades e híbridos) de maíz de granos blancos o amarillos de alto potencial de rendimiento y con características agronómicas adecuadas a las exigencias de nuestros productores ya la industria de harinas precocidas. Así, se han desarrollado cultivares tolerantes a las principales enfermedades presentes en nuestro país, a las plagas (gusano cogollero), a los déficit de oxígeno en el suelo (condiciones de mal drenaje); de porte bajo y buena inserción de mazorca, de granos semiduros a duros. El mejoramiento de la productividad del maíz, en gran parte, puede atribuirse a la investigación fitogenética, con la creación constante y sostenida de variedades e híbridos de buen potencial de rendimiento y de buenas características biométricas.

En los últimos 10 años (Gráfico 2) el rendimiento se ha incrementado en 38%. El mejoramiento agronómico ha hecho también su aporte importante en el logro de esa productividad.