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FONAIAP DIVULGA > Colección > Número 52 Enero-Marzo 1996 | ||
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FONAIAP DIVULGA No. 52 Enero-Marzo 1996 |
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Nelly C. de Arriojas Investigadora
FONAIAP. Instituto de Investigaciones |
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La Gastroenteritis transmisible (TGE),
enfermedad viral que ataca los cerdos, es altamente contagiosa y
producida por un virus ARN del género Coronavirus. Clinicamente se
manifiesta por vómito, diarrea, deshidratación y una alta rata de
mortalidad en lechones de poca edad. La rata de morbilidad es muy alta
en granjas infectadas, ya que puede afectar a cerdos de todas las edades
y difundirse en toda la granja en pocos días.
Las pérdidas económicas se deben
principairnente a la alta mortalidad en lechones menores de una semana,
que puede llegar a 100% y disminuir a 50% en los de edad comprendida
entre 8 y 15 días. En animales mayores de 21 días la mortalidad es
rara. Aunque la enfermedad es altamente
contagiosa y tiende a diseminarse rápidamente de un rebaño infectado a
otro vecino no infectado, los brotes son esporádicos y permanentemente
localizados. En rebaños individuales la infección tiende a
manifestarse en forma de brote explosivo para luego desaparecer. Transmisión Comúnmente, los brotes ocurren después
de la introducción de animales infectados que, cínicamente parecen
non-nales. Los visitantes, carros, camiones y pájaros son vehículos del
agente infeccioso. Perros y lobos se han inoculado oralmente y
clínicamente no presentan la enfermedad, pero diseminan el virus por un
lapso de dos semanas, detectándose anticuerpos en su suero sanguíneo,
por lo que de alguna manera juegan un papel en la diseminación de la
enfennedad. Patogénesis La principal vía de transmisión es la
oral, aunque la vía nasal es importante. El virus se excreta en las
heces durante ocho días, después de presentar los signos clínicos.
Los animales infectados no son portadores permanentes, siendo esto
beneficioso para facilitar el control de la enfermedad. El virus, al entrar en el animal por vía
oral o nasal, luego de ser deglutido es resistente a los efectos del pH
bajo del estómago y de la enzima tripsina, permaneciendo viable hasta
que hace contacto con las células epiteliales sensibles del intestino
delgado, en la parte posterior del duodeno. No se multiplica en la parte
anterior, debido a que las sales biliares lo inactivan. La infección produce una destrucción
rápida de las células epitetiales con atrofia de las vellosidades
intestinales, resultando en una reducción marcada de la actividad
enzimática del intestino delgado, la cual altera la digestión y
transporte de nutrimentos y electrolitos a nivel celtdar, produciendo el
síndrome de mala absorción. Signos y síntomas Después de la incubaci6n del virus, de
12 a 48 horas, aparecen los vómitos, diarrea acuosa, abundante,
violenta y amarillenta, deshidratación, erizamiento del pelo, pérdida
de peso, postración y muerte. La severidad de los signos clínicos,
duración y mortalidad son inversamente proporcionales a la edad del
animal. La mayoría de los animales menores de siete días de edad
mueren entre el segundo y séptimo día después de mostrar los signos
clínicos, mientras que cerdos mayores de tres semanas sobreviven a la
infección. En animales en crecimiento y adultos, los
signos clínicos son usualmente inapetencia y diarrea por uno o dos
días, los vómitos son ocasionales, puede haber muerte si se cornplica
con otra enfermedad. Algunas cerdas en lactancia pueden presentar fiebre
alta, inapetencia, vómito, diarrea y dejan de producir leche,
posiblemente debido a la exposición al virus proveniente de sus
lechoncitos lactantes infectados y a factores hormonales que hacen al
animal susceptible al agente viral. Lesiones en necropsia Las lesiones que se observan a la
necropsia están confinadas al tracto gastrointestinal. El estómago se
encuentra distendido, con presencia de leche cortada, la mucosa
gástrica puede estar congestionada, a menudo se encuentran pequeñas
úlceras y hemorragia en el área diafragmática. El intestino delgado
también va a estar distendido, con liquido amarillo y espumoso y con
restos de leche no digerida. Las paredes del intestino se muestran
delgadas y transparentes, principalmente a nivel de yeyuno e llcon,
probablemente debido a la atrofia de las vellosidades. Esta lesión es
de marcada significación y también puede observarse en diarreas por
rotavirus y por algunas cepas de Echerichia coll. Sin embargo no
son tan severas y extensas como las de esta enfennedad (ver foto). Diagnóstico Diagnóstico clínico.
El
diagnóstico puede ser realizado con base en los signos clínicos y
datos epiderniológicos, cuando la infección ocurre en forma epizoótica
en los rebaños susceptibles. La mayoría de los animales van a
presentar una diarrea líquida por pocos días y algunos presentaran
vómitos. Las cerdas lactantes desarrollan la enfermedad en forma severa
y habrá una alta mortalidad en animales menores de dos semanas. En
rebaños donde los adultos han sido previamente infectados, la diarrea
ocurre en los lechoncitos menores de 15 días, forma ésta que,puede
parecerse a otras infecciones diarreicas causadas por rotavirus o
colibacilosis. Los adultos usualmente no presentan signos clínicos. Diagnóstico de laboratorio.
Las
técnicas utilizadas para un diagnóstico preciso son: * Aislamiento del agente viral en
cultivos de células, a partir de heces fecales. * Utilización de la prueba de
Inmunofluorescencia Directa para la detección del virus. * Estudio serológico por
Seroneutralización para la detección de anticuerpos específicos contra
el virus. * Prueba biológica en cerdos recién
nacidos susceptibles. * Estudio anatomopatológico del
intestino delgado, que aunque contribuya con el diagnóstico de la
enfermedad, no se puede considerar patognom6nico para la gastroenteritis
transmisible. Prevención y tratamiento No existe un tratamiento específico
contra la gastroenteritis transmisible, por lo que es necesario recurrir
a prácticas de manejo adecuadas, aplicación de medidas sanitarias
estrictas y utilización de un programa de vacunación Se recomienda la
aplicación de vacunas en cerdas antes del parto, para que estos
animales produzcan anticuerpos matemos que son transferidos a los
lechoncitos a través del calostro. Una alternativa es la exposición
controlada, donde las cerdas son alimentadas con porciones del tracto
intestinal de cerdos infectados con el fin de estimular la inmunidad, lo
que ha tenido diversos
grados de éxito. A la
izquierda se observan las vellosidades del yeyuno de un animal sano
y la derecha, la de un animal
infectado con el virus de la TGE, donde vellosidades
han sido destruidas
por el agente infeccioso. |