En condiciones tropicales,
la incidencia de los factores climáticos y de manejo agronómico de los cultivos
sobre las características fisicoquímicas de los suelos es bien marcada
y si no se toman las previsiones necesarias, esto puede originar
problemas de manejo y conservación de suelos, con su evidente
influencia sobre la rentabilidad de cualquier cultivo.
En el caso de la palma
aceitera, se ha observado en otras zonas con una tradición más
arraigada del cultivo, una disminución del potencial productivo de los
suelos, sobre todo en plantaciones de segunda generación.
Lógicamente, las causas de
este problema tienen que buscarse en las prácticas de manejo que se
aplican en los suelos mantenidos bajo cultivo, durante el período de
crecimiento y desarrollo de una plantación comercial.
La reducción de la
productividad se ha asociado con un desarrollo vegetativo pobre de las
palmas y de la planta de cobertura, la cual tiende a desaparecer;
fenómeno que resulta de una leve acidificación de los suelos y
principalmente de la formación de un horizonte compacto que no permite
un buen desarrollo radical. También se ha observado una deficiencia en
la nutrición hídrica, debida a una capacidad de retención inferiorde
lossuelosya un desarrollo insuficiente del sistema radical. Igualmente
se señala una pérdida de la estructura, como consecuencia del paso de
vehículos en las parcelas y de una alteración de la estabilidad
estructural por el desequilibrio canónico en el suelo, como
consecuencia de la aplicación de fertilizantes.
Las plantaciones comerciales
de palma aceitera del estado Monagas están ubicadas dentro del paisaje
fisiográfico planícíe aluvial de desborde, con unaalturasobre el
nivel del marde 20 a 40 metros, una precipitación entre 1.300 y 1.500 mm
anuales y un promedio de temperatura de 27 °C. Los suelos son ácidos,
de textura franco-arenosa a franco-arcillosa, profundos y de baja
fertilidad.
Dentro de este paisaje existe
una serie de áreas geomorfológicas (Figura 1), de las cuales se
evaluaron las siguientes: terraza alta plana, terraza media plana y
terraza baja plana, por ser las áreas más extensas. Se evaluó, además,
la vega reciente, debido a lo satisfactorio del desarrollo vegetativo y de
la producción de la palma aceitera en dicha zona.
En evaluaciones de la
compactación y de la permeabilidad de los suelos en condiciones
naturales y de cultivo, se detectaron diferencias importantes que son
motivo de preocupación en la sostenibilidad de la explotación
comercial de la palma aceitera.
En todas las parcelas
cultivadas con palmas de ocho años de edad se detecta un incremento
notable de la resistencia a la penetración, medida con un penetrómetro
de impacto, cuando se compara con áreas ubicadas dentro de la misma
unidad geomorfológica que no están sometidas a cultivo.
En el caso de las áreas de
terraza alta plana (Gráfico 1) y de vega reciente (Gráfico 2), el
comportamiento de la curva de resistencia a la penetración muestra un
incremento continuo con la profundidad, alcanzando valores superiores a
2,5 M pa (25 bares), establecido como nivel crítico
en el presente trabajo, a profundidades superiores a 35 cm, donde se
ubica menos de 30% del total de raíces, según el patrón de
distribución radical de la palma aceitera.
Un comportamiento similar se encuentra en
los gráficos 3 y 4, correspondientes a la terraza baja plana y a la
terraza media plana, respectivamente. En este caso los valores de
resistencia a la penetración sobrepasan 2,5 Mpa en las parcelas:
Palmonagas B12, Palmonagas C12, Palmonagas Cl y Palmonagas C2, a
partirde 15 cm de profundidad y hasta 30 cm, punto desde el cual se
observa una estabilización e incluso un ligero descenso en los valores
de compactación determinados a través de este parámetro.
El Gráfico5 refleja un resumen de la
situación anteriormente planteada, donde se presentan los promedios de
cada una de las áreas geomorfológicas evaluadas, comparadas contra el
promedio de las áreas no cultivadas. Se detectan valores elevados de la
resistencia a la penetración en la terraza baja plana y en la terraza
media plana, evidenciando la susceptibilidad de dichas áreas a la
compactación, lo cual podría estar relacionado con el hecho de ser
suelos del tipo franco-arenoso, con una mesa de agua muy superficial
durante la época lluviosa que los hace muy frágiles al paso de
vehículos y maquinarias pesadas.
La relativa estabilidad de las áreas:
terraza altaplanayvega reciente, seexplicaen el primer caso, por el buen
drenaje interno de los suelos y en el segundo, por el alto contenido de
arcilla existente en el perfil, lo
cual le brinda una alta consistencia y estabilidad física.
El gráfico 6 muestra el comportamiento
de la infiltración en las terrazas alta, media y plana, donde se
comprueba la conservación de las condiciones de permeabilidad de los
suelos en el medio natural, al comparar las curvas de las áreas no
cultivadas (NC) y las realizadas en el año 1987. En el resto de las
curvas se observa un notable descenso de los niveles de infiltración,
producto del establecimiento del cultivo de palma aceitera y de la
ejecución de las labores agronómicas pertinentes a su manejo.
Evidentemente, en todos los casos las reducciones en las tasas de
infiltración están asociadas a los incrementos en los niveles de
compactación (Terraza media plana > Terraza baja plana >Terraza
alta plana) y estos a su vez, con la intensidad con que se maneja el
cultivo. Esto se demuestra por la presencia más acentuada de malezas en
aquellas zonas pertenecientes a empresas campesinas y a productores
independientes, producto de un menor uso de rotativas en el control de
las mismas. Cabe mencionar que en la mayoría de los casos, el manejo
que se le ha dado al cultivo de cobertura no ha sido el más adecuado,
con lo cual se ha ocasionado la extinción del mismo. Es conocida por
todos la susceptibilidad de los suelos descubiertos a la pérdida de sus
condiciones físicas naturales.
Se puede concluir que en el medio
natural,las condiciones físicas de los suelos se mantienen en un
equilibrio dinámico y las alteraciones que tienden a su degradación,
son producto de la intervención humana en su afán de aprovechar al máximo los recursos. Al respecto,
recomendamos lo siguiente:
- Limitar la utilización de
maquinarias pesadas dentro de la plantación para las labores de
controidemalezasyaplicaciándeagroquímicos, especialmente durante la
época de lluvias.
- Establecery respetaron
caminodecosecha por cada cuatro hileras de palmas, para reducir el
área sometida al paso de vehículos y por ende, sujeta a la
compactación.
- Distribuir las hojas cortadas durante
la poda y la cosecha en los caminos utilizados para el transporte de
la frutafresca, dentro de las parcelas.
- Promover el uso de racimos vacíos (tusas)
como cobertura muerta y la siembra de cultivos de cobertura, capaces
de desarrollarse bajo la sombra de la palma aceitera y con raíces
pivotantes que induzca el mejoramiento de la estructura del suelo.