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'Investigador. FONAIAP.
Centro de Investigaciones Agropecuarias. |
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Es ampliamente conocido que la yuca (Maníhotesculenta Grantz) es un cultivo que se adapta bien a suelos ácidos e infértiles y además tolera largos períodos sin lluvia. Ha sido considerado un cultivo de supervivencia para esas condiciones limitantes, características de las sabanas orientales. No obstante, en recientes investigaciones se ha comprobado que bien manejado es uno de los rubros más eficientes en la producción de calorías. En la actualidad hay mucho interés por el desarrollo agroindustrial de esta raíz comestible, especialmente para la obtención de algunos productos requeridos por la industria petrolera. Para producir yuca durante todo el año, es necesario contar con cultivares de alta calidad para la siembra, resistentes o tolerantes a las principales enfermedades y con un sistema de riego funcional. Resultados de pruebas recientes, conducidas por el FONAIAP en las sabanas del sur de Anzoátegui, con el apoyo financiero de PALMAVEN, demuestran que el riego aplicado en forma complementaria en el cultivo de la yuca resultó ser altamente benéfico para la producción radical durante todo el año y para el manejo de las fluctuaciones de materia seca y almidón en la planta. Se logró aumentar la producción radical de siembras tradicionales en 50% y reducir el ciclo de cosecha, también se produjo semilla de buena calidad. Requerimientos hídricos de la yuca Para iniciar un programa de producción de yuca durante todo el año hace falta, en primer lugar, cultivares de alta calidad para la siembra que sean resistentes o tolerantes a las principales enfermedades de ese cultivo. EI riego constituye otro elemento de importancia a considerar, debido a que la disponbilidad de información en ese campo resultá insuficiente para definir la conveniencia o no de regar plantaciones de yuca. La información sobre los requerimientos hídricos de la yuca, en general es escasa. La experiencia actual sugiere que la planta requiere humedad para la brotación y el establecimiento del cultivo, incrementando su demanda entre el cuarto y quinto mes después de sembrado. Támbién se ha estimado que el riego demasiado frecuente puede producir un crecimiento excesivo de la parte aérea, reduciéndose la producción de biomasa radical. Algunos trabajos experimentales señalan que la yuca responde al riego en relación con la distribución de las raíces,
Experiencia en las sabanas con riego complementario En lassabanasdel surdeanzoátégui se utilizaron los cultivares: Cachipo 020, Fenny 17 y Venezuela-7, seleccionados y mejorados por el programa de mejoramiento de ese rubro (CIAE/Monagas, CENIAP). Las siembras se realizaron en la época seca con riego complementario y en la época de lluvia con y sin riego complementario. Los resultados permiten anunciar perspectivas excelentes para la producción continua de la yuca, lo cual contribuiría a su desarrollo agroindustrial, El rendimiento promedio de raíces frescas en siembras de secano fue de 20 t/ha de raíces frescas y 30 t/ha con riego complementario, con un incremento de 50%. La influencia de Invariabilidad genérica de cada cultivar de yuca produjo respuestas diferentes en cada ambiente evaluado. Así, el cultivar Venezuela-7 se presentó muy estable, tanto en secano como con riego complementario, mientras que los cultivares Cachipo 020 y Fenny 17 fueron afectados negativamente en su rendimiento por lafaltadeaguaypositivamente con una buena disponibilidad hídrica, incrementando notablemente en materia seca y producción radical. Con aplicaciones de riego en los períodos deficitarios de humedad, la yuca alcanza un buen desarrollo vegetativo. Este resultado genera perspectivas promisorias para la producción de semilla de yuca de alta calidad en futuros programas de certificación.
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