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  FONAIAP   DIVULGA  No.  64                                                                                                 Octubre-Diciembre   1.999

 
 

Modelo de un sistema de propagación y producción 
simultánea (SPPS) en musáceas

Gustavo Martínez. Investigador
Edward Manzanilla, Rafael Pargas. TAI FONAIAP
Centro Nacional de Investigaciones Agropecuarias.
Instituto de Agronomía


Uno de los objetivos fundamentales de la tecnología de avance aplicada a la agricultura, es generar aumentos sustanciales en la producción y/o rendimiento a través de metodologías no convencionales. Bajo este enfoque, la producción de musáceas a nivel comercial está en relación directa con el manejo agronómico aplicado y su incremento, efectividad y éxito, acompañado del factor económico, como punto clave, permitirá la expansión de la superficie de siembra.

Sin embargo, dicha expansión estará limitada o dependerá de la disponibilidad del material de siembra necesario en óptimas condiciones, para cubrir las metas prefijadas y la generación de este material es posible por varias vías o sistemas de propagación.

Los conocimientos relacionados con la morfología y la estructura de estas plantas, revisten un interés muy particular, ya que marcan las pautas a seguir durante las fases de establecimiento y explotación del cultivo y permiten comprender no sólo los diferentes procesos fisiológicos, sino también las relaciones e interacciones existentes entre la planta y los componentes del medio ambiente en el cual se desarrolla, como el agua, nutrientes, suelo, malezas y plagas, entre otros.

En líneas generales, una planta de musáceas está conformada por el sistema radical, tallo y sus yemas, sistema foliar y la inflorescencia que dará origen al racimo (Belalcálar, 1991). Para los efectos de este trabajo, haremos énfasis en el tallo y las yemas.

Morfológicamente, el cormo se define como un tallo que desarrolla hojas en la parte superior y raíces adventicias en la parte inferior (Soto, 1991). Por lo tanto, en las plantas de musáceas el tallo corresponde a un cormo subterráneo erecto con ramificación monopódica (Belalcázar, 1991), siendo evidente que al cortarlo longitudinalmente, el meristema apical se observa en una depresión encerrada entre las bases foliares circundantes u hojas diferenciadas, ubicado en el ápice del mismo (Soto,1991). Sobre la superficie del cormo se aprecian nudos y entrenudos, considerándose los últimos sumamente cortos y por consiguiente, escasamente diferenciados. En la base de cada nudo se encuentran insertas las yemas en forma opuesta no axilar (Belalcázar, 1991; Soto, 1991).

Las yemas laterales de las musáceas no se localizan en la posición clásica de las yemas laterales de otras plantas, sino a 180 grados de la posición original, estimándose que el orden de aparición o brote de éstas sigue un esquema similar a un pentágono, donde la posición de las mismas están en función con la filotaxia de la planta o patrón de distribución de las hojas sobre el pseudotallo. Dado el hábito de crecimiento de estas plantas, sólo las yemas localizadas cerca de la superficie del suelo tienen la posibilidad de continuar con su desarrollo, hasta lograr emerger (Belalcázar, 1991; Soto, 1991)


Las yemas tienen su origen en la zona interna o central del cormo y emergen a la superficie del mismo por la base de los entrenudos, dando origen a los hijos. Su desarrollo estará aparentemente controlado por uno o varios reguladores de crecimiento que posee la planta madre, denominado "efecto de la dominancia apical", el cual cesa al momento de producirse la cosecha y/o corte de la planta madre (Belalcázar, 1991).

Por consiguiente, al conocer la estructura básica y desarrollo del cormo, se puede evidenciar la existencia y distribución de una gran cantidad de yemas activas y latentes que están controladas por mecanismos reguladores. Este principio es la base fundamental de la técnica de la división del cormo, la cual indica que un cormo al ser seccionado en varias partes, cada una de ellas puede dar origen a una planta, siempre y cuando esté presente por lo menos una yema vegetativa, y esté sometido a cuidados especiales (Haddad, et al., 1994).

Otra técnica que puede ser utilizada es la "ablación de la yema central" o eliminación de la dominancia apical, con el fin de inducir el brote de yemas laterales de una forma relativamente "rápida".


Varios trabajos están basados en estos principios, aunque existen variantes en la metodología de división de cormos (Bonte et al., 1995; Cordeiro y Dos Santos, 1991 ; CRI, 1995; Adelaja, 1995). En relación con otras formas de propagación, Grisales, 1994, indica que retoños de 3 a 5 cm, de 200 a 250 g pueden ser removidos de la planta madre y sembrados en bolsas individuales, sometidos a sombra parcial ya una fertilización de nitrógeno a razón de 5 g/bolsa/mes. Estas plantas podrán ser llevadas a campo a los dos meses o cuando posean tres a cuatro hojas verdaderas. Sin embargo, Geetha et al. (1991) indican que los bananos propagados a partir de los retoños del cormo, producen racimos de menor peso que la planta madre.


Nuestras experiencias a nivel de campo, nos indican que la capacidad de producción de hijos de musáceas puede ser acelerada de acuerdo con la metodología utilizada. Con el uso de la técnica de división de cormo hemos logrado un promedio de siete plantas generadas a partir de un cormo; por lo que se considera una herramienta útil para la propagación masiva, donde no se requiere de equipos especiales o insumos que puedan llegar a incrementar los costos, de fácil manejo por el productor y por medio de la cual se logra obtener una población de plantas homogéneas en cuanto al desarrollo.


En relación con la "ablación de la yema central", se ha obtenido un promedio de cinco hijos, observando que es de vital importancia una suplencia de riego para evitar el estrés hídrico durante la formación de los hijos, así como la aplicación de fuentes de nitrógeno que aceleren el proceso de desarrollo.Sobre esta base, se hacen algunas consideraciones sobre la forma de propagación del sistema tradicional o convencional y el sistema basado en el uso de vitroplantas.


Sistema tradicional
Consiste en la regulación de la densidad de siembra a través de labores de deshije, pudiéndose utilizar los brotes laterales para siembras futuras y depende, en gran parte, de la naturaleza de las plantas, de la capacidad de producción de hijos y la velocidad del desarrollo de los mismos se considera como un sistema limitado en la velocidad de propagación y de alto riesgo, al tomar en cuenta los posibles problemas fitosanitarios que pueden presentarse (Tezenas,1985). 


La expansión de la superficie de siembra, basada en el uso de este sistema, va a depender del manejo agronómico al cual es sometida la plantación y del capital disponible, así como del tipo de clon utilizado; y se estima que de una hectárea se puede llegar a sembrar, con el primer deshije, entre 1000 a 2500 m2; es decir, una relación de 1: 0, 1 -0,25. 

Por lo tanto, su eficiencia en relación con la tasa de propagación es baja, propiciando la diseminación de plagas y enfermedades de una manera potencial (Sandoval et al., 1991 ). A este respecto, se puede citar como ejemplo la pérdida de 120 ha de cambur 'manzano' para exportación, en la zona de Puerto La Ceiba (Trujillo), sur del lago de Maracaibo, como consecuencia del uso de hijos provenientes de lugares infectados con Fusarium oxysporum, causante del mal de Panamá. En este caso, el principal agente diseminador de la enfermedad es el hombre, originando grandes pérdidas al no tomar en cuenta el proceso de infección sistémico y la naturaleza del patógeno, que puede permanecer en estado de latencia en el suelo por más de diez años.


Aun cuando este sistema puede ser utilizado por diferentes tipos de productores y para varios fines (expansión de superficie de siembra, venta de hijos para siembra directa, ventas de cormos para cultivo in vitro), por lo general, la mayor parte de los usuarios del sistema, corresponde a pequeños productores, por la baja inversión de capital que se realiza.


Uso de vitroplantas
El sistema basado en el uso de vitroplantas, se caracteriza por tener la capacidad de generar gran cantidad de plantas para la siembra en corto plazo, en estado fitosanitario relativamente óptimo ( en relación con algunas enfermedades). A partir de un ápice es posible lograr en el lapso de un año, varios centenares de plantas libres de nematodos, hongos, y de algunos virus y bacterias en comparación con el sistema tradicional (Sandoval et al.,1991), representando de esta manera, una gran ventaja cuando se desea realizar intercambio de germoplasma o siembra de musáceas en áreas relativamente nuevas.

La desventaja que presenta consiste en requerir una gran cantidad de insumos e infraestructura necesaria para garantizar un ambiente aséptico, originando incremento en los costos; dificultando la adquisición de las plántulas por parte de los agricultores tradicionales o pequeños productores (Grisales, 1994), así como también la propagación de algunas enfermedades virales y bacterianas, ya que la concentración de estos patógenos en el tejido meristemático se puede presentar en un bajo porcentaje o en estado de latencia, lo que no garantiza la obtención total de plantas libres de virosis o bacteriosis (González, 1996).

Como se puede observar, ningún sistema de propagación, garantiza la producción total de materiales libres de algunos virus y bacterias, pero la eliminación de la mayor parte de plagas y enfermedades sí es posible.

Bajo este enfoque y consideraciones, es necesario generar un sistema que permita la propagación de plantas y la instalación del área para la producción de frutas en forma paralela; logrando de esta forma recuperar en corto tiempo la inversión inicial y disminuir considerablemente los costos de producción de las semillas y que el mismo posea una metodología sencilla que esté al alcance de los pequeños y medianos productores, lo cual no significa que no exista el riesgo de propagar plagas y enfermedades, pero la incidencia de las mismas en los planteles madres debe ser indicativo para la aplicación de medidas que permitan regular éstas, o tomar decisiones sobre el futuro de la plantación.  

Por lo tanto, dicho sistema se iniciará a partir de vitroplantas indexadas, para la fundación del plantel madre, y deberá basarse en la vigilancia permanente y en el conocimiento básico de la forma de propagación elemental de las enfermedades más comunes, de tal manera que se pueda delimitar el rango de acción de algunos patógenos y plagas, disminuyendo su propagación potencial.

Sistema de propagación y producción simultánea

El modelo está basado en la técnica de ablación de la yema central, con el fin de inducir brotes laterales, siendo condición necesaria un óptimo y constante suministro de agua y fuente de nitrógeno al inicio para acelerar el proceso. El mismo ha sido diseñado y probado en el Campo Experimental del CENIAP, en la sección de musáceas, a baja escala.

Este sistema tiene como funciones básicas la propagación de materiales de musáceas y la producción de frutos simultáneamente, dentro de las consideraciones de las distancias de siembra preestablecidas. Para ello, se parte de la premisa de la instalación de una siembra comercial de bananos, donde la meta a cubrir es de 300 ha y se dispone para la compra de 4132 plántulas provenientes de cultivo in vitro.

Se fija la densidad de siembra a nivel comercial que corresponde a 2066 plantas/ha, sembradas a 2,2 x 2,2 m y las 4132 plantulas in vitro serán sembradas en el campo en cuadrados de 1,1 x l' 1 m, durante la primera fase (Figura 1 ). A los cuatro meses se aplicará una poda o eliminación de la parte aérea a todas los plantas, y se realizará ablación de la yema central.

Consideramos que las plantas intermedias denominadas como Y en el esquema, pueden generar tres hijos, los cuales serán removidos conjuntamente con la planta madre. Mientras que las plantas restantes denominadas X, pueden generar dos hijos, que serán removidos posteriormente, quedando en el sitio la planta madre, a la distancia de siembra comercial preestablecida.

Sobre esta base se procederá a los cálculos necesarios para 0,5 ha base.

Datos referenciales
* 1 ha de banano sembrada a 2,2 x 2,2 m, equivale a 2066 plantas
* 1 ha de banano sembrada a 1,1 x 1,1 m, equivale a 8264 plantas

1. Siembra de 4132 plantas en 0,5 ha, de las cuales:

         1033 plantas (0,5 ha a 2,2 m) x 2 h -> 2066   plantas

         3099 plantas x 3 h -> 9297 plantas
                             total --> 11363 plantas

Superficie de siembra acumulada = 0,5 ha

2. Siembra de 11363 plantas en 1 ,4 ha aproximadamente

         2066 plantas x 2 h -> 4132 plantas
         9297 plantas x 3 h -> 27891 plantas
                             total -> 32032 plantas
         Superficie acumulada -> 1 ,5 ha

3. Siembra de 32032 plantas en 3,9 ha
         6198 plantas x 2 h- > 12396 plantas
         25834 plantas x 3 h -> 77502 plantas
                               total -->   89898 plantas
    Superficie acumulada --> 4,5 ha

4. Siembra de 89898 plantas en 10,9 ha
         20660 plantas x 2 h ----> 41320 plantas
         69238 plantas x 3 h ----> 207714 planta
                                total ---> 249034 plantas
     Superficie acumulada -->14,5 ha

5. Siembra de 249034 en 30,1 ha
         61980 plantas x 2 h --->  123960 plantas
         187054 plantas x 3h --->  561162 plantas
                                total -->  685122 plantas
       Superficie acumulada ---> 44,5 ha

 

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2,2 m
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V

<---------  1,1 metro   ---------->      

  Figura 1.  Distribución de las plantas a nivel de campo, sembradas a 1,1 X 1,1 m. Las plantas en el recuadro serán removidas al producir hijos, quedando las restantes a la distancia comercial de 2,2 X 2,2 m.

Con la cantidad de 685.122 plantas se pueden cubrir 331 ,5 ha, para un total de 376, momento en el cual se pueden tomar decisiones en cuanto a la superficie total a sembrar o bien continuar con la propagación para fines comerciales o venta de semillas, bajo un estricto control fitosanitario. El tiempo estimado para cubrir la meta fijada se detalla en el Cuadro 1. La ilustración de este ejercicio permite realizar cálculos basados en la superficie preetablecida, y el tiempo necesario para cubrir las metas dependerá de la cantidad de plantas existentes al momento de iniciar este sistema. Por lo tanto, si existe una cantidad de plantas superior -a las utiliza- das para realizar el ejercicio anterior, el tiempo requerido para cubrir la superficie de 300 ha será menor; por el contrario, será mayor el tiempo necesario. Como se puede apreciar, este modelo le permite al productor ampliar la superficie de siembra en una forma secuencial, así como realizar ajustes en el sistema de producción instalado y las decisiones que se deberán tomar, dependerán de los indicadores económicos propios del mercado. Además, se debe considerar que este modelo sea práctico y recomendable para las zonas donde serán explotadas las musáceas por primera vez, debido a que se parte del hecho que el grupo de plantas necesarias para iniciar esta explotación son plántulas de cultivo in vitro, lo cual garantiza, en cierto modo, el manejo de un material en estado fitosanitario óptimo. Debe tomarse en consideración y es de vital importancia para lograr éxito en el uso de este sistema, que el manejo de la plantación para la propagación del material, deberá realizarse siguiendo las normas básicas de seguridad o cuidado fitosanitario, para evitar la diseminación de plagas o enfermedades, que pueden desencadenar el desarrollo de procesos biológicos que conducirían a pérdidas irreparables.

 

Cuadro 1. Cronograma de propagación de plantas de banano, a través del sistema PPS.

0 Siembra material in vitro a 1, 1 x 1, 1 m (0,5 ha)
4 Ablación
9 Producción de 113633 plantas y siembra de 1 ha (superficie acumulada = 0,5 ha)
13 Ablación
18 Producción de 32032 plantas y siembra de 3 ha (superficie acumulada = 1,5)
22 Ablación 27 Producción de 89898 plantas y siembra de 10 ha (superficie acumulada = 4,5)
31 Ablación
36 Producción de 249034 plantas y siembra de 30 ha (superficie acumulada) = 14,5)
40 Ablación
45 Producción de 685122 plantas y siembra de 331,5 ha a 2,2 x 2,2 m, para un total de 376ha

 

Bibliografía

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Belalcázar, S. 1991. El cultivo del plátano en el trópico. Manual de asistencia técnica N° 50. INIBAP. CIID. ICA. Federación Nacional de Cafeteros de Colombia. 376 p. 

Bonte, E.; Verdonck, A.; Gregoire, L. 1995. Propagación rápida de bananos y plátanos en Camerum. Tropicultura 13 (3):109 -116. Musarama 1996. 9 (2):15. N° 4023. 

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Geetha, C.; Rajan, P.; Rosamma, C. 1991. Investigación de la propagación por retoños de cepa de bananos. Andhra Agricultural Journal. 38(2-3): 275-278. Extraído de Musarama 1996. 9 (1 ): 11 N° 3858. 

González, G. 1996. Diagnóstico de fitopatógenos y el control de la calidad fitosanitaria de las vitroplantas de plátano en Cuba. Curso Internacional de Sanidad vegetal en cultivos de Musáceas. La Habana. Cuba. 7 p. 

Grisales, F. 1994. Técnica rápida de multiplicación de plátano en Colombia. Infomusa 3 (2):7.

Haddad, O.; Haddad, G.; Rodríguez, H.; Pargas, A.; Manzanilla, E.; Muñoz, D. 1994. Multiplicación del plátano 'Hartón enano', mediante secciones de cormos. V Congreso Nacional de Fruticultura. Memorias. 56 p.

Sandoval; J.; Brenes, G.; Perez, L.1991. Micropropagación de plátano y banano en el CATIE. CATIE. Serie Tecnica. Informe Técnico 186.22 p. 

Tezenas, H. 1985. Le bananier plantain. Ed. Maisonneuve and Larose. Paris. 143 p.

Agradecimiento Los autores desean expresar su agradecimiento al señor Daniel Muñoz, quien siempre estuvo dispuesto para llevar a cabo la realización de este trabajo.