Estrategias de suplementación en ovejas

Según el Consejo Nacional de Investigaciones de los Estados Unidos de Norteamérica (NRC, 1989), las mayores necesidades nutricionales en las ovejas ocurren en la etapa preservicio, en los primeros 15 días de gestación y durante el período de lactación.

Bajo las condiciones de explotación en Venezuela, las ovejas son puestas en servicio entre los 15 y 17 meses de edad, lo que implica una pérdida en la vida útil del animal, si consideramos que en otros países se hace entre los siete y diez meses (Fuenmayor, 1985).

Probablemente, la diferencia se debe al poco uso en nuestro país de una práctica de alimentación, conocida como flushing, durante los períodos de mayor exigencia nutricional de esta especie y al desconocimiento de las verdaderas necesidades que en materia de alimentación requieren las ovejas para lograr un máximo rendimiento productivo y reproductivo.

El flushing o sobrealimentación es la práctica de mejorar la alimentación de las ovejas durante la etapa de preservicio, con la finalidad de estimular a sus ovarios para que produzcan un mayor número de óvulos, incrementando así el número de crías por parto. Esta práctica conduce a dos tipos de respuesta en el animal: la estática, caracterizada por un incremento en el porcentaje de parición y la dinámica, que resulta en una elevación de la tasa de ovulación después de un corto período de alimentación, especialmente en aquellas ovejas de mediana a baja condiciones de peso.

Estudios realizados en Nueva Zelanda (Church, 1977), señalan que por cada 4 kg de incremento en peso, producto de una sobrealimentación durante el preservicio, el porcentaje de preñez se elevó en 6%, logrando así una excelente respuesta estática e invalidando la vieja práctica de reducir el consumo de alimento en ovejas antes del flushing. Por otra parte, la suplementación con 2 kg de heno de alfalfa/oveja/día durante los primeros 16 días del período de parto, elevó el porcentaje de parición a 145, indicando la necesidad de un incremento nutricional en este período para obtener una respuesta satisfactoria dinámica.

Algunos investigadores (Christenson, 1976 y Fletcher, 1981), sugieren que un incremento en el consumo de proteínas, estimula la tasa de ovulación cuando el consumo inicial está cerca de las necesidades de mantenimiento y, que la energía, bien por sí sola o combinada con la proteína, se convierte en el factor limitante.

Considerando la importancia del peso preservicio como factor de éxito reproductivo por ejercer un efecto significativo sobre la fecundidad, la autora realizó un ensayo utilizando 40 corderas de seis meses de edad, con un peso promedio inicial de 17,5 kg, alimentadas durante 120 días con suplementos que contenían diferentes niveles de proteína y energía.

Desde el punto de vista productivo, los resultados que se presentan en el Cuadro 1 señalan que mediante los consumos de forraje y suplemento similares, las corderas con altos niveles de energía, independientemente del proteico, lograron ganancias de peso significativamente superiores.

La información sobre el comportamiento reproductivo, mostrada en el Cuadro 2, indica que los valores obtenidos sobre el porcentaje de partos, el número de corderos nacidos por oveja y por parto, así como el porcentaje de partos múltiples, fueron significativamente superiores en aquellas corderas que recibieron suplementos altamente energéticos.

Con el objeto de obtener información veraz sobre los criterios de alimentación a utilizar en la etapa preservicio y la preñez, se realizó un ensayo similar en 40 ovejas de la raza West African, con más de un parto y un peso promedio inicial de 42 kg durante 60 días.

El comportamiento productivo y reproductivo presentados en los cuadros 3 y 4, indica que la suplementación con altos niveles energéticos resultó en ganancias de peso corporal superiores, promovió un mayor número y peso de corderos por parto y elevó significativamente el porcentaje de partos múltiples.

Diversos factores nutricionales tienen influencia sobre los procesos productivo y reproductivo de las ovejas. Por otro lado, no existe uniformidad de hallazgos en relación con los niveles nutricionales utilizados en las etapas de preservicio y preñez.

Los resultados de las investigaciones presentados en este artículo, especialmente los obtenidos en Venezuela, sugieren la necesidad de una suplementación energética para mejorar los niveles productivos y reproductivos en estas etapas.

La suplementación con altos niveles de energía, independientemente de los proteicos, en corderas de primer parto, resultó en mayores ganancias de peso corporal, alcanzando más rápidamente la pubertad (9 meses) y logrando concebir a los 14 meses de edad.

Por su parte, ovejas mayores de un parto que consumieron suplementos ricos en energía, lograron una mejor condición de peso corporal y produjeron un mayor número de corderos por parto con pesos superiores, así como un porcentaje significativamente alto de partos múltiples.

National Research Council. 1989. Nutrient requirements of domestic animals. Nutrient requirements of sheep. Sixth edition. Washington, D. C. USA.