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FONAIAP DIVULGA > Colecci�n > N�mero 66 Abril-Junio 2000 | ||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||
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FONAIAP DIVULGA No. 66 Abril-Junio 2000 |
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Coromoto Alfaro
Investigador. FONAIAP. |
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La importancia creciente de la ganader�a de doble prop�sito para la econom�a nacional y las debilidades que enfrenta para su pleno desarrollo, plantea la necesidad de instrumentar mecanismos para garantizar la sostenibilidad de este sistema, este aspecto depender� en gran parte, de la viabilidad del sector ganadero, para lo cual es requisito indispensable la salud animal, en t�rminos de sanidad �ptima. La salud del reba�o y la productividad del mismo, dependen, entre otros factores de una alimentaci�n balanceada complementada con pr�cticas sanitarias y el manejo en armon�a con el ambiente, para garantizar la expresi�n m�xima del potencial gen�tico animal e incrementar la rentabilidad de las unidades de producci�n. Lo expuesto anteriormente implica el conocimiento de los sistemas de producci�n, para disponer de informaci�n que permita sobre una base cierta, establecer estrategias de mejoramiento de la ganader�a de doble prop�sito acorde con las particularidades de cada regi�n o zona agroecol�gica. Asimismo, el an�lisis de la relaci�n salud: productividad es importante para dise�ar programas de manejo nutricional y sanitario, y establecer acciones futuras en interacci�n con los productores para promover cambios de actitud, particularmente hacia la medicina veterinaria preventiva, el mantenimiento, la recuperaci�n de pasturas, suplementaci�n estrat�gica y en general, hacia la gerencia de las explotaciones. En este orden de ideas, el diagn�stico y caracterizaci�n de los sistemas de producci�n bovina forman parte de una serie de acciones para el desarrollo de programas de mejoramiento. Con la finalidad de contribuir al desarrollo de la ganader�a de doble prop�sito en los llanos orientales, se aplic� una metodolog�a para evaluar la situaci�n actual del sistema, cuantificar y priorizar las limitantes y debilidades del mismo y posteriormente realizar una investigaci�n participativa en fincas piloto o referenciales, que contribuyan a dar respuesta o soluci�n a los problemas que enfrenta la ganader�a, especialmente desde el punto de vista sanitario. Diagn�stico y caracterizaci�n de los sistemas de producci�n �C�mo y por qu� hacerlo? El diagn�stico y/o caracterizaci�n de los sistemas de producci�n, es considerado esencial para la planificaci�n de estrategias a seguir, con el objetivo de contribuir al desarrollo y consolidaci�n del rubro. La disponibilidad actual de informaci�n sobre salud y rendimiento de los bovinos, de manera general es limitada, los registros escasos, la subnotificaci�n y las debilidades en los aspectos gerenciales de las fincas tambi�n contribuyen al problema. Mediante el diagn�stico r�pido de situaci�n (DSR) se recopila informaci�n oportuna para el an�lisis, ordenamiento, evaluaci�n del funcionamiento y estructura de los sistemas de producci�n, la caracterizaci�n profundiza en los aspectos relacionados con la producci�n y productividad del mismo. El objetivo final es identificar limitantes y formular acciones a corto, mediano y largo plazo, para el desarrollo de las unidades de producci�n. Una de las ventajas del sondeo de campo es que permite el acercamiento entre t�cnicos y productores, creando niveles de confianza, de conocimiento del ecosistema y del factor humano como actor principal en el medio agr�cola. El diagn�stico de situaci�n y la caracterizaci�n de los sistemas agrupan un equipo interdisciplinario, conformado por diversos especialistas en sanidad, forrajes, nutrici�n y alimentaci�n, gen�tica, reproducci�n y transferencia de tecnolog�a, para lograr una visi�n compartida del sistema de producci�n, compilar, analizar y discutir la informaci�n obtenida del productor: protagonista principal del cambio. La metodolog�a aplicada puede resumirse en:
Importancia y utilizaci�n de los resultados Los resultados permiten identificar, cuantificar y priorizar debilidades y fortalezas del sistema para emprender acciones futuras de mejoramiento, en interacci�n con los productores como manejo nutricional y sanitario. Estos resultados deben ser presentados a los productores para propiciar la discusi�n de la problem�tica existente con la figura de talleres, encuentro de productores o d�as de campo, en los cuales se establecen mecanismos de interrelaci�n con todos los involucrados, que permiten concertar acciones inmediatas para contribuir a la soluci�n de la problem�tica del desarrollo. Las enfermedades representan uno de los principales obst�culos, la magnitud del problema y el tiempo que se requiere para obtener mejores rendimientos demandan una atenci�n prioritaria sobre la base de estudios y evaluaciones de los sistemas de producci�n. Actualmente, las enfermedades en la poblaci�n animal y particularmente en los destinados con fines productivos, como bovinos de carne y leche, son consideradas directamente en relaci�n con su efecto sobre la producci�n. Niveles bajos de producci�n constituyen indicadores de gran utilidad diagn�stica; de all� que el inter�s veterinario ha pasado del concepto de enfermedad como identidad cl�nica en el animal individualmente, a la enfermedad valorada en t�rminos de sanidad sub�ptima, puesta de manifiesto por la reducci�n de la producci�n de carne y leche, altas tasas de morbilidad y mortalidad, y de manera general, por indicadores de la situaci�n del reba�o, como porcentaje de becerros nacidos vivos, porcentaje de becerros al destete, tasa de concepci�n, peso al nacer, al destete, al mercado, edad al primer parto, intervalo entre partos, repeticiones de celo, porcentaje de abortos y cr�as d�biles entre otros. Interpretaci�n de los resultados Las caracter�sticas de las unidades de producci�n, ubicaci�n f�sica, agroclimatolog�a, paisaje fisiogr�fico, topograf�a, suelo y recursos h�dricos guardan relaci�n con patolog�as o problemas propios del ecosistema, tal es el caso que en suelos muy pobres, caracter�sticos de las sabanas orientales, con d�ficit de macro y micronutrientes, de no aplicarse correctivos, son comunes las enfermedades carenciales; asimismo, en unidades de producci�n intervenida por la actividad industrial son posibles las intoxicaciones u otros efectos morbiletales. El conocimiento de la situaci�n plantea la necesidad de diagn�sticos y planes de biorremediaci�n, para minimizar los efectos. Las caracter�sticas socioecon�micas del sistema, del propietario, su trayectoria como productor, grado de instrucci�n, nivel cultural, permanencia en la finca, mano de obra utilizada, diversificaci�n de la unidad de producci�n y m�rgenes de rentabilidad, permiten dise�ar programas de mejoramiento de acuerdo con el perfil del productor. En relaci�n con los aspectos t�cnicos, superficie �til, n�mero de potreros, densidad poblacional, tama�o de potreros, recursos forrajeros, disponibilidad de agua, condiciones de las instalaciones y componente animal, entre otros aspectos, indican puntos d�biles o fortalezas que influyen en el rendimiento o productividad. Por ejemplo, la baja disponibilidad de forrajes en cantidad y calidad, y la no suplementaci�n mineral tienen efecto sobre la producci�n y reproducci�n. La densidad poblacional es un factor a considerar en las enfermedades transmitidas por vectores. En cuanto a los �ndices productivos y reproductivos, como producci�n de leche vaca /d�a, producci�n de leche vaca/lactancia, intervalo entre partos, edad al primer parto, litros de leche/hect�reas de pasto, porcentaje de genes (Bos indicus), n�mero de vacas en producci�n, relaci�n vaca:toro, constituyen indicadores de rendimiento y deben ser considerados a la hora de establecer las metas del sistema. Los aspectos sanitarios, incluyendo la condici�n general del reba�o, estratificado por grupos etarios: becerros predestete, postdestete, novillas primer parto, vacas en producci�n, vacas secas tienen que ser analizados, conviene una revisi�n general y el monitoreo de par�metros hematol�gicos y parasitol�gicos en forma rutinaria, porque influyen en el estado general del reba�o y predisponen hacia otras patolog�as. El conocimiento de las enfermedades m�s comunes en la zona, los �ndices de prevalencia o incidencia, constituyen la base para el dise�o de los planes de vacunaci�n con el soporte del laboratorio. La frecuencia de los tratamientos antiparasitarios para el control de vectores y par�sitos internos influyen en la resistencia. Resultados de la experiencia en Monagas Los resultados obtenidos permiten priorizar las limitantes del sistema y la definici�n de l�neas de acci�n, particularmente en el aspecto nutricional y sanitario. En la primera fase se realiz� del diagn�stico y caracterizaci�n de los sistemas de producci�n en el municipio Ezequiel Zamora de la zona oeste de Monagas (Cuadro 1), caracterizados por paisaje fisiogr�fico de llanos altos, y en la segunda fase se desarroll� investigaci�n aplicada en fincas piloto o referenciales, para evaluar aspectos epidemiol�gicos de enfermedades end�micas e indicadores, con la finalidad de establecer la relaci�n salud-manejo-productividad para ofertar a los productores un referencial tecnol�gico adaptado a los requerimientos de la regi�n, culturalmente aceptable y econ�micamente factible.
Se identificaron dos sistemas importantes de ganader�a de doble prop�sito, con �nfasis en leche y el sistema vaca-maute. El sistema de doble prop�sito, con �nfasis en leche (73,33%) y el sistema vaca-maute (26,67%), con herencia europea variable (genes Bos taurus), aprovechan sabanas bien drenadas, pastos establecidos y naturales, suplementaci�n para vacas fundamentalmente, y el producto lo constituyen hembras con 40 a 70% de pariciones, una producci�n entre 3 a 12 l de leche/vaca/d�a y becerros con potencial para pesar 450 kg a los 2,5 - 3 a�os de edad, terminados en la propia finca o fuera de la misma. De acuerdo con los datos obtenidos, los suelos se caracterizan por presentar una textura que var�a entre franco-arenosa a franco-arcillosa, el pH se encuentra entre 4,8 a 5,3; muy significativo resulta el nivel de f�sforo inferior a 5 ppm, considerado muy bajo para el desarrollo de pasturas en cantidad y calidad suficientes para satisfacer los requerimientos de los bovinos. Las principales especies de pastos utilizados en el �rea sembrada son: Brachiaria decumbens (49,63%), Brachiaria humidicola (7,82%) y Brachiaria brizantha (6,68%), las tres especies de comprobada adaptaci�n a las sabanas �cidas y bien drenadas, sobre las cuales est�n establecidas las fincas encuestadas. Para el manejo de las pasturas se practica la rotaci�n de potreros, con per�odos de descanso que var�an entre 30 y 60 d�as y una ocupaci�n entre 3 y 15 d�as, que depende del tama�o del potrero y de la carga animal requerida. En relaci�n con el manejo del reba�o, los resultados obtenidos indican que la edad promedio al destete se encuentra en el orden de 7,2 meses, la edad promedio del primer parto es de 30 a 40 meses; 76,67 y 23,33% de las fincas realizan orde�o �nico diario y doble orde�o en terneros, respectivamente. La casi totalidad de las fincas utilizan el apoyo con becerro (96,67%). Conviene destacar que s�lo 36,67% de las fincas evaluadas utilizan orde�o mec�nico y 63,33% utilizan orde�o manual. Los controles sanitarios para enfermedades end�micas como aftosa, rabia, tuberculosis y brucelosis se han venido deteriorando. Los resultados del estudio indican los siguientes porcentajes de cobertura de vacunaciones: 86,6; 73,3 y 53,0% para aftosa, rabia y brucelosis, respectivamente. El control de brucelosis y tuberculosis, referido a las pruebas diagn�sticas se encuentra en el orden de 23%, no obstante diagn�stico positivo a tuberculosis en fincas del municipio. an s�lo 43,33% aplica un plan de vacunaciones completo para la zona. Ninguna de las fincas incluye un programa sanitario aplicado en forma integral, de acuerdo con el sistema de producci�n, una de las limitantes es la poca o nula asistencia t�cnica, 73,3% de las fincas no tienen asistencia veterinaria. La principal patolog�a en animales reci�n nacidos la constituyen el complejo respiratorio bovino (CRB) con 73,3%, seguida de cr�as d�biles con 13,3%. De igual manera, las enfermedades hemoparasitarias constituyen el principal problema sanitario en los adultos, con 47%, seguido de deficiencias nutricionales 16,6% y problemas reproductivos 10%. En cuanto a las enfermedades parasitarias, los resultados revelan infestaciones por hemopar�sitos en el orden de 52,94%, con una tasa de mortalidad estimada en 23,33%, constituyendo �sta la principal causa de mortalidad en el ganado adulto. Los par�sitos externos m�s frecuentes en la zona son: Boophilus microplus (52,94%) y Haematobia irritans (47,05%), con mayor densidad en la �poca lluviosa y grados de infestaci�n de moderado a severo. El control se realiza mediante el uso regular e indiscriminado de acaricidas aplicados por aspersi�n y dorsalmente. En 56,67% de las fincas se aplican tratamientos con frecuencia menor a 21 d�as, disminuyendo los intervalos en �poca lluviosa de acuerdo con la densidad de vectores. En relaci�n con el parasitismo gastro-intestinal, los datos obtenidos revelan tasas de parasitismo que van desde 23 a 83%, los controles se realizan en 90% de las fincas y los productos utilizados m�s frecuentemente son ivermectina (33,33%), levamisol (30%) y albendazol o fenbendazol (26,66%), con una frecuencia variable, desde uno a m�s de cuatro tratamientos al a�o. Las principales causas de mortalidad en bovinos j�venes y adultos, en fincas de doble prop�sito de la zona oeste de Monagas, se visualizan en la Figura 1.
Las principales limitantes de �ndole reproductivo se detallan en el Cuadro 2; en 73,33% de las fincas se reportan anualmente casos de abortos sin conocimiento de la etiolog�a del problema. En 46,67% de las fincas se presentan problemas de partos dif�ciles o distocias, los cuales se atribuyen a fallas en el manejo reproductivo de las hembras. En 73,33% de las fincas no tienen control reproductivo y se practica la monta natural. Se reporta la presencia de prolapsos en 23,33 % de las fincas.
Las retenciones placentarias, en el orden de 36,67% evidencian fallas en el manejo de la vaca postparto, es posible que los problemas carenciales o de disfuncionamiento hormonal pudieran estar involucrados en este aspecto. 27% de las fincas presenta intervalos entre partos prolongados y 23% de las vacas acusan repeticiones de celo. En los sistemas de ganader�a de doble prop�sito evaluados 76,67% y 23,33% de las fincas realizan orde�o �nico diario y doble orde�o en terneros, respectivamente. En estas fincas es com�n la pr�ctica del amamantamiento restringido en 90,20% de los casos, dependiendo este de la edad del ternero y de su condici�n corporal. La casi totalidad de las fincas utiliza el apoyo con becerro 96,67%, report�ndose que s�lo 36,67% de las fincas evaluadas realizan el orde�o mec�nico, los restantes 63,33% utilizan orde�o manual. Se reportan casos de mastitis cl�nica en el orden de 46,6%. Los productores no tienen cultura de medicina preventiva para minimizar la mastitis y subestiman el problema que representa la enfermedad subcl�nica. En las fincas evaluadas, s�lo 3,3% aplican la prueba California Mastitis Test (CMT). Sobre la base de la informaci�n recopilada para el municipio Ezequiel Zamora, 52,14% de las fincas de doble prop�sito no llevan registros productivos o reproductivos y 42% llevan registros, referidos fundamentalmente a ciertos indicadores de la producci�n y recopilaci�n de informaci�n de ingresos y egresos de la finca. Este aparte merece especial atenci�n, por cuanto se requiere del an�lisis y manejo de la informaci�n para iniciar cualquier programa de mejoramiento de la ganader�a. Como requisito previo indispensable a la toma de informaci�n debe incluirse la identificaci�n sistem�tica de todos los animales del reba�o con m�todos sencillos, en este sentido, la pr�ctica zoot�cnica de identificaci�n de los animales muestra debilidades en la zona ya que s�lo 26,6% de las fincas identifica los animales al nacer y la de los adultos, en algunos casos, no es clara ni precisa. Conclusiones - De acuerdo con los resultados en el �rea de nutrici�n y forrajes, se evidenci� como principales limitantes, una alta degradaci�n de pasturas atribuidas al insuficiente descanso de los potreros y a las deficiencias en las pr�cticas de fertilizaci�n, aunado a la escasez de macro y micronutrientes que aporta el suelo. - Los resultados muestran que las enfermedades parasitarias e infectocontagiosas constituyen una seria limitante para la producci�n bovina en las fincas evaluadas; asimismo, las enfermedades carenciales son determinantes para la baja productividad del sistema. - Existe poca cultura de medicina preventiva; esta situaci�n influye en las debilidades de los planes y programas de vacunaci�n, as� como en las pruebas diagn�sticas y utilizaci�n del laboratorio como herramienta de apoyo. - Se presentan debilidades en cuanto a la organizaci�n de la producci�n, recopilaci�n de informaci�n y en general de pr�cticas gerenciales. Bibliograf�a Arcila, V.; M. Hersilia Bonilla; O. Chaparro; R. Pe�aranda; O. Orduz; C. Valencia y O. Villa. 1994. Caracterizaci�n y an�lisis participativo 1. Capacitaci�n en gesti�n para asistencia t�cnica municipal. Ministerio de Agricultura y Desarrollo Rural. Sistema Nacional de Transferencia y Tecnolog�a Agropecuaria Santa F� de Bogot�. Colombia. 136 p. Convenio FONAIAP-PALMAVEN (PAS). 1998. Mejoramiento de la ganader�a de doble prop�sito en la zona oeste del estado Monagas. Informe de avance N� 1. Matur�n, Ven. FONAIAP-CIAE Monagas. 79 p (Mimeografiado). PALMAVEN-UDO-FONAIAP. 1995. Diagn�stico preliminar de la problem�tica del sector agr�cola en el municipio Ezequiel Zamora, estado Monagas. Informe final. Matur�n, Ven. Universidad de Oriente, Escuela de Zootecnia. 40 p. (Mimeografiado). Urriola, P.L. 1995. La competitividad regional del sector agr�cola del estado Monagas. Trabajo de ascenso. Jusep�n, Ven. Escuela de Ingenier�a Agron�mica. UDO. 194 p. |
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