FONAIAP DIVULGA > Colección > Número 68  octubre-diciembre 2000

  FONAIAP   DIVULGA  No.  68:34-37                                                                                          octubre-noviembre    2000


El cultivo del cocotero, producción e importancia 

Enio Soto

Investigador. Instituto Nacional de Investigaciones Agrícolas. 
Centro Nacional de Investigaciones Agropecuarias. Maracay, Estado Aragua. 
E-mail: recfitog@reacciun.ve / eniosoto@yahoo.com 


Competitividad del rubro 

Los países productores de coco (cocos nucífera) más importantes en el ámbito mundial son Indonesia, India y Filipinas, los cuales abarcan cerca de 72% de la producción mundial, sin embargo poseen una amplia distribución en el mundo (Cuadro 1). Existen otros mercados importantes relacionados con la industria del coco, como es el caso de la torta o harina de coco, el cual tiene una demanda importante en la Unión Europea. 

Situación nacional 
En los últimos años la producción de coco en Venezuela ha oscilado entre 130 y 178.000 t, con tendencia a la baja y para el año 1999 alcanzó la cifra de 128.000 t. Los rendimientos se han mantenido entre 5.600 y 7.300 kg/ha, elevados en el contexto internacional, pero inferiores a los considerados como óptimos (8.000 a 11.000 kg/ha). En el Gráfico 1 se aprecia la evolución de la producción en los últimos años, y en el Gráfico 2 la producción por estados.

Cuadro 1. Países productores de coco durante 1999

País Producción 
(miles de t)
Rendimiento 
(Kg/ha)

Mundial 48.374.677 4.492
Indonesia 13.000.000 4.643
India 11.100.000 5.842
Filipinas 11.000.000 3.607
Sri Lanka 1.850.000 4.187
Brasil 1.822.479 7.168
México 1.313.400 9.381
Venezuela 119.354 6.545

Fuente: FAO (2001)

 

A pesar de la distribución de la superficie sembrada del rubro, a lo largo de la costa venezolana se observan dos polos de producción en los estados Falcón y Sucre, que abarcan cerca de 70% de la producción total del país. 

En relación con los precios, el aceite de coco se cotiza ligeramente más alto que otros aceites 0,57 $/kg (rango del mercado 0,34 -0,68 $/kg), como palma y maní respectivamente. En Venezuela, el precio está a 0,24 $/kg oficialmente, pero en el primer trimestre los que lograron colocar el producto recibieron 0,09 $/kg. 

La participación de este rubro en el mercado ha variado a lo largo de los años, dependiendo de las siembras de los cultivos anuales. En los últimos años se puede decir que sólo la palma, el coco y el maíz han sido responsables de la participación nacional que llega a 20%, siendo el resto importado. Se puede agregar que Venezuela es uno de los países de la región andina y caribeña con mayor consumo de grasas y aceites, y que el consumo aumento en todos los países. 

Cuadro 2. Eficiencia de plantas oleaginosas basada en valores óptimos de los rendimientos.

Especies  Área necesaria para producir 
1t  de aceite 
Eficiencia relativa (b) Porcentaje de aceite en la semilla Rendimiento
óptimo de semilla (t/ha)

Algodón 1,6 0,9 22 2,8
Soya      1,4 1,0 18 4,0
Colza (a)   0,9  1,5 38  3,0
Ajonjolí    0,8 1,7 48  2,5
Maní en cáscara     0,8 1,7 32 4,0
Alazor  0,7  2,0  35  4,0
Girasol    0,7 2,0 40  3,5
Olivo    0,4  3,5 25 (c) 10,0 (f)
Cocotero     0,4 3,5 62 (d) 4,0 (g)
Palma aceitera  0,14  10,0  20 (e)  35,0 (h)

(a) Colza canadiense de primavera. 
(b) Basado en soya a 4 t/ha como 1. 
(c) En el fruto. 
(d) En la copra seca. 
(e) En los racimos de frutos. 
(f) Fruto. 
(g) Copra. 
(h) Racimos de frutos.  
Fuente: JAOCS (1986).

                            

Factores biológicos que afectan la competitividad 

Las producciones óptimas se logran en zonas de elevadas y constantes temperaturas y abundantes lluvias (1.500 a 3.000 mm). La eficiencia del cultivo para la obtención de aceite se ubica entre los mejores, siendo superado sólo por la palma (Cuadro 2). En Venezuela, como en la mayoría de las zonas productoras del mundo, el alcance de buenos niveles de productividad depende de varios factores, los cuales deben ser analizados en forma integral. Entre estos factores está el ambiente (suelo, clima), las plagas y enfermedades, el manejo agronómico relacionado con el nivel socioeconómico del productor, el mercado y el factor genético. Brevemente se analizan cada uno de ellos. 

Genética: la contribución del mejoramiento genético en la productividad del cocotero ha sido alta en el mundo, a través de la incorporación de cruzamientos que pueden ser más productivos en producción de copra, tolerantes a enfermedades y tolerantes a la sequía, entre otros. En Venezuela se introdujeron varios de los híbridos más importantes, los cuales mostraron buena adaptabilidad, aunque fueron sacrificados posteriormente para estudios de enfermedades. La factibilidad de producir cruzamientos altos por enanos ha sido comprobada por el FONAIAP, y los pocos estudios que se han realizado sobre productividad muestran algunas bondades de estos cruzamientos como puede ser la productividad por hectárea (Figuras 1 y 2). 

Manejo agronómico: relacionado con el sistema de producción al que se esté refiriendo, existen productores con gran número de plantas que realizan prácticas de fertilización y riego, así como algunos poseen secadoras y alta demanda de mano de obra. Sin embargo, la mayoría son medianos a pequeños productores menores de 10 ha que se resisten a introducir prácticas que aumenten los costos, dada la inseguridad del mercado y los relativos bajos precios a lo largo del año. Cuando se han realizado las prácticas básicas se han obtenido respuestas, pudiendo llegar a rendimientos superiores de la media nacional de 1 t/ha de copra año.

Figura 1. Cruzamientos entre cocoteros altos y enanos, para pruebas regionales, producidos en el CENIAP. Maracay. Fuente: Soto, E. (1995). 

Figura 2. Incremento de copra/ha sobre el testigo de cuatro cultivares de cocoteros sembrados en Boca de Aroa. Año 1993. 

Factor social: tal como se mencionó anteriormente, la mayoría de los productores se encuentran con bajos niveles tecnológicos y tratando de invertir lo menos posible en las fincas. Se pueden encontrar productores que asocian cultivos hortícola como el melón, pimentón, tomate y ganado entre otros. La tradición juega un papel importante, las técnicas de producción son transferidas a través de generaciones, quedando grabados los efectos de las políticas cambiantes hacia el sector. Se ha estimado que cuando existe colocación del producto las zonas productoras son capaces de ocupar más de 30.000 personas. Los poblados en su mayoría presentan servicios básicos deficientes a no ser que sea una zona a conquistar por parte de la actividad turística. 

Mercado: la comercialización puede realizarse por diversos canales a través de intermediarios, bien sea por la venta de la copra, coco pelado de gran tamaño para el mercado colombiano, coco de agua o coco pelado para el mercado nacional. Generalmente al sacar el albumen se quema o se bota el resto del fruto, representando un porcentaje de uso de aproximadamente 13%. Se puede decir que el mercado nacional es de total incertidumbre, variando en el mismo año la capacidad de recepción, debido a la entrada de ácido láurico importado. 

Plagas y enfermedades: las plagas y enfermedades del cocotero son bien conocidas. Algunas de ellas como la marchitez, causada por Phytomonas pueden ser disminuidas con manejo. De igual manera el complejo causante del anillo rojo, puede ser controlado mediante uso de trampas que incluyen desde la más tradicional hasta el uso de atrayentes desarrollados en Venezuela y Costa Rica. Otras enfermedades como la muerte regresiva o Phytophthora sp., secazón o Fusarium, son difíciles de predecir y generalmente causan la muerte de la planta. Las plagas, como por ejemplo perforadores del tallo en plantas jóvenes (Strategu ssp., Castniaspp.) necesitan de una supervisión constante de las plantaciones y tienen control químico. Una de las plagas más difíciles de manejar y que no se le ha dado la importancia debida, es el ácaro del cocotero que causa hasta 50% de reducción del tamaño del fruto y para el caso de coco de agua, desmejora su presentación. Se han detectado focos de incidencia del exudado del tallo del grupo de los Scolítidos, los cuales causan innumerables perforaciones en el tallo, propiciando una mayor incidencia del hongo Ceratocystis spp. Otras plagas de menor importancia y fácil control son los áfidos, escamas y polillas. 

Suelo y clima: la principal consideración que debe tomarse en cuenta es el hecho de creer que el coco no necesita de tanta agua por estar sembrado tradicionalmente en zonas costeras. Como se mencionó anteriormente, el coco requiere entre 1.500 y 3.000 m m de agua por año para poder manifestar su óptima capacidad productiva. Los suelos arenosos de las costas venezolanas están generalmente ubicados cerca de las desembocaduras de ríos, además el coco puede utilizar aguas salinas un poco más que otros cultivos. Sin embargo, los períodos secos pronunciados causan un incremento de la salinidad, provocando la muerte de plantaciones. El viento juega un papel importante debido a que causa ruptura de los folíolos y pueden ser vías de entradas de enfermedades. 

Alternativas para mejorar la competitividad de los sistemas de producción de coco

Cultivos intercalados. Existe experiencia entre los productores en el manejo de cultivos intercalados, sobre todo en los primeros años de crecimiento. El problema ha sido que por parte de las autoridades de turno no se ha reconocido como un sistema de producción. El productor de coco maneja otros cultivos y para los efectos de planificación y desarrollo se desestimula la inversión en el sector, debido al tiempo de retorno de los capitales. Dependiendo de las condiciones agroecológicas de la zona y del nivel tecnológico del productor se van a encontrar diversos rubros asociados al cocotero. En la zona de Falcón es común ver coco con melón, bien sea intercalado o en partes donde se han muerto plantas, igualmente se encuentra el tomate y el pimentón como sistemas intensivos, o ganado vacuno. En productores de menor escala se observa el coco asociado con patilla o con ganado caprino. En la zona de Sucre es posible asociar el coco con cacao y ganado. Estas experiencias han sido, si se quiere, empíricas y si se desean desarrollar seriamente en una región, debería ir paralelamente la investigación aplicada referente al uso eficiente de la energía solar o eficiencia fotosintética, manejo de nutrientes, rotación de cultivos, carga animal, introducción de pastos, manejos fitosanitarios, entre otros. 

Diversificación de productos del coco 
Ha habido muchos proyectos para el uso integral del cocotero, donde se preveía la producción de aceite por parte de los productores, producción de carbón activado y uso de la fibra de coco entre otros. Igualmente, en el Estado Sucre los productores adquirieron una fábrica de aceite que nunca funcionó. En la misma zona oriental durante un tiempo se vendió el agua de coco a una empresa italiana para la elaboración de fertilizantes foliares, con gran aceptación en Europa. Este mercado junto con el de producción de químicos se vislumbra como promisorio. 
Del albumen del coco se extraen varios productos alimenticios, como coco seco para las panaderías y fábricas de helados, crema de coco, coco desgrasado, chips de coco. El agua por sí sola es el acuarético y rehidratante más poderoso que existe, superando a todas las alternativas naturales y químicas del mercado mundial, contiene hormonas relacionadas con el antienvejecimiento, y se extrae además vinagre y biodisel. 
La fibra puede ser utilizada para la fabricación de colchones, material para materos en viveros, producción de materia orgánica y junto con la cáscara sirve de base para la producción de artesanías. Se pueden seguir enumerando usos hasta el punto que en la India lo llaman el árbol de la vida por su versatilidad y señalan que hay tantos usos del coco como días del año. 

Reducción de costos 
Parte de las propuestas en la diversificación de uso del coco incluye la producción de materia orgánica, bien sea por métodos tradicionales o enzimáticos. Esta materia orgánica puede ser reincorporada a la plantación, reduciendo la aplicación de fertilizantes en los sistemas que realizan esta práctica ya la larga, reducen costos de producción sin contar con los beneficios de retención de humedad y mejor aprovechamiento de nutrientes que traería esta práctica. 

Incentivo a la organización de los productores 
A pesar de existir entre los productores la tradición de organizarse, no existe o ha dejado de existir una coordinación nacional y regional que eleve la voz de sus necesidades a nivel de altas autoridades o vele por un comercio más transparente. Por otra parte, la colocación de productos en mercados internacionales exige coherencia y unificación del sector primario. Se requiere de líderes auténticos que velen por los intereses comunes, con justicia, lo que es primordial para el éxito de la reactivación del sector. Esto debe ir acompañado de un sistema eficiente de intercambio de información que permita la toma de decisiones correctas y oportunas ante una situación de globalización. 

El coco como cultivo social 
Se puede concluir que existen amenazas para la sostenibilidad del cultivo, como son la generación de tecnologías de fraccionamiento de aceites que aumentan los rubros que producen ácido láurico; además de la ingeniería genética que incorpora genes de producción del ácido graso, mencionado en cultivos anuales como la colza y los factores socioeconómicos referentes al bajo nivel de organización de los productores de coco. Sin embargo, como cultivo perenne es factor de arraigo y puede contribuir al desarrollo en zonas rurales como generador de fuentes de empleo y al diversificar la producción, es generador de riqueza y bienestar. 

En muchos casos, este desarrollo está en armonía con el turismo, debido al atractivo que representa la palma de coco. La artesanía puede ser elaborada en diferentes partes y la extensa gama de usos culinarios y el carácter netamente conservacionista del cultivo. Debemos recalcar que es necesario que las leyes se cumplan para todos los rubros por igual, ya que existe una ley que reza sobre la no importación de productos si no se ha colocado la producción nacional, y si se cumple para el rubro maíz debería aplicarse para el coco, dado su carácter perenne y por ser este cultivo mayoritariamente de pequeños productores.