FONAIAP DIVULGA > Colección > Número 68 octubre-diciembre 2000 |
FONAIAP DIVULGA No. 68:10-12 octubre-noviembre 2000 |
Glenys J. Andrade de Pasquier Investigadora.
FONAIAP. |
El camarón blanco, Litopenaeus schmitti (Figura 1), es un crustáceo decápodo que, como los peneidos en general, se encuentra en zonas intertropicales y subtropicales. Vive la mayor parte del tiempo en áreas influenciadas por deltas, estuarios o lagunas, sobre fondos generalmente fangosos o fango-arenosos, ricos en materia orgánica (Ewald, 1965; García y Le Reste, 1986; Loneragan et al., 1994). L. schmitti, al igual que el resto de las especies de la familia Penaeidae, se distingue por la corta duración de su ciclo de vida (dos años) y su presencia en cantidades significativas en la pesquería, generalmente durante un período poco superior al año. Otra característica esencial es la existencia de un ciclo vital anfibiótico, el cual incluye una fase juvenil muy costera o estuarina, explotada por la pesca artesanal del Lago de Maracaibo, y una fase adulta en aguas más profundas, explotada por la pesca industrial del Golfo de Venezuela (Ewald, 1965; Cadima et al., 1972). Figura 1. El camarón blanco Litopenaeus schmitti El Golfo de Venezuela y el Lago de Maracaibo son considerados como las áreas de mayor producción camaronera de Venezuela. Estas dos zonas, en conjunto, contribuyeron con 4.288 t (98%) a la producción nacional de camarones durante el año 1964, con 7.922 t (83%) en 1971 y con 8.118 t (75 %) en 1995 (SARPA, 1996). La pesquería de camarones en estas áreas es particularmente interesante, debido a dos factores que parecen ser propios de la región:
La gran extensión de aguas estuarinas con baja salinidad, parecen reunir las condiciones ecológicas óptimas para el desarrollo del camarón blanco (Pérez-Farfante, 1970). Este es capturado y desembarcado entero en las playas de las costas noroccidental y nororiental del Lago de Maracaibo y en la bahía del Tablazo (Figura 2). Los lugares de desembarques más importantes, correspondientes a las zonas mencionadas son: Curarire, Santa Rita y el Moján (Ewald, 1965; Cadima et al., 1972). El camarón blanco representa cerca de 55% en las capturas comerciales de camarones del Golfo de Venezuela y cerca de 90 % en las capturas de camarones del Lago de Maracaibo (Andrade, 1991 ). De la producción total de esta especie en el occidente del país, 46 % se captura en el Lago de Maracaibo. Este es uno de los recursos pesqueros de mayor valor monetario en Venezuela y una importante fuente de divisas, ya que 98% de la producción del Lago de Maracaibo se exporta, alcanzando la cifra de 18 millones de dólares en el año 1998. La evolución histórica de los desembarques artesanales del camarón blanco en el Lago de Maracaibo presenta marcadas fluctuaciones interanuales, con un fuerte descenso de las capturas y la talla promedio de reclutamiento en el período 1971-1982. Durante este período, la producción de camarones descendió de 1.243 a 25 t (Cadima et al., 1972; SARPA, 1996) y la talla promedio de reclutamiento a la pesquería disminuyó de 13 cm de longitud total en 1971 (Cadima et al., 1972) a 11 cm en 1984, concluyendo que el recurso se encontraba en estado de sobre explotación y que requería la aplicación de una veda para la recuperación del stock (Cedeño, 1986). Sin embargo, sin haber medida de regulación alguna para esta pesquería y sin registrarse un cambio aparente en el esfuerzo de pesca artesanal, las capturas y la talla promedio de reclutamiento volvieron a aumentar de manera significativa, de 25 t en 1982 a 5.500 t en 1993, cifra esta nunca antes alcanzada en toda la historia de la pesquería, aumentando también la talla promedio de 11 cm a 13,3 cm. Figura 2. Principales puertos de desembarque y áreas de pesca de Litopenaeus schmitti en el occidente de Venezuela. Para responder a esta gran incógnita y para disminuir las consecuencias económicas y sociales negativas, producto de las bajas capturas, se realizó un análisis completo de la pesquería desde sus inicios en el año 1956 hasta 1997, estudiando aspectos biológicos, pesqueros, económicos y ambientales para la especie Litopenaeus schmitti. Se comenzó con la caracterización de la pesquería artesanal del Lago de Maracaibo y la determinación de los cambios ocurridos en las artes y métodos de pesca, así como en el número de inspectores e inspectorías de pesca, con la finalidad de conocer su relación con las fluctuaciones en las capturas declaradas de camarones. Por ser este un recurso que se exporta casi completamente, se determinó si las variaciones en las capturas fueron producto de variaciones en los precios y mercados, los cuales pueden modificar el interés por las capturas. Para el estudio de la dinámica poblacional se utilizó información de la composición por longitud y peso de los camarones desembarcados en los principales puertos, ubicados en el Lago de Maracaibo y bahía del Tablazo, recogida mediante muestreos mensuales, desde abril de 1991 hasta septiembre de 1997. Para la determinación de los parámetros de crecimiento y el reclutamiento se utilizó el programa FISAT (Gayanilo et al., 1995). Con fines comparativos se utilizaron varios métodos para la determinación de la mortalidad total (Beverton y Holt, 1957; Jones y Van Zalinge, 1981; Pauly, 1980, 1983, 1984a,b) y la mortalidad natural (Taylor, 1960, Rikhter y Efanov, 1976). La mortalidad por pesca se determinó por diferencia (F = Z-M). Por ser esta una especie altamente migratoria también se determinó un coeficiente de migración (Pinto, 1986). Se evaluó la relación entre las capturas de camarones con el esfuerzo de pesca anual (número de embarcaciones) desde que se iniciaron los registros de la pesquería; desde el año 1967 hasta 1997, Así mismo se analizó la relación entre las capturas y algunos parámetros ambientales, como la temperatura ambiental y la precipitación, utilizando análisis de regresión simple y múltiple. Los resultados y análisis obtenidos indicaron que las fluctuaciones observadas en las capturas del camarón blanco en el Lago de Maracaibo no están relacionadas con cambios en las áreas, artes y métodos de pesca. El registro de los desembarques y las fluctuaciones de las capturas de camarones en el Lago de Maracaibo, no están relacionados con el número de inspectorías e inspectores de pesca, así como tampoco con las exportaciones de camarones de la zona occidental del país, ni con las importaciones de camarones por parte del principal país comprador (Estados Unidos de Norteamérica). Esta especie presenta como parámetros de crecimiento una longitud asintótica (L¥) de 214 mm; un parámetro de curvatura (K) de 1,5 anual; una edad a la longitud cero (to) de -0,0205 años, y tasas anuales de mortalidad total (Z) de 9,20; mortalidad natural (M) de 2,04 y mortalidad por pesca (F) de 7,16, los cuales se asemejan a especies análogas. El estudio de la dinámica poblacional indica que ésta es una especie de vida corta, la cual entra a la pesquería artesanal probablemente a los tres o cuatro meses de edad, después del desove, con longitudes superiores a 60 mm, desapareciendo de la misma, generalmente al año y medio de vida, cuando ha alcanzado longitudes superiores a 190 mm. La curva de captura linealizada convertida a longitud, evidencia que a la edad de ocho a nueve meses ya 140 m m de longitud se encuentra plenamente reclutado a la pesquería artesanal, coincidiendo con el inicio del movimiento migratorio de esta especie en dirección al Golfo de Venezuela para la reproducción. Los efectos de la pesca artesanal sobre la población no parece intenso, ya que esto ocurre a un nivel donde el número de individuos adultos es máximo y la mayoría comienzan a estar fuera del área de pesca, por coincidir con el movimiento migratorio hacia el Golfo de Venezuela para la reproducción. El reclutamiento del camarón blanco a la pesquería del lago ocurre durante todo el año, con dos períodos bien definidos de mayor intensidad: el primero, entre los meses de febrero a abril y el segundo, entre los meses de agosto y octubre. De esta forma, posiblemente existen también dos períodos de mayor reproducción que ocurrirían; uno, entre los meses de abril y julio, y el otro, entre octubre y diciembre. El análisis de la pesquería indica que no hay relación entre las capturas de L. schmitti con el nivel de esfuerzo pesquero observado durante el período de estudio, y que las fluctuaciones en las capturas se deben a variaciones en la abundancia de la especie, la cual a su vez, es afectada por parámetros ambientales, principalmente la temperatura. De acuerdo con estos resultados, se sugiere la utilización de un modelo predictivo de las capturas, basado en la temperatura ambiental, de manera que se puedan predecir los períodos de bajas capturas y mitigar las consecuencias económicas y sociales. Como la evolución de la biomasa del camarón es un proceso extremadamente dinámico, una medida de ordenación flexible como la disminución temporal del esfuerzo de pesca, cuando las capturas lleguen a niveles muy bajos, justifica el costo del muestreo permanente de la población. Se sugiere además, realizar investigaciones suplementarias que permitan incentivar la pesca hacia otros recursos atractivos económicamente sin ponerlos en peligro. Por otra parte, se recomienda, como una medida prudente de conservación de este recurso, la reglamentación de las redes camaroneras, las cuales no deberían tener una abertura de malla menor de una pulgada. Por último, como el análisis realizado abarca sólo la fracción juvenil de la población explotada por la pesca artesanal del Lago de Maracaibo, se recomienda también analizar la pesquería industrial del Golfo de Venezuela, la cual explota la fracción adulta, Así se realizaría una evaluación completa del stock y un plan de manejo integrado, ya que en caso de aumentar el esfuerzo, y por tratarse de una pesquería secuencial, podrían aparecer relaciones entre ambas pesquerías y verse afectadas las capturas de camarones. Bibliografía Andrade, G. 1991. Evaluación del recurso camarón en la cuenca del Lago de Maracaibo. FONAIAP informe anual. Maracaibo. Ven. p.23 (Mimeo). Beverton, R. J. H.; Holt, S. J. 1957. A rewiew of methods for estimating mortality rates in fish populations, with special references to sources of bias in catch sampling. Rapp. P. V. Reun. Cons. Perm. Int. Explor. Mer. 140: 67-83. Cadima, E.; Ewald, J. J.; Montesinos, H.; Díaz, W.; Novoa, O.; Racca, E.; Godoy, G. 1972. La pesquería de camarones en el occidente de Venezuela. Ministerio de Agricultura y Cría. Informe Técnico (52): 49. Cedeño, I. 1986. Evaluación del recurso camarón en la Cuenca del Lago de Maracaibo. FONAIAP Informe Anual. Maracaibo, Ven. p. 8. (Mimeo). Ewald, J. J. 1965. Investigaciones sobre la biología del camarón comercial en el occidente de Venezuela. FONAIAP Informe anual. 2:147. Gayanilo, F. C. Jr.; Sparre, P.; Pauly, O. 1995. The FAO-ICLARM stock assessment tools (FiSAT) User's Guide. FAO Computerized Information Series (Fisheries). Rome, N° 8. p. 126. García, S.; Le Reste, L. 1986. Ciclos vitales, dinámica, explotación y ordenación de las poblaciones de camarones peneidos coste ros. FAO. Ooc. Téc. Pesca. 203:180. Jones, R.; van Zalinge, N. P. 1981. Estimations of mortality rate and population size for shrimp in Kuwait waters. Kuwait Bulletin Marine Science. 2: 273-288. Loneragan, N. R.; Kenyon, R. A.; Haywood, M. O. E.; Staples, O. J. 1994. 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