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Veterinaria Trop. 26(1): 47-62.2001

DIAGNÓSTICO DE HEMOPARÁSITOS EN EL INSTITUTO DE
INVESTIGACIONES VETERINARIAS. PERÍODO 1986-2000

Ana T. Guillén T.*, Edgar A. León A.* Walkiria Aragort F.* y Maglene Silva*

* Investigadores. INIA.
 Centro Nacional de Investigaciones Agropecuarias.
 Instituto de Investigaciones Veterinarias. Apdo. 70.
 Av. Las Delicias. Maracay 2101.
 Estado Aragua. Venezuela.

 Recibido: enero 08, 2002.


  RESUMEN

Se realizó un análisis de los diagnósticos de hemoparásitos efectuados, como actividad de servicio, en el Laboratorio de Parasitología del Instituto de Investigaciones Veterinarias INIA-CENIAP, durante un período de 15 años (1986-2000). Fueron procesadas en ese período un total de 9 028 muestra", discriminadas de la siguiente manera: 5 624 muestras de sangre, 2914 muestras de suero, 469 muestras de cerebro y 21 muestras de otros órganos. Se utilizaron métodos parasitológicos directos y la técnica serológica de inmunofluorescencia indirecta. Del total de muestras de sangre de bovinos, 515 resultaron positivas a Anaplasma marginale, correspondiendo 154 a casos agudos de esta enfermedad. Babesia bigemina se determinó en 36 muestras; B. bovis en 16 y Trypanosoma vivax en 23. El mayor porcentaje de sueros positivos correspondió a B. bigemina (58,83% ), seguido por A. marginale (50,56%), B. bovis (47,59%) y por T. vivax (9,72%), lo que apoya el criterio de que las enfermedades ) causadas por hemoparásitos están ampliamente distribuidas en los rebaños bovinos del país. Sólo 13 muestras de equinos resultaron positivas: 5 a B. equi, 4 a B. caballi y 4 a T. evansi. Los resultados de los análisis de los sueros de equinos fueron: 31,88% de positividad para B. equi, 51,61% para B. caballi y 14,44% para T. evansi. De las 61 muestras de sangre de caninos procesadas, 2 resultaron positivas a Ehrlichia platys, 2 a E. canis y 1 a B. canis.

 Palabras Clave: Hemoparásitos; diagnóstico; Babesia; Trypanosoma; Anaplasma; Ehrlichia; bovinos; equinos; caninos.

INTRODUCCIÓN

Las enfermedades causadas por hemoparásitos constituyen un serio problema económico ya que causan grandes pérdidas en las explotaciones, especialmente de ganado bovino, ovino y equino. Las pérdidas ocasionadas por las hemoparasitosis se atribuyen principalmente a la deficiente ganancia de peso, reducción en la producción láctea, costo en fármacos, atención veterinaria y mortalidad.

Mundialmente, las enfermedades hemotrópicas han sido calificadas como problemas graves en más del 70% de los países en vía de desarrollo, según el Animal Health Yearbook, 1981 (Citado por Toro, 1990). En Venezuela, la babesiosis y anaplasmosis son responsables de un alto porcen- taje de muertes de bovinos importados; así como también, de animales nativos cn condiciones de "stress", estimándose las pérdidas en 100 millones de bolívares (Schroeder et al., 1971). 

Adicionalmente, estas enfermedades, así como la tripanosomiasis están ampliamente distribuidas en la geografía venezolana (Rivera, 1996). Es por esto que uno de los primeros diagnósticos presuntivos en animales con signos de anemia son las enfermedades producidas por hemoparásitos.

Debido al conocimiento, por parte de los productores, de la sintomatología de las diferentes enfermedades causadas por hemoparásitos en los animales domésticos, se aplican frecuentemente tratamientos que tienen como finalidad controlarlas a tiempo, evitándose de esta forma mayores pérdidas económicas; pero estos tratamientos traen como consecuencia que no se diagnostique de manera precisa el agente causal, perdiéndose información de interés epidemiológico.

El Laboratorio de Parasitología del Instituto de Investigaciones Veterinarias (IIV), del Centro Nacional de Investigaciones Agropecuarias (CENIAP), dependencia del INIA, por formar parte de una institución referencial para el diagnóstico de enfermedades de importancia veterinaria, recibe muestras de diferentes especies animales y regiones del país. En este trabajo, se ofrece información de los hemoparásitos diagnosticados en el período de 15 años, comprendidos entre 1996 y 2000.

MATERIALES Y MÉTODOS

 Utilizando los libros de registro para recepción de muestras de la actividad de servicio del Laboratorio de Parasitología, del Instituto de Investigaciones Veterinarias (CENIAP-INIA), se realizó una recopilación de información sobre las muestras procesadas para diagnóstico, durante el período 1986-2000. Para ello se tomaron en consideración los siguientes datos: número y tipo de muestra, especie animal, región de origen, año de la recepción y diagnóstico emitido. 

Las muestras de sangre fueron analizadas por métodos parasitológicos directos: frotis sanguíneo delgado y grueso, coloreados con giemsa (IICA- OEA,1987; Luckins, 1987a, Smith, s/f ), técnica de microcentrifugación dc Woo, modificada (Murray et al., 1977), para la evaluación de la capa blanca como frotis fresco, así como frotis delgado o grueso coloreado con Gicmsa (Luckins, 1987a; Woo y Hauck, 1987). También se determinaron valores de hematocrito por la técnica dc microhematocrito (Schalm, 1964; IICA- OEA,1987).

 La interpretación de los resultados, utilizando estos métodos, está fundamentada en criterios de diagnóstico de laboratorio por medio de los cuales se diferencian animales quc sufren infección clínica ( casos agudos) de aquellos que son portadores. Estos criterios varían de acuerdo al hemoparásito diagnosticado. Para anaplasmosis bovina por Anaplasma marginale, el porcentaje de eritrocitos parasitados (EP) debe ser igual o mayor al 1% y el hematocrito menor de 20%, diagnosticándose como casos agudos. En los portadores, la parasitemia es escasa y los valores de hematocrito están por encima de 25%. 

Para el caso de babesiosis bovina por Eabesia bigemina, la parasitemia debe ser mayor del 0,5% y el hematocrito menor de 20%. Para B. bovis, la observación de un solo parásito es indicativo de una infección aguda. En las babesias que afectan a los equinos, en la tripanosomiasis por T. vivax y T. evansi, y en los demás hemoparásitos que afectan a los animales domésticos, también la presencia de un solo parásito es confirmación de la enfermedad, no considerándose la parasitemia ni el hematocrito (García, 1990; Rivera, 1996; Smith, s/f). Además de estos criterios, se tomaron en cuenta otras informaciones registradas en los protocolos de recepción, tales como: presencia o no de sintomatología clínica, relacionadas con estas enfermedades y tratamientos aplicados. 

También se realizaron exámenes parasitológicos de frotis por aposición de cerebro (sustancia gris) y frotis por aposición de órganos (Hoyte, 1971; IICA-OEA, 1987; Smith, s/f) y como método serológico se utilizó la técnica de inmunofluorescencia indirecta (León, 1986; Luckins, 1987b; Montenegro et al., 1985), con antígenos elaborados en el Laboratorio de Parasitología del IIV.

Para el análisis de los resultados, lo estados de donde provenían las muestras se agruparon por regiones geográficas, Central (Aragua, Carabobo, Cojedes, Distrito Federal y Miranda), Nor-Oriental (Anzoategui, Monagas y Sucre), Centro-Occidental (Falcón, Lara, Portuguesa y Yaracuy), los Llanos (Apure, Barinas y Guárico), Andina (Mérida, Táchira y Trujillo), Guayana (Bolívar y Delta Amacuro) y Zuliana (Zulia)

 RESULTADOS Y DISCUSIÓN

 Durante el período examinado se procesaron 9028 muestras para diagnóstico: 5624 de sangre; 2914 de suero; 469 de cerebro y 21 de otros órganos de bovinos (corazón, riñón, bazo e hígado) El mayor número de ellas corresponde a muestras de sangre y de suero, provenientes de la región de los Llanos (Cuadro 1)

 

CUADRO 1. Muestra, de sangre y suero procesadas por región. Período 1986-2000.


Región 

Sangre

Suero


Central

1806

588

Nororiental

317

440

Centro Occidental

532

426

Llanos

2506

1188

Andina

147

106

Guayana

235

36

Zuliana

81

130


Total

5624

2914


De las muestras de sangre, 4.696 correspondieron a bovinos, 311 a equinos, 203 a ovinos-caprinos, 167 a suinos, 61 a caninos y 186 a otras especies (búfalos, aves y roedores) De los sueros, correspondieron 2592 a bovinos y 322 a equinos.

En relación con las muestras de sangre de bovinos procesadas, 515 resultaron positivas A. marginale, correspondiendo 154 a casos agudos de la enfermedad y el resto a portadores. B. bigemina se evidenció en 36 muestras, de los cuales 6 fueron casos agudos y 30 portadores (Cuadro 2). También se observó que el mayor número de muestras positivas procedían de la región los Llanos. Sin embargo, al determinar la relación porcentual entre muestras positivas y muestras procesadas por región, se estableció que las regiones Central y Centro-Occidental resultaron con los mayores porcentajes de muestras positivas a hemoparásitos, 25,18% y 23,36%, respectivamente (Cuadro 2), y al relacionar los casos agudos dentro de las muestras positivas a A. marginale por región, se obtuvo el mayor porcentaje en la región Centro-Occidental con 27 casos agudos (38,57%).

 

CUADRO 2. Muestras de sangre de bovinos positivas por región. Métodos Parasitológicos Directos.

Región Muestras Procesadas Muestras Positivas A. marginale A. bovis B. bigemia T. vivax

Central 822 207 (25,18%) 180 (65*) 3* 13 (1*) 11*
Nor-Oriental 313 50 (15,97%) 45 (9*) 1* 4 (1*) -
Centro- Occidental 351 82 (23,36%) 70 (27*) 7* 3 (2*) 2*
Llanos 2.804 224 (7,99%) 206 (49*) 1* 14 3*
Andina  120 7 (5,83%) 1 4* 2* -
Guayana 230 10 (4,35%) 10 (4*) - - -
Zuliana 56 10 (17,86%) 3 - - 7*
Total  4.696 590 (12,56%) 515 (154*) 16* 36 (6*) 23*

*: Casos agudos.

A pesar de que los hemoparásitos poseen una altísima vigencia dentro de los agentes causales de enfermedades en rebaños bovinos del país, sólo , un porcentaje bajo de las muestras de sangre recibidas para diagnóstico resultaron positivas. Esto pudiera tener como explicación el hecho de que los animales al primer indicio de enfermedad son tratados a ciegas con drogas contra hemoparásitos, lo que enmascara el diagnostico rápido y efectivo.

Otra explicación podría estar en que a pesar de ser los hemoparásitos una limitante real para la incorporación al país de bovinos de razas oriundas de otras latitudes, los rebaños nacionales, en las generalidad de las explotaciones extensivas y semi-intensivas, están ampliamente familiarizados con estos agentes, los cuales no producirán ningún efecto patógeno a menos que otras condiciones externas de riesgo estén actuando. 

Las muestras positivas a A. marginale y B. bigemina se distribuyeron en casi todos los años considerados (Cuadro 3). Esta situación no se presentó en los casos de tripanosomiasis, donde de los 23 casos diagnosticados, 11 ocurrieron en el año 1995; ni en los casos de babesiosis bovina por B. bovis, donde de los 16 casos diagnosticados, 11 ocurrieron en 1988. El último caso de B. bovis diagnosticado en el período de este estudio fue en 1997, en una muestra proveniente de la región Centro-Occidental.  

Todas las hemoparasitosis mixtas que se diagnosticaron involucraron a A. marginale, observándose junto a T. vivax en 4 muestras y con B. bigemina en 9 muestras. En ningún caso se observó B. bovis en infecciones mixtas. 

En otros trabajos realizados en Venezuela se aprecia la misma tendencia en el orden de ubicación de los hemoparásitos en cuanto al número o porcentaje de muestras positivas. En la Policlínica Veterinaria de La Universidad del Zulia (LUZ), durante el período comprendido entre el 23 de marzo de 1997 al 23 de marzo de 1998, se diagnosticaron 123 casos a A. marginale, 4 casos de B. bigemina, 1 caso de B. bovis y 8 casos de T. vivax (Arraga et al., 1998). Tamasaukas et al. (1998b), en dos fincas (A y B) del estado Guárico diagnosticaron infecciones activas de: A. marginale, en 80% y 54,5% de las muestras. B. bigemina en el 60% y 27,2%, B. bovis en el 20% y 31,8% y T. vivax en e1 10% y 9,1 %, para ambas fincas, respectivamente. 

Con el análisis de muestras de sangre también pudieron realizarse diagnósticos de otros parásitos como filarias, ya que ciertos estados larvarios tienen tránsito por la sangre, es por esto que se diagnosticaron microfilarias en 15 muestras de sangre de bovinos, 6 de la región Central, 4 de la región Centro-Occidental y 5 de la región de los Llanos. 

En cuanto a las 3l1 muestras de sangre de equinos procesadas, sólo 13 resultaron positivas, 5 a B. equi, 4 a B. caballi y 4 a T. evansi, procedentes de las regiones Central, Centro-Occidental y los Llanos (Cuadro 4), concentrándose las de T. evansi en los dos primeros años del período evaluado (Cuadro 3).

 

 

CUADRO 4. Muestras positivas de sangre de equinos, por región. Región.

Región B. equi B. caballi T. evansi

Central 2 2 0
Nor Oriental 0 0 0
Centro Occidnetal 1 1 0
Llanos  2 1 4
Andina 0 0 0
Guayana 0 0 0
Zuliana 0 0 0
Total  5 4 4

De las 61 muestras de sangre de caninos procesadas, 2 resultaron positivas a Ehrlichia platys, 2 a E. canis y 1 a B. canis, todas estas muestras remitidas de la región Central. Mayor número de casos han sido reseñados por Arraga et al. (1998), quienes diagnosticaron en el Laboratorio de diagnóstico de la Policlínica Veterinaria de la Universidad del Zulia 1877 casos de E. platys, 99 de E. canis y 57 de B. canis, durante el período marzo 1997 a marzo 1998. Así mismo, Arraga et al. ( 1999) detectaron 567 casos E. platys, 27 de E. canis y 54 de E. platys junto a E. canis, durante el período septiembre-noviembre de 1988. Martínez (2001) encontró un 19,2% de positividad a E. platys, de un total de 52 perros evaluados en Barcelona, estado Anzoategui. Cabe resaltar que el número de muestras de caninos que normalmente se reciben y procesan en el Laboratorio de Parasitología del I.I.V. es muy bajo, lo que podría explicar la diferencia de resultados.

 Del análisis de los 469 frotis por compresión de cerebro, fueron diagnosticados sólo 3 casos de babesiosis intracerebral por B. bovis, en la región Central. 

Aunque no se diagnosticaron hemoparásitos en los otros órganos analizados, se observó la presencia de un protozoario, Sarcocystys sp., en 4 frotis por aposición de corazón. Dos de estas muestras fueron remitidas de la región de los Llanos durante los años 1994 y 1997 y dos de la región Centro Occidental durante el año 1995.

Diferentes autores han determinado la seroprevalencia de las enfermedades causadas por hemoparásitos que afectan a los bovinos en el país. Clarkson et al. (1971), en un estudio realizado en bovinos del estado Zulia, encontraron una prevalencia del 10,15% para tripanosomiasis bovina. Perrone et al. (1991), informan sobre una seroprevalencia para tripanosomiasis de113% en bovinos de 0 a 3 meses de edad, del 20% en animales de 4 a 6 meses y de 55% en mayores de 36 meses, en la zona de Santa María de Ipire, estado Guárico.

 Por su parte, Duno (1992), en un estudio realizado en bovinos en la zona Nor-Oriental del estado Falcón, revela la existencia de una seroprevalencia para T. vivax de 57,8%. Tamasaukas et al. (1998a) determinaron una seroprevalencia de T. vivax en bovinos de 6,7% en el estado Aragua y 3,98% en el estado Guárico y Aray et al. (1998), mediante el ensayo inmunoenzimático ELISA, determinaron un 14% la seroprevalencia de la tripanosomiasis bovina en el municipio Monagas del estado Guárico. 

Toro et al. (1980), determinaron valores de prevalencia de la babesiosis bovina a nivel nacional de 45,3%, indicando inestabilidad de la infección. Toro (1990), en base a datos actualizados hasta 1988, del análisis de muestras séricas de bovinos provenientes de fincas de 10 estados del país, detectó una seroprevalencia de 54,3% para B. bigemina, 47,6% para A. marginale, 38,4% para B. bovis y 20,8% para T. vivax. Parra et al. (1995) encontraron una positividad a A. marginale del 100%, en la región Zuliana. 

Los resultados del análisis de los sueros de bovinos que se presentan en este trabajo (Figura 1), si bien es cierto que no corresponden a valores de seroprevalencia, tuvieron la misma tendencia en cuanto al gradiente porcentual, señalado por Toro (1990); el mayor porcentaje de sueros positivos correspondió a B. bigemina (58,83%), seguido por A. marginale (50,56% ), B. bovis (47,59%) y por último T. vivax (9,72%). 

Los resultados por región apoyan el criterio de que las enfermedades causadas por hemoparásitos en bovinos están ampliamente distribuidas en los rebaños bovinos del país (Cuadro 5).

 

Total de Sueros
2.592
|
Sueros procesados por parásito
|
                     
| | | |
B. bigemina A. marginale B. bovis T. vivax
2.517 2.389 2.185 987
| | | |
positvos positivos positivos positivos
1.269 (58,83%) 1.208 (50,56%) 1.040 (47,59%) 96 (9,72%)

Figura 1. Muestras positivas de sueros de bovinos utilizando la técnica de inmunofluorescencia indirecta

Los informes de seroprevalencia de hemoparásitos en equinos en Venezuela, al igual que los diagnósticos por métodos parasitológicos directos, son escasos y localizados. García (1998) encontró una seroprevalencia de T. evansi del 60%, 56% y 69,3% en un muestreo realizado a 449 caballos ubicados en tres hatos del estado Apure. Olivera y García (1998), en muestras de 397 caballos pura sangre de carrera, ubicados en haras los estados Aragua y Carabobo, determinaron una prevalencia de babesiosis equina del 24%.

 Seroprevalencias de 4,95% para B. equi y 32,9% para B. caballi , fueron halladas por Gómez et al., en 1992 y De Vera y García (2001), en un muestreo realizado en caballos pura sangre de carrera, del Hipódromo de Valencia y de La Rinconada, determinaron una seroprevalencia para B. equi de 17,8% y para B. caballi de 10,6%.

 

CUADRO 5. Muestras positivas de suero de bovinos y equinos, por región.

A. marginale B. bovis B. bigemina T. vivax B. equi B. caballi T. evansi

Central 43 96 145 4 34 105 2
Nor Oriental 175 187 232 13 5 4 0
Centro Occidental 170 99 130 1 28 26 0
Andina 25 51 47 0 1 0 0
Llanos 664 588 711 70 34 25 11
Guayana 20 19 4 2 0 0 0
Zuliana 111 0 0 6 0 0 0
Total 1.208 1.040 1.269 96 102 160 13

Los resultados del análisis de los sueros de equinos, dentro el período evaluado, fueron: 31,88% de positividad para B. equi, 51,61% para B. caballi y 14,44% para T. evansi (Figura 2), correspondiendo un alto porcentaje de ellas a las regiones Central, Centro-Occidental y de los Llanos (Cuadro 5), regiones, de donde fueron remitidas el mayor número de sueros, posiblemente por estar comprendidas dentro de la mayor área de influencia del laboratorio.

 

Total de sueros
322
|
Sueros procesados por parásito
|

                            


| | |
B. equi B. caballi T. evansi
320 310 90
| | |
Positivos Positivos Positivos
102 (31,88%) 160 (51,61%) 13 (14,44%)

FIGURA 2. Muestras de sueros de equinos positivas utilizando la técnica de inmunofluorescencia indirecta.

SUMMARY

During a period of fifteen years ( 1986- 2000) all diagnostic activities done at Parasitology Laboratory at the Veterinary Institute Research (INIA- CENIAP-IIV) were analized. At total of  9.028 samples from different animals were examined, using direct parasitological methods and immunofluorescent antibodies tests. Samples discriminated in the following manner: 5.624 were blood samples, 2.914 were sera samples, 469 were brain samples and 21 were samples from other organs. From the total bovine blood samples, 515 were positive to Anaplasma marginale, of which 154 cases corresponded to acute anaplasmosis. Babesia bigemina was determined in 36 samples, B. bovis in 16 samples and Trypanosoma vivax in 23 cases. For sera samples, the highest percentage of positive results corresponded to B. bigemina (58,83%) following by A. marginale (50,56%), B. bovis (47,59%) and T. vivax (9,72% ). These results emphasize the criterion that hemoparasitic disease are wide spread in Venezuela. Only 13 equine samples were positive, 5 corresponded to B. equi, 4 to B. caballi and 4 to T. evansi. For sera samples, results were as following, 31,88% were positive to B. equi, 51,61% to B. caballi and 14,44% to T. evansi. From 61 blood canine samples, 2 were positive to Ehrlichia platys, 2 to E. canis and 1 to B. canis

Key Words: Hemoparasite; diagnostic; Anaplasma; Babesia; Trypanosoma Ehrlichia; bovine; equine; canine.

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